Un
gato serenense
Crónica
desde una ciudad antigua
(2010)
Julián González Reyes
Último libro
de la trilogía del autor, y basta con leer el índice para darnos cuenta que no
son simples crónicas y que más bien son un punto culmine en varios temas e
incluso en un estilo de escritura. Fusionando la crónica urbana con la
confesión, la reflexión y la literatura, el autor nos muestra un punto de vista
ya afianzado, alcanzado ya en sus años dorados.
Primero digamos un par de cosas de su
edición del Fondo Editorial Manuel Concha, es decir, por concurso municipal de
la ciudad de La Serena, esta vez sin fotografías pero con una hermosa y
significativa portada de mano de la artista Juanita Godoy Espinoza. Las hojas
son suaves y placenteras, el tamaño de la letra amable; en otras palabras, una
buena edición.
Partes del libro: primero comienza
con una presentación firmada por el alcalde de La Serena de aquellos años don
Raúl Saldívar Auger, seguido de un prólogo del mismo autor que es su propia
presentación de su libro. Primer capítulo Escribir
desde lo cercano, segundo Revolución
tecnológica y la política, tercero Juventud
ayer y hoy, cuarto Utopía serenense,
finalmente un Epilogo gatuno.
Revisemos cada uno de sus capítulos.
I. Escribir desde lo cercano
Al mismo
título lo acompaña entre paréntesis el enunciado Desde una Ciudad Antigua. Hace mucho que el autor afianzó su idea
de localicidad contrario a la
globalización como parte del modernismo, el autor prefiere lo regional, basándose
en que “describe tu aldea y escribirás
el mundo…” (parafraseo a Tolstoi), comenzando desde su población La Oscar
Praguer, una de las más antiguas de la ciudad, seguido de sus demás poblaciones
de antaño y con su fachada patrimonial o al menos, con su historia de más de 50
años. Sus catedrales que la hace conocida como “la ciudad de los campanarios”
siendo una de las que más posee iglesias en Chile. Haciéndonos conocer la
ciudad desde sus liceos (varios patrimonios históricos) hasta redescubriendo el
nombre de sus calles más transitadas.
Es así como el autor nos propone un
nuevo concepto: lo locgbal, la
globalidad dentro de la localidad, o si se prefiere, ambos al mismo tiempo, un
equilibrio conciliador dentro de su ideología de Sociología existencial un poco sociología, un poco filosofía,
problemas locales de un cronista urbano terminan siendo problemas existenciales
propios de la filosofía, así de lo local a lo global también.
Lo sigue un vistazo a la vida
artística de la zona, más propiamente a la de los poetas, gracias (para bien o
para mal) a Gabriela Mistral esta ciudad quedó conocida como “ciudad de poetas”,
comenzando nuevamente con los locales como Manuel Magallanes Moure, Fernando
Binvignat, Carlos Mondaca o Estela Díaz Varín (etc. si se me queda otro)
llegando a problemas globales ¿qué es la buena poesía? Si bien el autor no se
planea esta pregunta directamente, la indaga al reflexionar de forma existencial qué es poesía, que es lo que
hace “bueno” un poema, llegando a la conclusión de que debe contener sabiduría,
que debe ser objetiva y subjetiva a la vez, y que se le exija al poeta dar
cuenta de la realidad, es decir, arte con sentido. Finalmente en este tema
termina señalando a Samuel Núñez como uno de los pocos verdaderos poetas
actuales.
Le sigue este capítulo un
reconocimiento a sus padres, su historia, sus amigos y la vida compartida con
ellos, de la cual continua un breve relato de su vida paralela a ciertas
reflexiones personales que nos recuerda a su Scanner de su segundo libro.
Finalmente recuerda de manera
honrosa a Juan Godoy Rivera, personaje coquimbano ya fallecido, reconocido creador
del diario El papiro al que es
dedicado este libro póstumamente.
II. Revolución tecnológica y “La
política”
En este
capítulo el autor explora otra de sus disyuntivas: el problema de la
enajenación del ser humano a causa de la máquina, específicamente el internet.
“El dominio cada vez más sofisticado de la técnica, es dominio de la naturaleza.”
¿Hasta qué punto la tecnología nos
aísla y ya no nos socializa? ¿De qué manera coarta o no la creatividad
espiritual? Como dice el autor y más complejo aún ¿puede controlarnos en vez de
controlar nosotros a la máquina?
Aplica a Marshall Mc Luhan al explicar
la tecnología como extensiones ortopédicas, siendo en este caso el internet
extensión no física si no mental de los individuos.
El autor tampoco olvida su crítica
al dinero como ícono capitalista y su relación con la corrupción tanto de la
ciudadanía como de la misma política.
III. Juventud ayer y hoy
En este
capítulo el autor recuerda su juventud en los años 70 y 80, sintiéndola
enormemente diferente a la juventud de hoy, tan inclinada a las nuevas
tecnologías y a la vez con una cultura tan paupérrima en una “flaiteización de
la cultura popular y ”triunfo” del capitalismo.” como él indica, triunfo a
través del extremo consumismo.
IV. Utopía serenense
Desde el
Valle del Elqui hasta el transantiago como utopías idealistas. La concertación
y el seudo progreso, y es de esta manera en que el autor vuelve a uno de sus
temas elementales: tradicionalismo, modernismo y postmodernismo, las tensiones
entre el ayer y hoy.
La
inversión cultural de la buena música, del buen arte, de levantar y rescatar la
tradición versus un progreso que avanza eliminándola y reinventando un futuro
que no necesariamente es bueno.
Epílogo gatuno
Finalmente en
el epílogo el autor nos revela el gran misterio ¿por qué todos los títulos de
sus libros contienen gatos en sus títulos? La respuesta es simple, el autor
adora a los gatos.
Opinión y recomendación
Fue un
disfrute haber leído las tres obras del autor, especialmente porque al hacerlo
de forma cronológica puedes apreciar su evolución, soltura y su punto de vista
y estilo de escrituras ya afianzados en el último, vislumbrado en el primero.
La ideología expuesta por el autor
es interesante, uniendo la sociología con la literatura, explorando la
filosofía misma. Revisando hechos históricos como tradicionales y melancólicos,
hasta conflictos actuales y existenciales de siempre.
Se recomienda su lectura a todo
amante de las crónicas regionales, y también a los que disfrutan de las
reflexiones libres y consientes de las grandes preguntas de la filosofía.
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