Fanfic Koi Suru Bou Kun

Proyecto Challengers!

jueves, 31 de enero de 2013

Challengers! sólo nuestro senpai y ángel kun!


¡Al fin! Este proyecto lo tengo como hace dos años y recién ahora puedo terminarlo. Para los nuevos o los que ya no lo recuerdan, comencé a limpiar y editar el manga de Challengers! Pero sólo los capítulos que tenían que ver con senpai y Morinaga (así de babosa xD), esos capítulos serían los que corresponden al tomo 3 de Challengers!, específicamente los capítulos 3 y 4. Bueno, ahora yo les dejo el nuevo linck de la parte B del cap 4, perdonen si tiene una fuente diferente a las otras partes, estaba tan abandonado que hasta perdí la anterior fuente D; pero la traducción que es lo más importante está al pie de la letra, gracias a mi amiga KAI por la traducción :3 espero que les guste, si quieren compartirlo háganlo no má, no olviden mis créditos y promocionar mi fic jojojo *_*

Sólo el cap 3 y el cap 4 que son los que tratan de senpai y Morinaga :3



Tomo 3 cap 3 parte A

http://www.4shared.com/file/XEUOkmv7/Challengers3cap3parteA.html

Tomo 3 cap 3 parte B


 
Tomo 3 cap 4 parte A

http://www.4shared.com/file/3WnulAjA/Nuevo__al_fin_xp_.html

Tomo 3 cap 4 parte B

Próxima meta, cap 1 del tomo 4 del Challengers! (sería sólo ese xD)
 


Espero haberlas hecho felices! cualquier comentario a mi correo: shicakane@hotmail.com
o abajo, o al ladito, o lo que sea xD paz y amor!

viernes, 25 de enero de 2013

Absorbida por su oscuridad (fic Hellsing) AlucardxIntegra


Espero no me maten por subir un fic que no sea de koi suru xD, éste estará listo creo que la próxima semana, me faltan unas cuatro páginas más para que quede lo decentemente largo como les gusta :3. Mientras, disfruten l@s que los desean este fic, a continuación el resumen que puse en fanfiction para que se hagan una idea de qué va esta locura:

Si alguien desea leer algo lo suficientemente tétrico con un toque hentai, pero más que eso un par de parafilias más que tabú para toda la humanidad, mostradas aquí de forma suave y no sutil, suficientemente obvias para denigrar lo sexual, relacionándolo con la muerte, la sangre, la oscuridad; este es su fic.


- Buenas noches, Walter.

- Buenas noches, Señorita Integra.

Sir Inbtegra Fairbrook Wingates Hellsing entra a su habitación tras despedir a Walter que se quedaría tras la puerta, toda la noche, parado como estatua y con larga paciencia como todas las noches. Integra se acerca a su escritorio, y da una última ojeada a los documentos que dejó Walter antes de retirarse; Ella suspira, se quita sus gafas y se masajea los parpados unos segundos, y vuelve a suspirar nuevamente, planea irse a dormir de inmediato por lo que comienza a quitarse su chaqueta, la cuelga en el armario y se quita su pañuelo, dejando que su camisa que se sostenía por ella se entreabriera mostrando el relieve del inicio de su entrepecho, que sumado a su estrecha cintura que ocultaba su chaqueta hacían recordar su femineidad olvidada por su rudeza y su aire de poder.

Integra desbotonaba su camisa cuando sintió la vibración maligna de tras suyo, y paró su accionar para indagar lo que ya sabía.

- Alucard.

Y detrás de ella esa aura maligna se materializó, una oscuridad como sombra líquida tomó forma medianamente humana hasta que lo negro se volvió rojo en la chaqueta de Alucard, y éste sonriendo contestó.

- sí, my master. – con una reverencia sínica, mostrando sus colmillos perfectamente blancos en su sonrisa.

- no recuerdo el haberte llamado. – contestó Integra ante el cinismo que no veía, y detuvo su desabotonar, su voz era fría, pero su respiración delataba ante los sentido agudos de Alucard la perturbación de su sorpresa.

- My master – repitió Alucard, sus ojos rojos se intensificaron más como si el haber repetido esas palabras cargarán de emoción su significado – necesito alimento… - su voz sonaba como un eco sobrecargado unos tras otro, y la habitación se enfrió como si su aliento fuese la causa con cada palabra dicha.

- Walter no te dio de comer hoy? – preguntó con cinismo a la vez Integra, que no se quedaba atrás mientras “hacía como que” leía los mismos papeles que había ignorado hace minutos atrás.

Alucard sonrió lo que se creería que ya no podía sonreír, como si le hubiera complacido más que nada esa ironía, estimulando más “su” juego. Y se enderezó, se acercó unos pasos, lentamente mientras no paraba de mirar la espalda de Integra con unos ojos que la atravesaban, que la hacía sentir nerviosa, incomoda, algo débil, lo que más odiaba.

