Fanfic Koi Suru Bou Kun

Proyecto Challengers!

domingo, 30 de enero de 2011

Challengers Tomo 3 cap3 parte B


Espero que lo disfruten, e estado trabajando sin para para tenerlo pronto, lamentablemente me temo que el siguiente capitulo pueda tardar más de lo que desearía, pero trabajaré duro, si empiezan mis clases en la universidad será postergado demasiado! así que trataré de hacerlo ahora mismo, tambipen, pronto estará el nuevo capitulo de mi fic! cap 8 n.u
El linck de descarga es:


Que lo disfruten! ya saben, comentarios a:
n.n/ gracias a todos los que me escriben!

viernes, 28 de enero de 2011

Senpai en peluche!!!












Dios mio!!! soy tan feliz!! no lo hize yo, lo hizo una amiga para mi. Muchisimas Gracias!!!! es muy habilidosa :3. Sobra decir que mi pobre senpai está todo manoseado a estas alturas xDDD. Ah, PRONTO PARTE B del manga que trabajo. n.n/

martes, 25 de enero de 2011

Challengers Tomo 3 cap3 parte A


wiw! al fin! espero que lo disfruten, pronto comenzaré a hacer la segunda parte de este cap, y el segundo cap! gracias por esperar, espero que les guste mi trabajo. Aquí abajo está el linck de descarga (son muchas pag para subirlas de a una), también está el primer cap de mi fic por si alghuien no o ha leido (hay que hacer publicidad xD). Que lo disfruten! es mi primer trabajo en photoshop, espero mejorar!!!

----> http://www.4shared.com/file/XEUOkmv7/Challengers3cap3parteA.html


Gracias a KAI, visiten su blog también (ahí hay un fic que pronto subiré a mi blog de GreciaXjapón que escribí a punta de pistola *exagero xD*).
Escribanme comentarios a: shicakane@hotmail.com n.n/

