Hola gente, comencé a trabajar pero todo va muy bien,
mi primer sueldo será un fursuit xD hago a niños pequeños, qué loco, son una
monada jojojo y tengo un trabajo de pocas horas para ir de a poco con esto de
lo laboral y no perder mis aficiones, es por eso que les traigo este regalito.
Espero que sus proyectos personales también estén creciendo, yo también me
estoy haciendo una cabeza de lobo blanco estilo furry xD cosas.
OneShot “de dos”
Souishi no se había dado cuenta cómo había caído en
esa rutina. Pero sospechaba que el primer paso hacía su condena había sido el
aceptar dormir juntos cada noche, sí, ese había sido su error, porque ahora no
podía notar cómo terminaban teniendo sexo cada vez, no podía notar cómo
deslizaba su cuerpo a ese acto, a esa unión, en qué momento Morinaga se
acercaba y de un beso o un abrazo pasaba a estar en su interior.
Y ahora otra
vez estaban así, uno frente al otro de costado en la cama, jadeantes, agotados,
rojos y despeinados, otra vez estaban abrazados y sucios.
- ah… - suspira senpai, está tan cansado ¿en qué
habitación están? ¿es la suya o la de Morinaga? Sólo quiere dormir. Escucha una
suave risilla, Morinaga está sonriente mientras aún recupera el aire, de verdad
es tan feliz así, es tan raro, ese sujeto.
- … ¿estás bien? – le pregunta sonriente.
- eh?
- je, es que me estás mirando tanto… - parece
verdaderamente feliz.
Senpai no
había caído en la cuenta, es verdad, últimamente no puede evitar mirarlo tan
fijamente, no sabe por qué, y ahora, después del sexo si es que no cae dormido
se sorprende observándolo, será porque Morinaga parece brillar, tan sonrojado,
con gotas de sudor y sus ojos iluminados, ah, debe ser su imaginación.
- n-no es nada… sólo… - trata de alejar su vista, pero
en verdad no puede, y pensar que en el pasado vivía esquivando su mirada.
- mmm? – Morinaga se acerca un poco, senpai presiente
que lo besará, es como una intuición a estas alturas, pero continúa hablando.
- he estado preguntándome algo… - es verdad, en todos
esos largos minutos en que suele observar a Morinaga, incluso después del sexo
o cuando es el primero en caer dormido se lo ha preguntado. Ya es consiente que
es un tipo guapo, sí, hay que asumirlo, es lo que las chicas llaman ¿un
desperdicio dado su condición?
- el qué? – Morinaga se detiene a muy pocos
centímetros de su cara, aún están abrazados, con las piernas entrelazadas.
- tú… nunca te has acostado con una mujer? – y lanzó
la bomba con su desinterés característico, sin pensar realmente demasiado.
- ah?! – Morinaga retrocedió un poco su rostro, mirando
a senpai muy sorprendido y sorprendiéndose también por la cara tranquila con
que se lo decía ¿cómo podía y además después del sexo? En verdad es insensible.
– que qué?
- sólo me lo preguntaba, eso es todo – senpai pestañó
un par de veces, inocente. Morinaga no sabía por qué se estaba sintiendo
sumamente incómodo, hablar de chicas no es lo suyo y ¡acababan de hacer el
amor, joer! Pensó un millón de cosas a la vez y sintió su horrible clásica
inseguridad.
- pues… - bueno, no quedaba más que contestar, supuso.
Puso las manos en la cintura de senpai, notó cómo las manos de éste seguían
sujetándole los brazos, seguían unidos, tal vez era tonto sentirse inseguro por
el tema. – no, nunca.
- ¿nunca? – pregunto senpai, no sabía por qué era
incrédulo.
- claro que no, soy gay – le recordó con algo de
rencor Morinaga, mirándolo con el ceño algo fruncido. Senpai pasó sobre eso, no
sabía por qué sentía esta curiosidad, debía ser porque se dio cuenta que…
bueno, que Morinaga era gay y que estaba con él, y de cierta forma esa verdad
aún le parecía… rara.
- pero nunca tuviste novia o algo así?
- novia? – Morinaga cada vez se incomodaba más, tenía
ganas de castigar a senpai con sexo duro ahora mismo, pero suponía que al menos
tenía que contestar – mmhhh bueno sí… algo así.
- sí? – preguntó senpai sorprendido, definitivamente
no se daba cuenta de cómo incomodaba a Morinaga.
- sí, bueno cuando era niño… en realidad era como mi
mejor amiga, todos decían que éramos novios y andábamos de la mano, pero nada
más, cuando crecimos lo dejamos.
- sólo eso? – de nuevo la incredulidad de senpai, que
lo miraba con una curiosidad extraña, era cierto que por primera vez tenían una
conversación de ese tipo, nunca le había preguntado sobre su vida a Morinaga
antes, nunca le había nacido la curiosidad ¿esto era una buena o mala señal?