- sí me dio de comer… pero yo… - su voz arrastrada hacía sentir el aire más frío que lo que en realidad estaba – busco otra sangre. – en el momento de que las últimas letras de esas palabras salieron su fría boca, Integra ya sentía a Alucard tan cerca de su espalda que no pudo evitar dar un pequeño temblor, como un escalofrío, no por el mismo frío que Alucard podía provocar por su malignidad, sino más bien, por el inevitable instinto, el inevitable miedo que él hacia sentir en los demás, incluso en ella, su Ama.

- sangre…? – repitió tratando de mantener la compostura, aguantando el deseo de alejarse ante la respiración profunda de Alucard que sentía en su nuca, pero no… alejarse solo lo divertiría más, y ella no quería caer en su juego.

- sí, mi Ama, tu sangre…. – respiró más profundo, queriendo hundir su rostro en sus cabellos pálidos y olerla como lo deseaba, pero el aguantarse y esperar sabía que le significaba una mejor victoria, más sabrosa y más prolongada, tenía suficiente experiencia en esto para saber cómo ganar.

- otra vez? – pregunta Integra con casi resignación, hace un mes le había dado de su sangre, único alimento que en verdad degustaba Alucar: la sangre de su Amo. El alimento que buscaba con desesperación ya que sabía que no podía beberlo del todo, que estaba prohibido, alimento del cual era adicto desde la primera vez que lo bebió, del suelo de ese calabozo, viendo la cara de horror de Integra – apenas hace un mes que te alimenté…

Integra no se movió, en sus adentros pensaba si estaba bien volver a alimentar a Alucard, ya que bien sabía que si no lo hacía algún problema le daría a futuro, ya sea como despecho, o tal vez lo haría inconcientemente, pero la verdad era que una parte de ella quería también alimentarlo porque el ser alimento de vampiro daba un extraño éxtasis, una extraña resignación y hasta un extraño poder, se sentía más dueña de Alucard al darle su sangre, más dueña de él que nunca pues sabía que él en realidad no era para nada sumiso con ella, verdaderamente suyo, y hasta sospechaba, que él era el que la dominaba a ella, y ahora?

- My master… - dijo con voz más arrastrada aun, como un susurro, susurro que atravesó su cabello a medida que sus manos se ponían en el escritorio, cada una a cada lado de su silueta, aprisionando a Integra ya que no podía aprisionarla con sus brazos como deseaba, saborear esa piel, morderle el cuello hasta la muerte.

- No tendrás este alimento, hasta dentro del próximo mes, Alucard. – dijo Integra con su acostumbrada voz autoritaria y fría, y cogiendo un hermoso abrecartas metálico y con una frialdad venida de la costumbre, cortó un poco la palma de su mano, una herida poco profunda pero a todo lo largo de esa palma, y apenas salió la sangre Alucard se descontroló por el olor, el color, la textura, y pronto por el sabor, su boca se lleno de agua, y su cuerpo casi tiritó. Integra entonces elevó su mano y aún sin voltearse se la dio a Alucard, el cual como nunca pierde su actitud serena (más que en una gran lucha) la perdió entonces, y una de sus manos, la derecha, copio a su vez la mano de Integra ensangrentada sosteniéndola para que no escapara (tal vez era instinto de depredador) y su boca al fin se unió a su mano, su lengua se hundió queriendo abrir más de esa herida, contornando sus dientes para no morderla y despedazarla, y su nariz se hundió en su palma, manchándose se sangre, haciendo ruidos de bestia, excitándose.

- nn! – Integra aguantaba ese dolor del cual ya estaba acostumbrada, y ahí el éxtasis, ese extraño sentimiento de placer y dolor, de posesión y sumisión a la vez, sentimiento que la hizo voltearse, aun si Alucard no dejaba su mano y como si fuera un perro grande, Integra lo movió con solo mover su mano, degustando el poderío momentáneo, hasta que puso su mano frente a ella, y por tanto, Alucard al frente de ella, justo frente a su rostro, que ya estaba sonrojado y temblante sea por el dolor, sea por el poder.

Alucard entonces abrió sus ojos que habían estado cerrados desde que comenzó a degustar la sangre, e Integra pudo ver los ojos del asesino, de la bestia, del vampiro como nunca, porque nunca puede ver esos ojos en sus batallas demoniacas, solo entonces, cuando la consume, ojos rojos, más rojos que su propia sangre, más rojos que nada, penetrantes, fríos, muertos, de asesino.

Pero Integra no se asustó, o si tenía miedo, era de otra clase, uno que aun no conocía la humanidad, solo ella. Su rostro volvió a ser serio, casi solemne, pero Alucard pudo percibir, sea por su instinto vampírico, sea por estar bebiendo su sangre, cómo ella en realidad estaba perturbada, por ese placer extraño, por ese éxtasis que le carcomía su penosa personalidad fuerte.

- …… - Integra no decía nada, igual que Alucard, que se degustaba de absorber su expresión, sus ojos a través de los propios a la vez que consumía lo máximo de sangre posible de esa herida en realidad pequeña.