domingo, 23 de enero de 2011

Cap 7: fanfic de The Tyrant Who Fall In Love / Koi suru Boukun

Hola! Siento la horrible demora, anduve viajando (ya verán las compras que hice *_*) y aparte de eso, entre salida y salida, este cap me salio un DRAMON!! Por lo que demoré más en hacerle mil arreglos, espero que haya quedado bien con tanta metida de mano xD. Que lo disfruten, presiento que se acerca el final, pero aun así sé que continuaré escribiendo más de está hermosa y sexy pareja *////* jojojoj
Cap 7:
Después de que senpai se fue a su habitación como una bala, Morinaga se quedó en la cama, por supuesto que no iba a poder dormir, solo quedo abrazando su propio vientre sintiendo ese vértigo que le partía el cuerpo…
“¿Qué estoy haciendo?” se sentía como un completo idiota, acababa de tener sexo con senpai y a la mañana siguiente éste le decía “apártate!” y con ese rostro tan entumecido e incomodo… ¿qué rayos significaba eso? ¡Senpai mismo se lo había propuesto! Incluso en esas circunstancias, se arrepentiría después?
¿Qué carajo esperaba? Senpai parecía que no iría a cambiar nunca, que siempre viviría arrepentido de lo que tenían, si es que tenían algo… y el dolor agudizó… lo amaba como un loco, literalmente como un loco, no podía dejar de amarlo aun si se lo proponía… y solo se estaba torturando lentamente en esta convivencia, en estos extraños deslices que tenía senpai con él, o que él le obligaba a tener.
Sus ojos comenzaron a humedecerse. No quería llorar, estaba tan cansado, y aun sentía el aroma de senpai en su cama lo que le hacia sufrir más, sentía esas ganas de volver a abrazarlo y el no estaba, solo sentía lo grande que era su cama, su ausencia, sin importar cuanto lo deseara y amaba senpai no estaba ahora en su cama, se había ido, exaltado, aturdido, arrepentido de su lado… que podía hacer? ir a llorarle a la puerta de su cuarto? Golpear, llamarlo como había hecho tantas veces? Cuánto podía seguir así? Matándose de a poco? Sacrificando lo que le quedaba de juventud en algo que no iba a nada… ¿Qué? Qué eran esos pequeños logros autoconvencidos que según Morinaga senpai había tenido…? Deslices de cuerpo? Eyaculaciones? Cuanto pesaban sus eyaculaciones?! Tener su cuerpo no significaba nada a estas alturas, y él lo sabía…
Volteó a ver su reloj despertador, eran las 11:30, a las 12 debería ir a preparar la comida, este hecho tan realista lo sacó de sus pensamientos, tenía cosas que hacer, ya no era un jovencito como de antaño que lo daba todo por la persona que amara, luchando contra su familia, contra un pueblo entero como lo hizo por Masaki, ya no podía hacer eso, era demasiado mayor para algo así, pero parece que era parte de su personalidad enamorarse de hombres que terminaban haciéndolo sufrir de esas maneras, destruyendo todo el mundo que había comenzado a levantar de apoco, de pronto se enamora y todo se desmorona…
Se dejó caer en la cama una vez más, miró el techo, el olor a senpai estaba en todas partes y su cuerpo desnudo aun podía sentirlo. Levantó su brazo buscando su cicatriz, la que le recordaba el primer beso que senpai le dio por las buenas… la acarició con su otra mano… que más podía dar por él? Había incluso ya arriesgado su vida casi dos veces…
Ante tantas crueles realidades… Morinaga se daba cuenta que penosamente estaba tratando de obligar a alguien a enamorarse de él, sea a base de sexo, sea a base de eternas atenciones para con senpai, pero el amor no era algo que podría obligarse a sentir, Masaki se lo había enseñado, y él simplemente había decidido olvidarlo para no ver su penosa situación.
Dio un largo suspiro, una lagrima rodó por su mejilla cayendo al colchón, en este último tiempo no hacía más que llorar, se la limpió, se levantó y se vistió, yéndose a preparar la comida sintiendo aun ese dolor en el estomago, tenía cosas que hacer, debía estudiar y las cosas de la casa estaban atrasadas… y senpai… que haría él? Se haría el desentendido? Casi ya no le importaba, quería que el sufrimiento agotador que sentía, ese poco intenso y tortuosamente prolongado explotara de una vez, que otra vez quedara todo destruido y empezar nuevamente saltándose el horrible duelo de meses en que se sumiría… pero a la vez no podía desear esto… amaba tanto a senpai, que incluso el terminar la nada que tenían le provocaba tanto dolor, incluso más que el que sentía en su corazón en ese momento.
No sabía qué hacer.
Senpai había quedado en el comedor, frente a ese plato vacío, ahora nuevas preguntas venían a su mente: ¿qué significaba la conducta de Morinaga hace un momento? fue alguna clase de broma? Un reproche?! quería agarrar a Morinaga a gritos y golpes…! Siempre lo confundía, perturbaba su paz, el equilibrio en que había vivido durante años, de pronto él aparece y todo lo desmorona…
Senpai trató de pensar con claridad mientras miraba el plato vacío, maldijo su mala suerte, el que su único amigo tuviera que ser gay y para más remate tenía que enamorarse de él! Es cierto que al principio siquiera creyó en sus sentimientos, pensó que podía ser un mal entendido simple, confundiendo amor con amistad, como sucedía con su hermano (conclusión a la que había llegado después de muchos cigarrillos tiempo atrás) y siquiera lo creyó después de que Morinaga fue capaz de hacerle aquella… “cosa” hace casi un año, entonces simplemente pensó que era un pervertido… al final, qué es ser gay? Senpai no podía pensar más que en una extraña perversión sexual el serlo, pero… amor? No, amor no puede ser, como puedes amar a otro hombre?! Es decir, no es que él sea un caza nova, en realidad, nunca a estado con una chica… “nunca tuve tiempo siquiera de pensarlo, de pequeño solo traté de cuidar a mi familia, y cuando llegué a la universidad me concentré en mi trabajo… solo mi familia y mi investigación me importan…” pero todo había cambiado desde que Morinaga apareció, justo entonces toda su familia, e incluso su hogar se había alejado (en el caso de la casa, destruida) Kanako se había ido fuera del distrito e incluso Tomoe se había ido del país (y con un hombre lo cual era peor!), y de pronto terminó sin darse cuenta viviendo con Morinaga… “el pervertido…” se lo decía pero no se lo creía en verdad, sabía por dentro que si bien Morinaga era un maniaco sexual, tenía un fundamento sentimental para serlo: amor (fuera de que senpai lo aceptara o no).