- bueno y… - ahora Morinaga se sentía extrañamente
culpable – en la preparatoria, cuando comenzaba a gustarme Masaki… - ese nombre
le cambió la cara a senpai, no supo por qué pero frunció el ceño, aunque siguió
mirando a Morinaga, quería saber a pesar de la evidente molestia. Morinaga por
supuesto lo notó – estaba confundido de mis sentimientos, recién me estaba
dando cuenta que era gay – bajó la mirada – así que cuando se me declaró esa
chica le dije que sí, pero como pensé no pude hacer nada con ella, lo intenté
pero se sentía extraño, no podía.
- mmm – senpai bajó los ojos también – hasta donde
llegaron? – lo miró, ahora no parecía simple curiosidad.
- ah? Pero si te dije que no me he acostado con una
mujer en mi vida! – Morinaga se estaba poniendo nervioso, y había comenzado a
apretar sus dedos en la piel de senpai.
- ya, pero… - senpai volvió a bajar la mirada, ahora
él se estaba sintiendo extraño, era como una especie de tristeza.
- … un par de besos y ya, y se sintió tan raro…
innatural, sabes? – Morinaga lo recordaba con muy mala gana, de hecho ya lo
había olvidado.
- ya veo – senpai seguía con los ojos bajos, Morinaga
preocupado no podía adivinar en lo que estaba pensando, no se imaginaba que
senpai no hacía más que castigarse a sí mismo pensando que seguro en esos años
Mori había estado con Masaki, claro, era obvio, pero era el pasado ¿por qué le
molestaba?
- ….. y tú senpai?
- eh?
- tú… te has acostado con alguna mujer?
- qu-qué dices?! – senpai de pronto había vuelto a su
habitual vergüenza complicada de manejar, hasta trató de alejarse de Morinaga
echándose hacia atrás pero éste se lo impidió.
- qué? Quiero saber, yo te contesté – dijo con un
extraño tono mimoso Morinaga, tenía un puchero en la boca y unos ojos
preocupados, realmente, siempre trataba de no pensar en la heterosexualidad de
senpai, pero era un miedo que no se iba, de cierta forma sabía que senpai no
era gay, pero estaba con él, pero no era gay, era complicado…
- qué? Pe-pero… - senpai bajó la mirada sonrojado, una
de sus manos se había cerrado cerca de su boca, como para ayudarlo a contener
la vergüenza, sentía pudor por el tema, pero no de su desnudez que compartía
con Morinaga, las cosas realmente habían cambiado y a la vez no.
- dime senpai, yo también quiero saber – Morinaga se
acercaba peligrosamente, a pesar del tema, siempre que presionaba a senpai se
había hecho la costumbre de acercarse así a él, como si estuviera asechándolo,
acosándolo.
- n-no… yo nunca… - dijo senpai, titubeando, sin verlo
a la cara.
- no? – Morinaga se detuvo, algo sorprendido, en
realidad no sabía qué esperaba pero estaba sorprendido.
- que no, nunca. – dijo molesto senpai, arrepintiéndose
por haber preguntado en primer lugar, aún no lo miraba a la cara.
Por su parte
Morinaga no sabía si estaba aliviado o preocupado, podía ser esto bueno, senpai
nunca ha estado con una mujer, tal vez nunca le interesaron y no se había dado
cuenta; o… podía ahora sentir curiosidad? Tal vez quiere acostarse con una
mujer ¡tal vez por eso preguntaba estas cosas tan raras!
- e-entonces… nunca has tenido novia? – preguntó ahora
nervioso Morinaga, estaba apretando su abrazo en senpai, tenía miedo de sus
respuestas.
- claro que sí… pero nada serio… tampoco. – ahora
senpai lo miraba de reojo.
Morinaga no sabía qué pensar, pero, tal vez esto
significaba esperanzas?
- y por qué? –su voz titubeaba.
- pues… yo sí quería salir con una chica… cuando
estaba terminando la secundaria, y salimos pero… luego mi madre murió y yo… -
senpai de pronto calló, estaba un poco avergonzado, pero de pronto también se
puso un poco serio, estaba recordando, sus motivos eran más complicados quizás
de los de Morinaga – desde entonces sólo pensé en mi familia y el trabajo –
senpai miraba hacia abajo sin ver nada, parecía que de pronto hablaba para sí
mismo. Morinaga se arrepintió también por preguntar.
- pe-perdón… - se sentía un idiota.
- por qué? – senpai ahora lo miraba, algo de sonrojo
quedaba en sus mejillas, pero ante los recuerdos de esa época complicada se
fueron.
- … no sé… sólo…
- está bien, no pienses en eso… ahora… está bien –
senpai sin pensar demasiado puso una de sus manos en el antebrazo de Morinaga,
lo apretó, era una caricia brusca, tan de senpai.
- pero… tú no quieres…? – pero Morinaga tenía que
saberlo.
- mm?
- no sientes curiosidad? – debía saberlo.
- …..!!! – pero qué mierda preguntaba ahora ese
sujeto?! Maldición, nunca más le preguntará nada otra vez! – qu-qué dices?!