Y cuando ya estaba terminando la sangre, bloqueada de salir por los glóbulos rojos amontonados en la delicada herida, Alucard comenzó a lamerla, con su lengua de punta, gruesa y roja, que en esa cara pálida, blanca, se veía casi tan potente en su color sino fuera superado por los ojos rojos y penetrantes de Alucard, entre sus cabellos tan oscuros como la noche más profunda.

- cuando eras pequeña… - susurró al fin Alucard, rompiendo el silencio solemne, y lo cual hizo alterar un tanto el nerviosismo de Integra, casi quiso alejar su mano, peor no lo hizo – me alimentabas más seguido…

Ese comentario casi parecía melancólico, como si el vampiro en realidad extrañara esa época, esa comida; o tal vez era otro comentario irónico, otro comentario que buscaba doblegar más el cuerpo y el corazón de Integra.

- en esa época, - contestó a su vez Integra, decidiéndose de quitar su mano, pero sin concretar el movimiento – la juventud me pudo haber hecho manejable. – y fríamente quitó su mano, aunque con suavidad, demostrando que no lo hacía de turbación, sino que precisamente porque no era manejable ahora. Ante esto Alucard sonrió, sus dientes seguían siendo tan blancos a pesar de beber la sangre; aunque contrario a su frialdad sínica el extrañó ese dejar de su mano, esa sangre acabándose.

- en esa época, podía estar en tu lecho. – cada palabra salió con la simpleza de la confianza, y en parte con la picardía de querer perturbar de Alucard. Pero Integra no se perturbó tanto como se pensaría, ya que la misma confianza no la dejaba, lo que Alucard decía era cierto.

- …… - pero no dijo nada, solo lo miró desafiante, se volteó ignorando que aún la otra mano de Alucard – vete, debo acostarme.

- me llamabas en la oscuridad – continuó Alucard, volviendo al susurro en su nuca, penetrante – para envolverte en mi propia oscuridad, y así no tener miedo…

 - ….. - -Integra podía recordarlo, y era inevitable el no hacerlo, lo llamaba entonces porque lo que le daba más miedo, más que el recuerdo de la persecución de su tío, de las balas rosándole, de los monstros vistos y de los cadáveres de sus padres, lo que le daba más miedo era Alucard, y ser envuelta en lo que te da más miedo te hace olvidar pequeñeces traumáticas.

Integra trató de continuar desabotonando los botones, pero no pudo, no pudo evitar oír la voz profunda de Alucard, aunque sabía que él no estaba usando sus poderes demoniacos para hipnotizarla, aún así ella sentía que no podía dejar de oírlo, de ver esos recuerdos de miedo y sueño, de sus brazos entonces pequeños abrazando un cuerpo frío de muerto, dándole su propio calor, y sintiendo una extraña oscuridad entre material y liquida, como sangre coagulada que no manchaba, mientras se dormía enredando sus dedos en los cabellos de Alucard, oyendo los murciélagos de su cuerpo aletear a lo lejos, y oyendo su respiración en su cuello, inhalándola.

Alucard volvió a acorralarla del todo, poniendo su otra mano otra vez en el escritorio y apegando su pecho a su espalda. Él también había recordado y quería volver a ellos, a sentir el cuerpo inalcanzable y prohibido de su Ama, virginal…

- las sábanas en la oscuridad tomaban mi sombra, y de pronto yo estaba en la cama, sobre ti… - sus susurros salían de su boca casi sin voluntad, como si verbalizar en voz alta sus recuerdos, decírselos a ella y hacerla recordar a su vez, podrían satisfacer en parte los deseos de repetir en el presente esos olvidos.

Alucard se había acercado más, el deseo de consumir más de ella, el instinto de depredador se había sobrepuesto en él, instinto que siempre contenía, en especial y de alguna manera ante Integra, sólo dejándolo salir cuando era libre de matar… ¿pero acaso lo que deseaba hacer a Integra en ese momento, no era simplemente otro tipo de aniquilación?

Ahora él deseaba enfriar el cuerpo de Integra…

Sentirle y hacerla sentir a ella misma su feminidad, su carne, su sangre, y es que sólo por el hecho de ser su Ama y él ser suyo, Alucard deseaba tomarla del todo, hasta la última gota ¿no tenía de cierta forma, el derecho?
 
Deseaba cuidarla eternamente hasta su muerte, esperando que su sueño se hiciera eterno de forma natural y entonces, sólo entonces devorar su carne, sin importar lo marchita y seca que estuviera, iba a ser de ella y eso le bastaba.

Y podía esperar, 50 años o más no son nada para él, nada para ese momento glorioso, y cuidaría de ese momento, la protegería para que no fuera asesinada, para que de forma paulatina su cuerpo y mente se fueran denigrando hasta que aceptara su fin, y el fin que él le daría… sí, esperaría ese momento, en un rincón oscuro de su cuarto, y en el instante culmino la envolvería en su oscuridad, le daría el último beso antes de devorarla, degustando la entrega que le da la muerte a los humanos. 

Sí, debía esperar, debía protegerla, mantenerla viva, aún si él deseaba a su vez adelantar ese momento, el matarla.