Pero, y qué era de él? Cuál era su razón? Cómo pudo hacer eso anoche…? Siquiera verbalizado en su mente senpai se hizo estas preguntas “bueno… es una reacción física… es normal… soy hombre después de todo” pero por supuesto sabía que esa no era buena respuesta, ser hombre solo mostraba lo raro que era hacer eso!
Meditando y meditando… senpai se dio cuenta que nunca había tenido una sexualidad activa, es decir, una vida sexual o cosa por el estilo, como se fijó antes siquiera había pensado en tener novia, creía casi como un presentimiento que alguna vez conocería a alguna chica, se casarían, tendrían hijos y etc., que eso iba a llegar en algún momento y punto, no le importaba cuándo ni cómo o poner algo de su parte, le importaba cuidar a su familia y su trabajo, lo demás llegaría solo, y eso, siquiera era planeado, era una simple impresión, como algo “natural” para él.
Y sobre el sexo… lo cierto es que nunca lo había hecho con una chica, alguna vez en la secundaría se le habrá declarado una o dos (tal vez más pero esas cosas él las olvida) pero la preocupación por su familia era lo que más le importaba, ir a buscar a Kanako a su colegio, ir con Tomoe de vuelta a casa, estar siempre con ellos mientras su padre viajaba por el mundo como buen biólogo… Además… nunca había sido bueno con las relaciones en general, de ningún tipo, honestamente.
Siquiera la masturbación era algo que él hiciera! Cuando lo hacía era prácticamente una molestia, prefería no tener que hacerlo pero si tenia que suceder, lo hacía de mala gana “maldita reacción biológica de adolescente”, pero desde que ocurrió aquello con Morinaga… todo eso había cambiado, era como una explosión de testosterona! La sexualidad que nunca había vivido en esos 25 años le venia acumulada y con intereses! solo porque ese idiota pervertido no paraba de acosarlo y hacerle cosas raras… “maltita sea… qué me ha hecho?!” imágenes de los ya tantos encuentros que habían tenido vinieron a su mente, sombras borrosas que lo hacían temblar, sentir escalofríos… “qué, qué era? Qué es…?” la cara de Morinaga sobre él, su voz llamándolo… era tan fácil dejarse llevar, solo debía cerrar los ojos y Morinaga fluía por él con tanta naturalidad, y cuando de pronto sentía esa incomodidad, ese dolor, el arrepentimiento… era demasiado tarde, Morinaga lo sostenía en sus brazos obligándolo a no detenerse para sumirlo en algo más increíble de lo que hasta ese momento estaban haciendo… estaban haciendo… “no! yo no…!” con las manso en su cabeza, el plato tiritaba por el temblor fuerte del cuerpo de senpai, no había llegado a ninguna conclusión… algo le pasaba, es cierto, pero aun no sabía qué.
- senpai?
- Ah!
CRACH! El plato se había roto contra el piso, senpai ante la sorpresa de oír a Morinaga se había levantado tan de prisa por la sorpresa que el plato cayó inevitablemente al piso. Morinaga lo miraba sorprendido… pero más se sorprendió senpai cuando vio como vestía éste, que en realidad no estaba vestido, tenía una toalla envuelta en su cintura y una pequeña suelta sobre su cabeza, senpai se sonrojó por la visión (ya que justamente estaba recordando cosas acaloradas en primer lugar) mientras Morinaga lo veía preocupado ya que sin importar a cuantas conclusiones había llegado anteriormente, no podía evitar preocuparse por senpai como todo un atento enamorado.
- ¿Estás bien? Qué pasa? – Morinaga se acercó un tanto.
- Ah – senpai retrocedió otro y bajó la cabeza.
Morinaga paró secamente.
- …. – lo miró, sintió el vértigo en su estomago otra vez, bajó la mirada; se arrepintió de haber hecho eso de “haberse lavado las manos” una maliciosa venganza para cobrar sus lagrimas de aquella mañana (aunque inconcientemente, un desesperado intento para que senpai no se hiciera el olvidadizo con lo sucedido – lo siento… no tengas miedo, no iba a hacer nada… – y la tristeza volvió a sus ojos, se vio a sí mismo medio desnudo, senpai tendría miedo, mejor irse – vendré a recoger desp-
- No! no tengo miedo! – senpai lo miraba alterado, le había costado decir esas palabras pero al darse cuenta de lo que pensaba Morinaga pudo decirlo en un acto de euforia – es decir… - volvía a su rasocinio común mientras Morinaga lo miraba atento esperando inconcientemente alguna muestra de amor en esas palabras aun si había decidido ya no esperar más - claro que me… asusto un poco – bajó la mirada y tembló - pero no es que te odie o algo así… solo… que es raro para mi…. – no sabía bien a que se refería ni él mismo, en verdad estaba hablando de la “relación” que tenía con Mori y no se había siquiera dado cuenta; ese plato roto había dado pie para hablar algo mucho más profundo de lo que se hubiera esperado.