Y-yo no… he pensado esas cosas…! - senpai lo miraba con enfado y vergüenza.
- de verdad? Nunca?
- e-es decir, no es que “nunca”, es sólo… ahg… -
senpai volvió un poco la cara, de pronto comenzó a sincerarse más allá de la vergüenza,
se dio cuenta de cuánto habían cambiado sus planes por simples que éstos
hubieran sido – yo creía que terminaría casado por ahí pero en realidad no es
que lo planeara, simplemente lo suponía… qué sé yo, tal vez nunca hubiera
pasado si no te hubiera conocido… - senpai lo decía con un dejo de enojo, pero
era honesto.
- nunca hubiera pasado… el estar con alguien?
-s-supongo, no lo sé… - dijo con voz más dura.
- je… comprendo – Morinaga sonrió, de cierta forma ya
estaba interpretando todo a su propio provecho. Abrazó fuertemente a senpai y
besó infantilmente su mejilla.
- ah! Qué haces?! – senpai de pronto recordó la
desnudez de sus cuerpos al sentir la piel de Morinaga en tan directo roce con
las suya, una reacción bastante tardía.
- nada, sólo, estoy feliz de haberte encontrado… -
besó sus labios, senpai lo dejó. – pero sabes, senpai…
- nn? – senpai se relajó demasiado con ese beso, su
cuerpo se entumece tan rápido si están así.
- je… aún puedes casarte. – Morinaga le sonreía, pero
senpai no entendió a la primera, y dudó a la segunda.
- no sería malo, verdad? – Morinaga volvió a besarlo,
ésta vez más apasionadamente poniéndose sobre él, iban a hacerlo otra vez.
Inevitablemente.
Y senpai
entendió sus palabras, se sonrojó y tensó tanto, se quedó mudo, y su vergüenza
no pudo más que desahogarse en los gemidos que de pronto se vio obligado a
liberar. Ese tipo estaba loco, decir algo como eso, decírselo ahora... hacerlo
así…
***
Horas después de aquello, en la penumbra de la
habitación, Morinaga acariciaba el cabello de senpai, disfrutando de su peso
sobre el suyo, mirándolo dormir en su hombro. Se veía tan cansado, tan
adolorido, tan hermoso. Morinaga suspiraba y besaba su frente, con cierto dejo
de melancolía.
“Yo sé… que
aunque nos casemos algún día, de todas formas en este país eso no significará
nada…. aunque no creo que tú lo aceptes en el futuro. Pero de todas formas, no
es como si pueda crear una familia contigo, yo no puedo darte hijos… Souishi.”
- no podríamos ser una familia…
- mn, qué susurras? – dijo con voz ronca, senpai. Se
enderezó un poco.
- ah, estabas despierto?
- más o menos, me duele todo… - senpai mantenía los
ojos cerrados, como si dormitara, se acurrucaba sin darse cuenta en Morinaga y
éste seguía acariciando su cabello.
- ah… claro.
- qué decías? – entreabrió los ojos senpai, lo miró un
poco.
- ah, no… no es nada. – Morinaga trató de ocultar su
melancolía.
- tonto, dime, se te nota en la cara. – senpai se
volvió a enderezar, se dio cuenta que estaba completamente sobre Morinaga, pero
tenía una pereza demasiado pesada como para moverse.
- mm, pues… - Morinaga bajó la mirada – sólo pensaba…
que no podré… es decir… no podremos ser una familia, supongo.
- …….. – A pesar de la penumbra, senpai pudo adivinar
la expresión triste de Morinaga, lo que lo desesperó y provocó que soltará unas
palabras sin pensar demasiado ¿aunque quizás eso las hacía más honestas? – pero
qué dices? Acaso no hay familias de dos personas?
- …! – sonrojo explosivo on. Mientras que senpai
paraba un momento a preguntarse qué carajos acababa de decir, Morinaga ya se
había enamorado de él un 55% más de lo que ya estaba – senpai! – lo abrazó
histérico.
- qu-qué?! Qué te pasa? No dije nada! – senpai de apoco
empezaba a darse cuenta de la locura que había dicho, maldición, esas dosis de
sexo, caricias y besos diarios ya empezaban a afectarle en serio.
Morinaga por
su parte comenzó a besarlo, y a pesar del dolor de su cuerpo sospechó que
podría volver a hacerlo, y senpia… bueno, senpai no tenía opción, debía pagar
lo dicho aunque no hubiera entendido bien qué había dicho exactamente.
Fin,
por el momento.
Bueno como pueden ver, estos one shot son más o menos ideas sueltas que se me vienen y como no estoy escribiendo una historia lineal de esta maravillosa pareja, prefiero hacer estos oneshots para que no se pierdan las ideas. Espero que les haya gustado, o prefieren una historia larga?
Críticas,
comentarios, o cartas de muerte, aquí abajo, o en el cuadro de chat, o si
quieren a mi correo: shicakane@hotmail.com