- déjame cuidar tu sueño una vez más… - la voz fue susurrada de forma tan baja y penetrante, con su aliento frío golpeándole el cuello que Integra olvidó del todo el dolor en su mano, y deseó estar en la oscuridad de Alucard.

CONTINUARÁ.

Comentarios, cartas de muerte, aquí abajito, o en el cuadro de chat, o si desean a mi correo:
shicakane@hotmail.com paz y amor!

lunes, 21 de enero de 2013

Proverbios de Gibrán Jalil Gibrán


Según la RAE proverbio quiere decir “sentencia o refrán”, sobre el autor de estos pronto abusaré de wikipedia, pero por mientras decir que es del Líbano, que vivió entre los años 1883 y 1931, y la foto de portada del libro del que lo rescaté bastará. Está será una antología de una antología, sólo que mi criterio es mi gusto personal y caprichoso.
 
"La inspiración canta siempre: ¡nunca dará explicaciones!"

"La mitad de lo que digo no tiene sentido, pero lo digo para que se entienda el sentido de la otra mitad."

"Más deslumbra la belleza al corazón que la añora, que al ojo que la mira."

"¿Fue el amor de la madre de Judas menor que el amor de María por Jesús?"

"Todo hombre ama a dos mujeres: una es hija de su imaginación; la otra aún no ha nacido."

"La amistad siempre sea una responsabilidad; nunca una oportunidad."

"El desacuerdo puede ser el camino más corto entre dos mentes."

"Puede olvidarse aquel con quien se ha reído ¡nunca aquel con quien se ha llorado!"

"Todo hombre es descendiente de todos los reyes y de todos los esclavos que han existido."

"Verdadero hombre justo es aquel que se considera a medias culpable de las malas acciones de los demás."

"¡También puede un hombre suicidarse en defensa propia!"

"La tortuga tiene más que contar del camino que liebre."

"¡Dios me haga presa del león, antes de convertir al conejo en presa mía!"

"Marcharé con los que avanzan: ¡No me detendré a ver pasar el cortejo!"

"Quien se llenase de todo lo que se sabe ¿Qué espacio dejaría para todo lo que no se sabe?"

Lista de libros leídos el 2012 (cumplido record de 50)


Aquí la lista de los libros que leí a lo largo del año 2012 (de hecho el último libro lo leí unas dos horas antes de año nuevo). Esta fue una meta que no me la tomé tan en serio como puede parecer, sólo me preocupé las últimas dos semanas del año, más o menos, cuando tuve que escoger 10 libros cortos que igual estaban en mi “rincón del mueble, donde están los libros para leer inmediatamente” así que no fue tan malo después de todo. No hay que olvidar, sin embargo, que no importa la cantidad sino la calidad, y lo cierto es que hay un par de libros que creo que me arrepiento de haberlos leído, mmm en realidad serías como 2 o 4, y es que me gusta leer de por sí. De algunos de estos libros, los que más me gustaron, pondré algunas cosas en mi blog, espero que eso anime a alguien a leerlos n,n/

1.    La devoción del sospechoso X - Keigo Higashino.

2.    Antología poética de Rubén Darío.

3.    Memorias para olvidar - Manuel Paredes Pared.

4.    Ética para Amador - Fernando Savater.