- …… - Morinaga lo miró con ojos brillantes, pero se sacudió un tanto la cabeza, no, no podía volver a lo mismo, cuántas veces senpai había dado pequeños pasos como este para después ser todo como… siempre, como si no hubiera dado ninguno - ….. yo…. – bajó la mirada igual que senpai – limpiaré después, déjalo ahí, no te cortes…. – y se fue.
- Eh? – senpai lo vio irse, una espalda que se alejaba, donde aun pequeñas gotas le caían desde su cabello; oyó la puerta cerrarse, y seguía de pie ahí, sin comprender, la verdad, siquiera tenía pensada una reacción de parte de Mori, pero sabía que tampoco esperaba una como esta.
Oyó una puerta cerrarse. Y seguía de pie ahí, sin comprender.
Pero al momento sus pies se movieron por sí solos, en su mente estaba solamente el desconcierto y la preocupación que le causaba esa espalda alejarse… alejarse y perderse. “NO!”. De pronto se encontró frente a la puerta de Morinaga.
- Abre! Morinaga abre la puerta! – golpeaba con desesperación, como esa vez en que Morinaga desapareció y no pudo resistir el golpear una y otra vez esa puerta a pesar de saber que no iba haber reacción del otro lado – abre! Morinaga abre!
Del otro lado, al contrario de aquella vez, Morinaga estaba de pie apoyando la espalda húmeda contra la puerta, y sus uñas presionando la madera, apretaba los dientes y sus parpados, aguantando no abrir la puerta, aguantando ignorar al ser que más amaba en el mundo “qué… qué hace? Por qué haces esto senpai?” siquiera le salía la voz, sabía que si senpai continuaba golpeado su puerta y llamándolo con esa voz tan desesperada, no aguantaría más, le abriría la puerta, y lo besaría como un loco, significaría para él que senpai lo quiere, aunque sea un poco; se ilusionaría, lo sabía, era tan fácil ilusionarse, más que luchar contra sus propios sentimientos.
- Morinaga! ábreme! Ábreme! – en la mente de senpai solo estaba la desesperación del rechazo de Morinaga hacía él.
- … detente… - un pequeño susurro se oyó del otro lado de la puerta. Senpai al principio no lo oyó, pero el segundo sufriente “detente” lo oyó claramente - … por favor…
- Mori… - detuvo los golpes. La verdad era que Morinaga casi había llegado con el corazón destrozado a su habitación, y que senpai lo hubiera seguido hasta ahí era la gota que recalzaba el baso…
Senpai se asustó, pasó su mano por esa puerta, como si por instinto supiera que Morinaga estaba pegado a ella del otro lado.
- Morinaga ábreme. – dijo ahora sereno, una extraña convicción lo envolvió, aunque no tenía idea que iba a hacer cuando esa puerta se abriera, o tal vez lo sabía su corazón antes que su mente.
“Se acabó…” Morinaga se dejó caer al piso, deslizándose por la puerta, quedó sentado con la cabeza baja, la toalla de su cabeza cayó al suelo “se acabó… no puedo luchar más”. Se echó hacía delante, se arrodilló “va a aniquilarme… y no puedo luchar contra eso…”. Se dio la vuelta completamente resignado, y abrió la puerta de rodillas.
- Morinaga… - senpai lo vio, completamente entregado al sufrimiento del que sabía no iba a escaparse, porque senpai no lo amaba o nunca lo recocería, Morinaga presentía que senpai iba a vivir en una confusión absoluta, hasta que conociera una chica… y se iría, mientras que su egoísmo lo obligaría a permanecer a su lado.
Su cara era casi pálida, y vacía, como si hubiera gastado todo el sufrimiento que podía sentir, y ahora solo le quedaba ser victima de algo inevitable.
- ….- no decía nada, siquiera podía ver a senpai, con la cabeza baja solo esperaba lo que vendría, sea lo que sea, no podría rechazarlo.
- Morinaga! – senpai al verlo así también no soportó más, se agachó y lo abrazó. Pero Morinaga no reaccionó, no sintió amor, solo una punzada, como si le estuviera rasgando el corazón con ese abrazo. Cerró los ojos, aceptó ese doloroso sentimiento, no pudo abrazar a senpai, sus brazos le pesaban.
- ….. “¿Qué estás haciéndome…?”
- ...Está bien, Morinaga… – su voz estaba entrecortada, aun no entendía bien lo que decía, ¡pero quería decirlo! – está bien… yo lo acepto… lo acepto…
- eh?... – era como si nada fuera real, no podía comprender lo que senpai le decía, tal vez porque creía que ya nada de lo que le dijera cambiaria la situación.
- Lo acepto! – puso una mano en cada mejilla de Mori, alejándolo de su abrazo para mirarlo a la cara – está bien… está bien… – lo miraba con desesperación, mientras que Morinaga lo veía confundido con una mirada aun algo vacía - no me mires así! No… con esa mirada tan triste, Morinaga! – y lo besó. Con desesperación, con angustia, como nunca lo había besado; cerró los ojos, estiró sus labios, apretó sus manos en cada mejilla obligándolo a presionar sus labios contra él de una forma brusca, con tanto miedo… de perderlo, sea su compañía, sea su actitud para con él, sea lo que sea que tenían.
Morinaga tenía los ojos entreabiertos, ahora brillaban un poco aunque no había podido comprender lo dicho por senpai, ¿Qué significaba? Qué era…?
- …no… - gimió en la boca de senpai, el aliento de sus palabras entraba un poco en su boca – basta… tienes que… parar esto… - cogió sus manos, las bajó de su cara, susurró cortadamente, sin poder mirar a senpai, que lo miraba a su vez sorprendido y acalorado – debes detener esto… porque yo… no puedo detenerte…. – hubiera llorado si no hubiera gastado ya tantas lagrimas – yo no puedo parar… páralo tu! Páralo tu! – y apretó sus manos en las suyas con rabia y pena.
- … está bien! Te digo que está bien! No lo entiendes? – librándose de su agarre lo cogió de los hombros con algo de impotencia y miedo – yo lo acepto!
- …. Qué es eso…? Qué aceptas…? Que significa eso?! – Morinaga se levantó de pronto del piso, apretó más su toalla de su cintura, había cambiado su rostro, ahora veía a senpai con una mueca de enojo extraña, porque contenía también tristeza.
- Ah… - senpai arrodillado todavía, vio a Morinaga mucho más grande, por lo que le pareció ver más enojo que pena - …… - bajó la mirada, su boca aun sensible por el beso dado a Morinaga se mantenía semiabierta, atontada. ¿Qué significaba? La verdad… no lo tenía claro, solo no quería que Morinaga sufriera, no quería perderlo… pero tal vez… solo le hacía daño? – Morinaga – lo miró otra vez y se levantó, senpai tenía una mirada entre seria y asustada – significa… significa… - no podía decirlo porque aun no lo comprendía, solo tenia el sentimiento, pero era tan difícil comprenderse a sí mismo.
- ¡Basta! ¡Vete! – dijo tenso, apretando los ojos “para de lastimarme! Me estas matando!” quería gritarlo, pero no quería darle más vueltas melodramáticas a la situación, estaba arto de eso, volteó su cara – vete! Ya déjame! …. por favor… - se quebró, pero tenía que aguantar! Apretó sus puños, y retrocedió unos pasos como si temiera al hombre al que acababa de gritar.
- No… Morinaga – otra vez ese miedo… - no, Morinaga – se acercó a él como un impulso, y de forma sorpresiva hasta para él lo volvió a besar, con miedo, mucho miedo, quería hacerlo perderse a él y a sí mismo en ese beso, olvidar todo, y que Morianga por ese beso continuara siguiéndolo como siempre lo hacía.
- No! déjame! – trataba de apartarlo, pero no tenía fuerzas, y senpai continuaba besándolo con desesperación, mientras que Morinaga se resistía apenas poniendo sus brazos en el pecho de senpai sin incluso tocarlo – maldita sea! – decía entre sus labios… - no sabes… no sabes… - lo miró a los ojos, senpai sintió su mirada abriendo a su vez los suyos delatando en su mirada miedo y tonto pudor – no sabes cuanto te odio… y como… como te amo! – lagrimas nuevas que creía acabadas volvieron a surgir – yo quería alejarme! Dos veces lo intenté! Y no me dejaste! No me dejaste marchar!!! – lo abrazó, mientras senpai continuaba asustado y desesperado – ahora… AHORA CÓMO SE SUPONE QUE DEBO DEJARTE?! NO PUEDO UNA TERCERA VEZ! ME MATARÍA! dios mió… - lo abrazó tan tan fuerte que a senpai le dolió el cuerpo, Morinaga lloraba, estaba devastado, sabía que no podría hacer nada, que ese hombre lo destruiría todo y ya no podía escapar.
- Está bien, está bien – senpai lo abrazó a su vez, le acarició el cabello desesperado – te dije que yo… que yo aceptaré… - no podía verbalizar qué era lo que “aceptaba” todavía, pero no podía parar de decirlo – lo acepto así que… quédate… - lo dijo ya como súplica llevándolo a su cama aun en ese abrazo, lo acostó, pero Morinaga no lo soltaba, llorando y llorando – no llores más, no llores – senpai no sabía que hacer, se dejó llevar por los brazos desesperados de su ayudante acostándose a su lado.
Morinaga se aferró fuertemente al cuerpo de senpai, su respiración era desordenada, estaba completamente alterado y senpai no sabía qué hacer, trataba de pensar una solución, una forma de confortarlo pero era tanto el impacto de la escena que no podía pensar en nada más que en abrazarlo tan fuerte como el otro lo abrazaba a él.
Pasaron 5, 10 o incluso 15 minutos, en los que paulatinamente Morinaga fue calmándose, había dejado húmeda la camiseta de senpai con sus lágrimas, y éste no hacía más que abrazarlo y absorber a su vez parte de su pena.
- senpai… - una voz distorsionada lo despertó de ese trance – debes prometerme… - Morinaga al fin levantó el rostro del abrazo de senpai, era un rostro empapado y ojos hinchados y vidriosos, esa cara lastimó más a senpai que cualquier palabra dicha en esa velada – que… cuando encuentres a una linda chica… y quieras estar con ella…
- eh? - no podía adivinar a donde se dirigía Morinaga.
- Tendrás que dejarme… debes dejarme…. No puedes ser – y otra vez lagrimas – tan egoísta… debes dejarme… porque yo… *hic* no puedo dejarte, no puedo! – y lo abrazó otra vez, más fuerte que antes.
- …… - senpai estaba en shock, sintiendo el dolor del abrazo que le daba Morinaga, y el mismo dolor que éste sentía – Morinaga… no… no habrá ninguna chica… Morinaga – trató de hacerlo mirar sus ojos pero Morinaga se resistió – no habrá… - calló de pronto, se preguntó qué decía, y si estaba bien decirlo… finalmente, ¿no lloraba Morinaga así, no estaba sufriendo así por su culpa? Por todas las palabras dichas? Por toda la confusión que le daba? - ……..
- Déjame… prefiero que me lastimes de una vez y para siempre… a esta lenta tortura… - dijo Morinaga casi pensando en voz alta.
- ……… - senpai pestañó varias veces, como suele hacerlo cuando no pude comprender algo por lo impactante que es para él - …….. – no dijo nada, no pensó en nada, y abrazó más fuerte a Morinaga a su vez.
Si no podía comprender sus sentimientos ¿podría ser que éstos no eran verdaderos o demasiado fuertes? No era justo hacer sufrir a Morinaga así… por estar siempre confundido… por no ser claro ni con él ni consigo mismo mientras Morinaga se estaba desgarrando porque de verdad lo amaba.
“De verdad…” al fin, podía sentirlo y pensarlo, amor, amor de verdad, amor tan fuerte que llega a ser insano.
Y si era insano tanto para Morinaga y para él, acaso… senpai mismo no estaba siendo así? Insano? Loco? Destructor de sí mismo y de Morinaga…?
“entonces… yo también… como Morinaga….”
CONTINUARA. Prox cap LEMON!!!
Ya saben, comentarios y cartas de muertes a:
Muchas gracias por todos los correos que me han mandado, me anima mucho a seguir e inspirarme n.n.
Del próximo cap, ya escribí la idea al menos, para no demorarme tanto como en éste, lo siento otra vez por eso >->
Y ahora sí! pronto:


Gracias por leer! n.n/

lunes, 3 de enero de 2011

Cap 6: fanfic de The Tyrant Who Fall In Love / Koi suru Boukun

Cap 6: A la mañana siguiente.

Primer pensamiento: “calor”
Segundo: “¿qué hora es?”

Se removió, hacía calor, pero se sentía bien. Abrió los ojos. Morinaga tenía su nariz casi junto con la de senpai, pero su respiración era tan suave que no se había enterado de ello hasta que abrió sus ojos.

Senpai se sorprendió, pero no se tensó, era muy de mañana para eso, aunque antes “las primeras veces” eran horribles al despertar, ahora, para su desagrado (más “temor”) era más tolerante.

Tragó saliva nervioso, no quería despertar a Morinaga aunque no sabía por qué. Al moverse, sin ningún fin en especial más que el desahogar esa impresión mañanera, se dio cuenta en la postura en que estaban:

Ambos de lado frente al otro (senpai a la derecha, Morinaga a la izquierda del lado de la pared) senpai usaba el brazo de Morinaga como almohada, mientras que ese brazo se frectaba (doblaba) enredenado sus dedos en los cabellos del senpai esparcidos por toda la verdadera almohada de la cama; la otra mano de su kouhai, a su vez, le rodeaba su cintura, recorriéndola por completo con su antebrazo y por el resto su espalda por lo alto apoyando su mano debajo de su nuca.
Más abajo, sus piernas estaban entrelazadas, para ser más exactos la izquierda de Morinaga reposaba en el colchón, mientras que la derecha de senpai estaba junto a ésta, en contacto directo sus rodillas, a su vez, su pierna izquierda estaba frectada abrazando la pierna de Mori que reposaba en el colchón, y por último, la pierna de Mori, la derecha, estaba a su vez sobre la frectada de senpai imitando su abrazo.
Pero eso no era nada, no era nada comparado a la posición de los brazos de senpai, estos abrazaban a Mori desde su cintura con sus antebrazos recorriéndolo hasta arriba de su espalda reposando cada mano debajo de cada hombro de Morinaga.

Le dio un vértigo en el estomago, deshizo esa unión sacando su pierna de entre las de Mori, y sus brazos de su abrazo, ya se le había formado esa mueca estática tan de mañana…

Tutum tutum tutum…

Ese movimiento había sido solo un reflejo por el shock, ahora seguía su contrario: estar completamente paralizado por el mismo shock (xD), veía la cara de Morinaga algo ya apartado de ésta, dormía con su tranquilidad característica de después del sexo y él estaba ya con su pánico característico después del sexo “¿qué coño hago aquí?!” pensó, como era de esperarse, senpai ya estaba también con sus pequeñas vacíos forzados de memoria.
Y como de costumbre, el flash de vergonzosos recuerdos apareció en su mente, rápidos como una ola de agua muy fría, lo hizo sonrojas, bajar la cabeza y cerrar los ojos fuerte (como si cerrando los ojos pudiera evitar ver lo que su mente le mostraba) para abrirlos de inmediato mostrando unos ojos confundidos y estupefactos “no… cómo…? Cómo llegué a eso…?” vio a otra vez a Morinaga, los recuerdos eran demasiado honestos, no podía enfadarse, no había sido como otras veces, él había decidido hacer lo que hizo (y hecho la mayor parte de todo, lo que era peor) los recuerdos de ese vaivén sobre Morinaga, y la visión misma de éste debajo de él suspirando y llamándolo desesperado… “no! qué…?” Un caos mental de menos de dos segundos pero que fue suficiente para colapsarlo apareció en su mente, se tensó, tragó, notó el cuerpo desnudo pegado a su lado (es decir, noto la zona intima de Mori muy cerca) y eso fue la gota que rebalsó el baso…

- ….!! – sus labios se abrieron mientras apretaba los dientes, todo el caos en su mente se aclaró llegando a la simple conclusión de “debo irme de aquí”.

Hizo su segundo movimiento, decidido a salirse de la cama, recoger sus cosas rápidamente y en silencio irse de ese cuarto, y rogar por que no fuera demasiado tarde y así poder ir (escapar) a la universidad después de un baño. Pero cuando se movió, el dormido Morinaga al sentir que el cuerpo de su senpai se alejaba, por instinto e intuición de enamorado se removió buscándolo, atrayéndolo a él otra vez y estrechándolo en un abrazo, acariciándolo un poco, y presionando su mejilla con la de senpai haciendo el mismo ruido que este último había hecho medio dormido la noche pasada.

- waw! – los brazos del senpai no sabían a donde ir, estaba demasiado unido a Morinaga, una mano se presiono contra un hombro de Mori, mientras que la otra apretó las frazadas, sintió la pierna derecha de Morinaga envolviendo del todo su cadera al doblarse completamente, definitivamente, lo había apresado (incluso dormido lo hace xD).

Se removió otra vez olvidando su intención de no despertar a Morinaga, ahora solo quería alejarse de esa chocante realidad que lo inquietaba tanto, hacer borrón y cuenta nueva como si nada hubiera pasado, como el había hecho tantas veces. Pero entonces, sintió el exquisito aroma del cuello de Morinaga como si todo su aroma se concentrara ahí, senpai se perturbo, después pestañó un par de veces, su mirada se perdió un poco, ese aroma lo embriagaba (eso, y el haber recién despertado y de forma tan brusca), sus manos se apoyaron en la parte delantera de los hombros de Morinaga, fue un pequeño lapsus, no más de 3 segundos, pero suficiente para perderlo…

- mhn… - se acurrucó Morinaga, hundiéndose ahora él en el cuello de senpai, haciendo ya sonrojar a éste, sobresaltado pero demasiado aturdido para tratar de detener el tacto dormido de Morinaga.

Pero senpai no era el único embobado en el aroma del otro, Morinaga, aun en sus sueños, estaba embriagado por el aroma de senpai, entre “mnm… mhm” que murmuraba dormido se iba despertando de a poco por el tacto de sus dedos contra la piel del senpai y por su fragancia, rozando sus labios suavemente en la piel de senpai que estaba tan aturdido (y algo sensible) que siquiera se preocupó de que Morinaga estuviera despertando, hasta que al fin, abrió sus ojos lentamente.

- mm? – “qué hora es?” pensó sin darse cuenta del cuerpo que tenía abrazado estrechamente contra él, se alejo un tanto – senpai?

Senpai lo miraba atónito, sonrojado, con las cejas arqueadas por la perturbación, había echado la cabeza un tanto hacia atrás en su sorpresa, no podía creer que Morinaga estuviera despierto pues esa posibilidad era demasiado vergonzosa e incomoda para considerarla real.