5.    Cumbres borrascosas - Emily Bronte.

6.    En celo - Cecilia Garrido.

7.    Adaptación de “El libro de las maravillas” de Marco Polo - Oscar René Aedo.

8.    El Decamerón - Giovanni Boccaccio.

9.    Chimal Popoca Niño Azteca - Jaqueline Balcells y Ana María Güiraldes.

10. Ay mama Inés - Jorge Guzmán.

11. Memorias de una joven católica - Mary Mccarthy.

12. Historia del ojo - Georges Bataille.

13. Lolita - Vladimir Nabokov.

14. El niño que enloqueció de amor - Eduardo Barrios.

15. Sub sole - Baldomero Lillo.

16. Cuentos de amor, de locura y muerte - Horacio Quiroga.

17. Ternura - Gabriela Mistral.

18. El socio - Genaro Prieto.

19. Historia universal de la infamia - Jorge Luis Borgues.

20. La última niebla - María Luisa Bombal.

21. Montaña dentro - Marta Brunet.

22. Justine - Marqués de Sade.

23. La genealogía de la moral - Frederic Nietzsche.

24. Memoria de mis putas tristes - Gabriel García Márquez.

25. El delincuente, el vaso de leche, el colo colo y otros cuentos - Manuel rojas.

26. Las desventuras del joven Werther - Johann Wolfgang von Goethe

27. El hombre light - Enrique Rojas.

28. El retrato de Dorian Gray - Oscar Wilde.

29. El Satiricón - Cayo Petronio.

30. Donde vuelan los cóndores - Eduardo Bastías Guzmán. à horrible...

31. El hacedor - Jorge Luis Borgues.

32. La vida simplemente - Oscar Castro.

33. Mi hermano hippie, por Papelucho - Marcela Paz.

34. Bodas de sangre - Federico García Lorca.

35. La casa de Bernalda - Federico García Lorca.

36. Yerma - Federico García Lorca.

37. Textura en extinción - Claudia Hernández López.

38. El Aleph - Jorge Luis Borgues.

39. Crónica de una muerte anunciada - Gabriel García Márquez.

40. Coronación - José Donoso.

41. Gorgias, o sobre la retórica - Platón.

42. El aburrimiento de Suzumiya Haruhi - Nagaru Tanigawa.

43. El extranjero - Albert Camus.

44. El fantasma de Canterville - Oscar Wilde.

45. La rebelde Gabriela - Matilde Ladrón de Guevara.

46. Historias de Aristófanes - Aristófanes.

47. Teoría de las flores - Marcela Reyes Harris.

48. El jardinero - Rabindranath Tagore.

49. Papelucho historiador - Marcela Paz.

50. El anticristo - Frederic Nietzsche.

miércoles, 16 de enero de 2013

Cap 23 y una sorpresa: fanfic de The Tyrant Who Fall Love / Koi Suru Bou kun


Hola! Espero que estén pasando buenas vacaciones (para los que tienen vacaciones en estas fechas, en realidad 8D) yo estoy disfrutando de la vida pero aún así estoy ansiosa pues debo estudiar un par de muchas cosas (XP) para mi práctica que comienza en marzo; pero aún así estoy más constante con el fic, y en realidad, me gustaría terminarlo antes que empiece mi práctica ¿qué opinan?

Cap 23:
Mientras, en la cocina, senpai había puesto el hervidor y buscaba un plato donde poner los pastelillos que había ofrecido esa chica. Ésta, en cambio, estaba inmovilizada, no se atrevía a mirar a senpai porque éste aún continuaba desvergonzadamente en piyama, y evitando esa visión no le quedó más que notar la montaña de trastos sucios que había en el fregadero “¿así serán las casas donde sólo viven chicos…?” supuso tiernamente. Y entonces, pensó que podía ayudar, tal vez un toque femenino pudiera hacer que Morinaga la apreciara más, e incluso, que senpai no fuera tan apático ¿todo es posible, verdad?

- eh, senpai - dijo con voz baja y suave, no podría evitar su timidez.
- qué? - dijo apático y secamente senpai sin siquiera mirarla, ya había encontrado el plato indicado y sólo quería volver a la habitación, temía lo que estuviera pasando ahí.
- em, permítame ayudarlo, puedo lavar los trastos…

- eh? - la miró ahora, fríamente, Yumi tembló. Senpai veía a esa pequeña figura, hace mucho que no hablaba con una chica a solas (si no mal recordaba, una escena de juventud en una terraza de la escuela preparatoria, una confesión y su rechazo había sido su último recuerdo de esta índole) pero nunca había sentido nada en especial, igual que ahora. Miró los trastos, y fríamente pensó que si podía tener algo de utilidad la presencia de esa chica ahí, no tenía nada de malo aprovecharla, después de todo, las ollas para avena se estaban acabando - …. Haz lo que quieras - dijo sin mirarla otra vez, el hervidor tardaría unos pocos minutos, y senpai hubiera querido cambiarse en ese momento de ropa, pero no era posible, toda su ropa estaba en la habitación donde esos dos hablaban ahora ¿de qué hablarían? ¿sería una buena escusa entrar a buscar una muda de ropa para saber…? No… eso sería demasiado… desesperado……. Pero…
 - iré a cambiarme - escupió senpai. No esperó que Yumi le contestara. Él ya caminaba por el pasillo.

***
Cuando entró, el ambiente estaba realmente tenso, tanto como Yamagushi y Morinaga dieron un salto cuando vieron a senpai. Hubo un momento de turbación y…

- vine… - senpai desvió la mirada - por una muda de ropa…
Senpai abrió un par de cajones y empezó a revolverlo un tanto, no buscaba ninguna prenda en especial, y no sabía por qué hacía tiempo, era obvio que esos dos no querían hablar en su presencia.

Pero entonces, alguien cortó el silencio.
- entonces, esta es tu habitación, senpai? - era la voz baja y temblante de Yamagushi.

Senpai volteó, por supuesto que Yamagushi lo sabía ¿qué buscaba con esas malditas preguntas?
- así es... - recogió una camiseta cualquiera y entonces volvió a buscar en otro cajón unos jeans también cualquieras.

El silencio entonces se volvió más pesado, más frío e inquietante, por lo que Morinaga, nervioso y casi desesperado trató de aclarar las cosas, al menos comenzar a hacerlo.
- eh-ehm, es que… - dijo nerviosamente - mi cuarto… lo dejé con llave ese día - bajó la cabeza, nunca ha sido bueno para mentir - por eso senpai me trajo al suyo… - era tan extraño, si en realidad el único que deja con llave su habitación siempre ha sido senpai…

Yamagushi miró de reojo a su amigo, senpai sospechosamente los había interrumpido en el momento en que la conversación era más importante, en el tema de la “sangre” ¿qué explicación daría Morinaga? ¿podía creer en ella? Lo que tenía seguro es que él mismo no podía encarar a senpai, no, no era lo suficientemente valiente, y eso lo avergonzaba.

- ya veo… - dijo por lo bajo Yamagushi, cada vez se sentía más débil, como si todo lo vivido en ese momento le fuera pesando en el pecho, pensaba demasiado sin concretar nada y ya se sentía paranoico, pero por dios ¿qué explicación cuerda y sana puede tener una mancha de sangre?
Senpai miró de reojo a Morinaga, que lo miraba vacilante y tímido, como si le preguntara si había hecho bien en decirle eso a su compañero. Pero ni el mismo senpai lo sabía. Ni siquiera sabía qué le había dicho Yamagushi hasta ese momento, ambos se veían turbados pero la razón podría ser desde su simple presencia ahí (senpai es consciente de eso) hasta… el que Yamagushi haya develado su secreto ¿era posible? Su secreto, el secreto de Morinaga y de él, la verdad.

Mientras senpai se preguntaba qué podía hacer o decir una voz suave y tímida soltó un “disculpen” en el umbral de la puerta. Era Yumi, traía una bandeja que senpai no recordaba haberle pasado, en el que había té y los pastelillos. La pobre no tenía idea de lo que pasaba en esa habitación, mucho menos lo que pasaba entre senpai y Morinaga, y en ese momento, cuando senpai la vio en el umbral de su habitación, pequeña, tímida e inocente, de alguna manera sin pensarlo la vio como víctima de todos ellos.
- ah, gr-gracias - dijo Morinaga, su cortesía era más fuerte que su turbación, lo cual lo salvó de que el silencio tenso continuara aún con ella ahí.

- e-espero que te gusten… - entró tímidamente Yumi, dejando la bandeja en el escritorio y sirviendo el té lentamente. Era tan ingenua que no se dio cuenta del horrible ambiente que se estaba viviendo en esa habitación.
Entonces senpai pensó (aunque no de forma demasiado racional) que con Yumi presente Yamagushi tampoco se atrevería a... “decir nada inapropiado”, podía ir a cambiarse en paz.

- iré a cambiarme - volvió a decir senpai, y se dirigió al baño aunque Yumi ya le había servido una taza de té.


 
Ya en el baño, lo primero que hizo senpai fue mojarse la cara, no era para despertar (ya estaba sumamente despierto con todo ese ajetreo mañanero) sino más bien, lo hizo para aclarar sus ideas. ¿Qué era lo que debía hacer a continuación? Lo correcto debía ser aclarar todo con Morinaga, todo al menos con respecto a ese día en que se desmayó, porque lo demás lo sentía más o menos solucionado, ya que senpai no puede exigirse decir tanto ni hacer grandes cambios, pero sentía que estaba al menos aclarado en sentimientos, y en su mente. Pero lo de ese día, cuando Morinaga se desmayó ¿por qué después no le dijo nada? Debió haberle contado, en especial lo de Yamagushi, lo que senpai pensaba que éste sospechaba… pero sabía bien por qué no lo había hecho, porque le daba miedo, apenas ahora aceptaba que podía “estar” con Morinaga, y le había costado tanto llegar a eso, y ahora ese tipo, Yamagushi, podía saberlo, y el hecho de asumir ante otra persona que estaba con Morinaga era simplemente aberrante, con suerte y mucho esfuerzo había hace un día asumido para sí mismo que estaba con Mori, asumirlo ante otra persona, que siquiera era Morinaga,… no, era demasiado.

Y ese día… lo que ocurrió antes de que Morinaga se desmayara, lo que prácticamente ocasionó el que se haya enfermado, ese horrible ataque que sufrió a manos de la persona... que era tan importante para él… esa mancha de sangre significaba ese ataque, el haber visto a Morinaga así, de esa forma como nunca antes lo había visto nadie, como no quiere verlo nunca más. La sangre representaba todo eso, y Yamagushi la había visto, senpai sentía que ese tipo con sólo haber visto la sangre, también había visto toda esa escena, sabía de ese Morinaga aterrador, de él mismo tan débil, del dolor y las lágrimas; era algo tan intimo, algo que en parte quería olvidar pero que de alguna forma era algo preciado porque lo sentía como la unión que más íntimamente había tenido con Morinaga, cuando los dos mostraron al otro una parte de sí mismos desconocida hasta por ellos mismos: Morinaga un monstro, senpai una víctima degradada… que siquiera quiere luchar. No, Yamagushi no tenía derecho de saber nada, y tal vez Morinaga tampoco, para senpai… era tan personal esa vivencia, que llegaba a amenazarle su propio YO.

Se vistió rápidamente, había tomado una decisión.

***
Mientras senpai rumiaba estos pensamientos y emociones, en su habitación el ambiente tenso se estaba apaciguando por la conversación ingenua y ¡al fin! normal que sostenía Yumi con sus compañeros.

- nos asustamos mucho ese día… es un alivio verte mejor. - decía delicadamente Yumi, con la mirada algo baja por la vergüenza, Morinaga se veía tan mono a sus ojos todo despeinado y en piyama, se sentía una pervertida por emocionarse incluso por la patilla que se le veía al no haberse afeitado hace días.
-  sí, me siento mucho mejor… - decía Morinaga aún algo nervioso - aunque lo cierto es que, no recuerdo muy bien lo que pasó…

Yamagushi que hasta ese momento se mantenía a raya de la conversación (estaba demasiado turbado) no pudo evitar interferir:
- qué? Tatsumi senpai no te ha dicho nada?