Se quedaron mirando aturdidos, Morinaga a su vez no podía creer que tuviera a senpai en sus brazos (aunque ya había recordado – más rápido que senpai – lo que habían hecho la noche anterior) y senpai, bueno senpai… no podía creer nada en general desde aquella mañana.

Los ojos de Morinaga brillaron (cara de enamorado algo tonto xD), senpai siempre se ve tan hermoso a la mañana siguiente del sexo, su piel tersa y blanca, su pelo suelto y suave, sus labios que exigían ser besados por su belleza; con ésta visión por parte de Mori, éste no puedo evitar apretar su abrazo sin darse cuenta.

- a… aparta! – dijo senpai en una reacción demasiada ruda y espantada ante el abrazo de Mori, empujándolo un tanto con sus manos; pero Morinaga como si ya lo hubiera sabido no lo dejó ir, su mirada se había vuelto más seria en cuestión de segundos, eso comprobó senpai al verlo sorprendido por su aprisionamiento con él.
- … no te vayas… - sonó a casi suplica, pero con una seriedad cansada por haber apenas haber despertado, había reaccionado sin pensar, hipnotizado por la visión de ese senpai tan hermoso, y por el miedo horrible que sintió en su pecho cuando lo sintió alejarse.

Se calló, bajó la mirada, senpai lo veía sorprendido, ya no alterado sino simplemente sorprendido por ese tono de voz, por esa mirada entre seria y desesperada. Morinaga soltó a senpai, deshizo su abrazo y quitó sus piernas entre las de él, retrocedió un poco, se había dado cuenta de lo que había hecho, senpai quería irse y él solo lo hacía más difícil.

- per…perdona… - se sentía confundido, era como estar aun dormido, como si esto fuera un sueño y lo de anoche… ¿qué significó eso? ¿también fue un sueño? Tan de mañana, Morinaga ya se sentía devastado en una confusión, aun con senpai en su cama, aun ambos desnudo, no significaba que las cosas hayan cambiado…
- eh… - Se apartó un tanto ¿qué rayos significaba ese rostro? ¿Por qué parecía como si sufriera? ¿No bastó todo lo que hizo anoche…? Fue solo para peor? Preguntándose eso, se movió sin pensar, salió de la cama y buscó su ropa, con una cara estática, casi con rabia, no quería que las cosas fueran así, no quería esta horrible incomodidad, ese rostro en Morinaga…

Como un relámpago recogió su ropa repartida por el cuarto sin olvidar sus gafas en el velador, y estaba apunto de salir pero paró en el umbral de la puerta, siquiera había pensado en esa acción pero no podía irse así, volteó, Morinaga estaba de espaldas, se había girado y no se veía su rostro solo su espalda encorvada, senpai no podía ver que Morinaga estaba apretando los ojos mientras presionaba su estomago con sus manos, era como si toda esa confusión y dolor, que no sabía ni de donde y por qué le hubiera acuchillado el estomago.

“¿llora?” asustado, y otra vez sin pensar, senpai lo llama – Morinaga…

Éste voltea, no está llorando pero sus ojos son vidriosos, estaban tristes, cansados… un Morinaga sin fuerzas lo miraba…

- Morinaga… - volvió a llamarle, como si ese Morinaga de enfrente fuera otro, uno que senpai quería evitar, que no quería que existiese, un Morinaga desolado…

Morinaga voltea del todo, quedando en la posición inicial mira como ensoñado a senpai, aun le cuesta creer que todo sea real.

- ven - Mori lo llama extendiendo su mano hacía él pero senpai no se mueve – bésame una última vez… porque no sé cuando volveré a besarte...

Senpai paralizado lo queda mirando, sus piernas no contestan, está clavada su mirada en la de Morinaga pero no puede descifrar nada en él más que su desolación, pestañea dos veces como si eso le ayudara a comprender, camina un paso, después dos, todavía no piensa en nada pero como una sombra la petición de Morinaga le llegó y él la obedece sin darse cuenta del todo.

Ahora está frente a Morinaga, toda la ropa que cargaba en sus brazos que acababa de recoger a caído al suelo mientras caminaba hacia él, ya se había puesto las gafas por inercia, observa, su mano está en la de Morinaga y con ello vuelve a la realidad. Su mano se contrae pero no deja la de Mori que casi no la sostiene. Ve los labios de Morinaga, luego sus ojos, y cayendo en el deseo de besarlo una vez más que tenia desde la noche anterior cuando decidió dormir a su lado, lo besa inclinándose, sus cabellos caen en la cama y en el cuerpo de Morinaga, sus ojos se cierran, los labios de ambos aun están hinchados por los besos alocados que se dieron la noche pasada, por lo que están mas sensibles.

Sin saber cuanto tiempo paso en ese beso que solo significo presiones y movimientos de labios, ambos abren los ojos y se separan solo un poco. Estaban somnolientos, aturdidos, no sabían que hacer.

Morinaga dice aun rozando su nariz con la de senpai, en un susurro:

- no debería amarte tanto verdad?... – senpai abre los ojos sorprendido, Morinaga lo mira con ojos entreabiertos como alguien que ya se ha cansado de luchar – ni siquiera debería amarte… - era como si Morinaga hubiera pensado en voz alta, el vértigo doloroso en su estomago continuaba, mientras sostenía la mano de senpai y una de sus mejillas con su otra mano.
- Qué… qué dices? – dijo senpai apartándose un poco, más aturdido que nuca.