- ah, bueno… es que he dormido mucho… casi no he estado despierto - no era mentira.
- Pero me alegro que él esté aquí - dijo ligeramente Yumi, sonriente.

- eh? - los dos amigos se sorprendieron de este comentario, que a primera vista parecería demasiado inocente.
- ah, bueno… - se sonrojó Yumi, bajando la vista nuevamente - es que… parece que te ha cuidado mucho… lo medicamentos… y te ha cocinado todo este tiempo…

- ah, cómo lo sabes? - preguntó sorprendido Morinaga, Yumi era más observadora de lo que pensaba (aunque tampoco es que lo haya pensado mucho).
- es que… limpié un poco la cocina cuando estaba ahí - respondió modestamente Yumi. Lo que Morinaga no sabía es que no era que esa chica fuera realmente observadora, de hecho como toda chica mona era bastante distraída, sólo que estando en la casa del chico que le gusta no puede evitar ver hasta el mínimo detalle, como si coleccionara imágenes del entorno de Morinaga, casi sin controlarlo.

- ah?! Oh, lo siento, que hayas tenido que hacer eso…
- no, está bien, no me molestó - sonrió colorada Yumi, esas palabras eran suficiente para sentirse recompensada.

Yamagushi por mientras había bajado la mirada, el comentario de Yumi le había hecho darse cuenta de nuevas cosas, cosas que no había visto por la mala impresión (inevitable) de lo que vio ese día en que ocurrió todo
Era cierto, no podía negar que Morinaga se veía bien atendido, los medicamentos como dijo Yumi estaban en el velador, y hasta podía observar una lista con los horarios de cada uno, y esa no era la letra de Morinaga… una botella de agua y un jarro con un paño lo hacían adivinar que también lo había hidratado y cuidado su fiebre; era una sorpresa para él darse cuenta de lo considerado que podía ser senpai. Y el futón a un rincón, senpai había dormido al lado de Morinaga, cediéndole su propia cama, en verdad era difícil imaginarse a un senpai cuidando a un enfermo, pero parecía que era posible. Y era un hecho de que Morinaga se estaba recuperando.

- sí, hasta llamó a un médico, según me dijo, porque yo estaba inconsciente.
- sí? Eso es bueno! - dijo Yumi.

- sí, pero luego tendré que devolverle el dinero jajaja
Sí, Morinaga se veía mejor, seguía reflexionando Yamagushi, tal vez senpai no era del todo malvado como pensaba… pero, la mancha de sangre seguía oscureciendo cualquier reflexión que hiciera, cómo aclararlo? O… tal vez no debería, ya le estaba dando vergüenza el insistir tanto, pero estaba tan preocupado, aún si su amigo estaba sonriendo ahora, a veces sentía que éste pecaba de condescendiente a veces.

Pero una tos repentina de Morinaga hizo despertar de sus pensamientos a Yamagushi.
- estás bien? - por fin decía algo.

- sí, cof cof, sólo me duele un poco la garganta todavía.
Yamagushi y Yumi se miraron. La chica le preguntaba con la mirada si tal vez la visita ya se había alargado, Morinaga necesitaba descansar de todas formas. Otra vez la cortesía japonesa, ya innata en sus personas, les hacía actuar… Pero, Yamagushi aún quería aclararse con Morinaga, estar más seguro de que éste no era lastimado…

- bueno, supongo que es tiempo de que nos vayamos… - dijo tímidamente Yumi, mirando de reojo a Morinaga, esperando cualquier respuesta de éste con ansias y esperanzas de una atención, era tan tonto su accionar como el de Mori con senpai.
- oh, ya veo, gracias por venir - miró a Yamagushi con ojos de “no te preocupes, estoy bien” pero éste seguía mirándolo desconfiado ¿se estaba involucrando demasiado? Pero hablamos de Morinaga, el chico más amable de la clase sino de la universidad, como un flash recordó lo preocupado que estaban todos cuando desapareció el primer semestre, sus compañeros, profesores y hasta estudiantes de otros cursos estaban preocupados.

- y gracias Yumi, por los bocadillos - era sólo un agradecimiento de cortesía, pero a la chica se le iluminó la cara.
Yamagushi, ya con la cara más resignada a que se iría de esa casa sin haber aclarado las cosas del todo, miró a la chica preguntándose una vez más (ya lo había pensado antes) por qué Morinaga no la hacía su novia, si ella era tan tierna e inocente, era perfecta para él, pero ante este comentario, ya en broma o en serio, Morinaga siempre le había contestado: “estoy demasiado ocupado para eso” y sonreía, obviamente era senpai el que lo tenía tan ocupado ¿por qué disfruta tanto el tiempo con ese tirano? Nunca lo había entendido, y por eso había llegado a la conclusión que era porque el tirano-malvado-ogro lo tenía de alguna manera secuestrado contra su voluntad, o más bien sometido a la voluntad del otro por la propia amabilidad de Morinaga que causaba que fuera arrastrado… pero ahora se enteraban de que vivían juntos, y que senpai era amable con él, y que lo cuidaba a pesar de todo. Morinaga no puede ser arrastrado hasta el punto de vivir con alguien, nadie lo es…; tal vez, debía aceptar que el que era más amigo de Morinaga era en realidad senpai, y que Mori era realmente condescendiente con él, y con de senpai…

- bueno, entonces nos vamos - se levantó Yamagushi, ya en la universidad cuando Morinaga volviera se disculparía con él el ser tan entrometido, y no insistiría más con lo de… la “sangre”, aunque aún esperaba que Morinaga por sí mismo aclarara eso con él, esperaba que Mori entendiera que se preocupaba de él porque lo consideraba un buen amigo.
Yumi miró algo sorprendida a Yamagushi ¿no esperarían a senpai para despedirse?

- ah, Yamagushi, espera - dijo Morinaga, estaba más relajado pero sus ojos aún guardaban algo de preocupación.
- sí? - contestó un pelín resentido su compañero, estaba confundido ahora mismo, había llegado a esa casa considerando a senpai como un verdadero tirano (del todo y en serio) y Morinaga como una víctima, y ahora se iba casi creyendo que todo era un gran malentendido, casi algo que había inventado él mismo, aunque la sangre continuaba siendo una realidad…

- em… sólo quería saber ¿alguien más sabe que vivo con senpai? - Morinaga intercaló su mirada a Yumi y de vuelta a Yamagushi, les preguntaba a ambos.
- ah - Yamagushi se sorprendió por la pregunta ¿o estaba demasiado paranoico que todo lo veía sospechoso últimamente? Yumi por su parte dio un brinco. - no… sólo yo y el profesor lo sabía, pero… - miró a Yumi.

- lo siento, Morinaga kun! Yo se lo pregunté a Yamagushi porque… - bajó la vista, sonrojada y apenada - estaba preocupada… yo insistí…
- ah! No! No te disculpes…! Está bien - dijo Morinaga nervioso, odia los malentendidos (aunque siempre tiene tantos con cierta persona) - no estoy enojado, de verdad! Es sólo…

- ….? - ambos compañeros lo vieron de reojo, Yumi de forma muy tímida y casi llorosa.
- que… comprenderán que senpai es más… “reservado” que yo jeje, así que mejor… que nadie más lo sepa… - dijo Morinaga mirando la nada y algo nervioso.

- y-ya veo… - dijo Yamagushi, y volteó un poco la mirada, no era de extrañarse en realidad la petición de Morinaga, es verdad que senpai es más reservado, por no decir apático, y tampoco es común que alguien ventile su residencia… ni con quién vive.
- de verdad no estás enojado Morinaga kun? - Yumi se lo preguntaba sin malicia, sin ánimos seductores, sólo simple preocupación, le gustaba Morinaga desde que entró a la universidad, aunque nunca se había acercado demasiado a él, y ahora, que faltaba tan poco para titularse se había esforzado por al menos amistarse más con él. Y ahora estaba en su casa, tal vez no estará todo perdido después de la titulación.

- claro que no, Yumi - sonrió con gentileza Morinaga - me hizo feliz que me visitaras. - miró a Yamgushi al final de la frase, porque se refería a ambos, pero eso no notó la chica, que puso sus manos en las mejillas ocultando su ahora, intenso sonrojo.
Eso vio senpai al entrar al cuarto.

CONTINUARÁ… pronto *_*
Gracias por todos sus comentarios, mails, y amenazas de muerte n,n una pregunta ¿odian a Yumi? A mí me da algo de lástima jojojojo.

Si alguien desea escribirme su opinión a mi mail es:
shicakane@hotmail.com

Y… chan chan! Aquí una sorpresa:
Por fin continuaré el manga de Challengers, no sé si todos los que leen esta entrada sabían que yo limpiaba y editaba este manga, pues nunca terminé el cap de Challengers de senpai y Morinaga (los únicos que trabajaba) pero ahora los retomé porque tengo más tiempo, y espero hacer otro cap del mismo manga con la misma amorosa pareja este verano.

Exactamente, y como lo pone la imagen, correspondería a la parte B del cap 4 del tomo 3 de Challengers, para los que ya habían ojeado el manga, corresponde a la parte en que senpai se deja besar por Morinaga a cambio de que éste no se vaya *w* también esta parte es recordada por senpai en unos de los últimos capítulos del manga de Koi Suru Bou Kun.
Cuando tenga lista esta parte del cap 4, subiré los demás linck todos ordenados en una sola entrada para las personas que quieran leerlos todos juntos y más ordenado porque soy consciente de que los link están hartos difíciles de hayar en el blog pues los hice hace tiempo.
Así que atentas, que me falta poco para terminar la edición, exactamente… 10 páginas jojojojo!

Un ejemplo de lo que se viene, me costó tanto limpiar este maldito scans T//T valió la pena!