Morinaga se da cuenta de lo dicho, y sonríe con su simulación habitual de un “no te preocupes”.

- Lo siento - Suelta a senpai, en eso siente que se va parte de su vida – no me hagas caso – voltea y se tapa un poco más – dormiré un poco más, ya iré a hacer el almuerzo – el vértigo era como si lo desgarra aun si no era físico.
- Mori…
- Estoy bien… - respondió cortante a la voz preocupada de senpai.

Éste sin saber qué hacer y aun sumamente aturdido, tomó sus cosas y se fue rápidamente a su habitación.



Senpai llegó a su habitación, cerró la puerta fuertemente tras de sí y se apoyo en ella de espalda, nuevamente su ropa cayo de sus manos al suelo, mientras trataba de calmar su mente, el tum tum agitado fuera por lo que fuera era imparable, se puso una mano en el pecho, recorrió su mirada por el cuarto en la búsqueda de nada.

- ¿qué… - se puso las manos en los ojos mientras su boca tiritaba – qué está pasando?

Tras esto, senpai vagando en pensamientos incoherentes salió del cuarto buscando su celular que si mal no recordaba estaba en la sala, así pudo enterarse que eran las 11:30 de la mañana demasiado tarde para ir a la universidad, inconcientemente extrañó su antiguo hogar en el sentido de que si pasaba algo con Morinaga, él podía huir hacia allá, pero ahora no tenía más que este sitio compartido con Mori, lo que significaba verlo aun si no quería, por supuesto no podía pasarlo encerrado en su cuarto por días hasta que se le enfriara la cabeza…

Se duchó, oía las palabras dichas por Morinaga una y otra vez en su mente “no debería amarte tanto” “siquiera debería amarte” pero no lograba comprenderlas, tomarles peso, así como no podía dejar de recordarlas.
Ese baño no lo ayudo a aclararse, aun si ya había dejado sus duchas de después del sexo con la intención de purificar el asco, de esa incomodidad en su piel, ahora sentía a Morinaga dentro de él, carcomiéndole internamente ya no solo en su cuerpo; pero senpai era incapaz de verbalizar esto, solo podía sentirlo.

Cuando senpai salió del baño vestido con su pijama y una toalla suelta sobre su cabeza pudo oír sonido desde la cocina, Morinaga ya estaba preparando el almuerzo, pero senpai no se atrevió siquiera a asomarse, sentía de pronto el cuerpo agotado, ese cansancio que siempre a tenido después del sexo (y que descubrió gracias a Mori le guste o no) esas ganas de quedarse en cama y no hacer nada, más que leer o dormir, sin pensar en nada más...

Entró en su habitación, sin querer hacer ruido (no sabia por qué), se vistió, logrando solo preguntarse cómo estaría Morinaga, suplicando que no lo encarara, no ahora, no sabría que hacer… pero diablos! Cuando había sabido que hacer? sobre… sobre esto….

Toc toc, tocaban su puerta.

Senpai dio un brinco.

- Senpai, la comida está lista – dijo con aparente voz tranquila Morinaga.
- Y-ya voy! – respondió senpai, era como un pequeño animalito atrapado e indeciso aun si no tenía nada que decidir pues no tenía posibilidad de salvación.

Morinaga no contestó, senpai tras un momento salió comprendiendo que no había nada que pudiera hacer más que salir, entró a la cocina donde normalmente comían, Morinaga estaba dándole la espalda sirviéndole su plato, senpai tontamente se quedó de pie, mirándolo preocupado.

Morinaga voltea poniendo el plato sobre la mesa, se ve traquido, demasiado tal vez, más bien, es como si siguiera agotado, pero esta vez no era físico, era… emocional.

- Sírvete senpai, yo ahora iré a ducharme – Morinaga no lo vio a los ojos mientras le habló, no lo vio en toda esa escena, volvió a voltearse y guardar las ultimas cosas ocupadas en la preparación del almuerzo.

A causa de la sequedad de Morinaga, senpai ahora no lo veía preocupado sino espantado, aunque senpai no lo admitiera ni se diera cuenta siquiera, que el hecho de que Morinaga sea frió con él, es algo que lo destruye. Éste lo nota y lo mira, sonríe un tanto, no era una sonrisa calida, más bien cansada, pero sonrisa al cabo.

- Está bien senpai, siéntate.
- Ah – senpai sobresaltado obedece, se sienta mirando de reojo a Morinaga.
- Está bien – se acerca éste, inclinándose al oído de senpai, y más o menos a distancia le dice – me lavé las manos antes de prepararlo.
- …..!! – senpai voltea a mirarlo con una cara de espanto con algo de enfado (los nervios sentidos fueron remplazados fácilmente) pero no pudo ver a Morinaga, éste ya se alejaba, no pudo ver su cara siquiera cuando les dijo esas perturbantes palabras.

Comió todo lo preparado por Morinaga, aun si no tenia apetito (más bien, tenía, pero no ganas de comer) fue por el miedo de causar más tensión en el ambiente.

“Pero… Morinaga siempre suele comer conmigo…”, pensó bajando la cabeza, la comida de Morinaga por primera vez le supo amarga a pesar de su exquisitez.


CONTINUARÁ.

Cap 7: “Ya siquiera sirve llorar”.

Perdonen la demora y si alguna parte es muy enrredada (tengo que ser más cuidadosa) ya saben, opiniones, comentarios, cartas de muerte a:


n-n/ gracias por sus correos!!!