Fanfic Koi Suru Bou Kun

Proyecto Challengers!

martes, 15 de noviembre de 2011

Fanfic Vocaloid por Sakuma

Fanfic de Vocaloid (Kaito x Len à shonen ai) por Sakuma n.n/

Este fic no me pertenece, en verdad es de una amiga muy querida por mí, y con su permiso lo comparto con ustedes :3

La casa se encontraba en silencio, un silencio plácido pero que poco a poco se acabaría pues la puerta de esta tranquila casa sonó de golpe aquella madrugada Meiko entraba totalmente ebria golpeándolo todo a su paso y cantando fuertemente en el piso de arriba Kaito despertaba aletargado por tanto estruendo escuchando como en el piso inferior Luka peleaba con Meiko sobre su estado y lo preocupada que se encontraba por que no había llegado temprano de grabar su nuevo tema

- que crees que haces no deberías llegar asi! además recuerda que hay niños ahora en casa, Miku ya se acostumbro a ti y no quisiera que…

- Ajum… que pasa?- dijo un Kaito un aletargado – Deberías dejarla ya es una adulta sabe las cosas que hace, ¿no?

- Kaitooooo!!! No te metas- cambio de mirada a Meiko- los cuatro(contando a Gakupo) tenemos la misma edad y por lo tanto somos responsables de los chicos de esta casa debemos dar el ejemplo

- Lukitaaa tu siempre tan maternashl – decía Meiko aun ebria recostándose sobre el sofá – Los chiscos llegaron eshta mañana tienen que acomodarse a mi jijijijiji-

- Ya basta las dos mejor hablemos mañana es muy tarde Ajumm- Kaito con esto finalizó el tema y volvió a su habitación

Al entrar en su mente se repaso la mañana ocurrida hacía ya dos días, cuando por la puerta entraban dos gemelos tomados de la mano ella con una gran sonrisa, él algo más retraído con cara de pocos amigos ambos de 14 años. Miku había intentado agarrarles cariño pero la chica Kagamine Rin al parecer no le había caído bien la broma de Miku de echarle agua en su cabellera rubia y de todas maneras desde el comienzo no le había caído bien, entre ambas chicas se sentía la antipatía, mientras que su hermano Kagamine Len había congeniado bien con los chicos de la casa en especial había logrado llamar la atención de un apacible Kaito que se había estremecido ante la mirada del joven tan fuerte sobre él, pese a eso no habían compartido tanto como quizá hubiese querido pues Miku siempre estaba rondando cerca de él lo que mantenía a Len alejado.



La mañana fue como casi todas Kaito bajó por las escaleras lentamente pensando en una letra para el próximo tema, iba tarareando torpemente sin fijarse mucho en nadie, en la sala una preocupada Luka ponía el desayuno sobre la mesa ayudada de un chico vestido como samurai. Gakupo saludó a Kaito con una expresión de aburrimiento en su rostro por acomodar la mesa, pese a ello le fascinaba estar junto a su querida Megurine Luka era una atracción que sentía por su carácter tan maduro y sincero.

- Kaito despierta a los gemelos es hora de desayunar

- See…-

El joven fue al refrigerador donde sacó un helado de vainilla, su favorito, y subió lentamente la escalera para ser atropellado con una vivaz Miku quien corría directo a la mesa.

- ¡Ten cuidadoo!-

- @__@ - Kaito casi tropezó pero se aferro al pasamanos para oír a Luka desde la mesa

- Y Despierta a esa ebria de Meiko ¬¬

- Seee…- Kaito se llevo una cucharada de helado a la boca

- Y deja ese heladooooo es hora de desayunar!

En el pasillo él caminó directo a la habitación de Meiko, una hermosa habitación de un color terracota muy agradable, en donde justo al centro una hermosa cama del mismo color era adornada por una Meiko totalmente “desparramada” durmiendo tranquila de manera sexy medio desvestida. Kaito al verla sintió algo de vergüenza, pero no por sus ropas ligeras sino por verla ahí tirada después de otra de sus resacas, no la quiso molestar, ya se despertaría luego para comer algo y seguir bebiendo, si algo le gustaba era su alcohol tanto como él amaba su helado. En eso una duda asaltó su mente acaso a los gemelos también les gustaba el helado, de ninguna manera permitiría que se comiesen su helado era algo que no dejaría pasar, era todo suyo.

Pensando en esto golpeó a la habitación de los gemelos, una vez… dos veces… cuatro… ocho… decidió entrar, ambos dormían placidos cada uno en su cama una junto a la otra pero tomados de la mano en lo que parecía un puente colgante entre los chicos

- hey chicos… es hora de desayunar… despierten… o_o- Kaito no era el indicado para este tipo de tareas, el era un chico amable y mas bien tranquilo solo le gustaba su helado y su paz y estar en esta situación le incomodaba un poco, ya que pese a tener 20 años era como un niño consentido y no gustaba de molestar demasiado.

- Hey… chicos- dijo una vez mas calmadamente antes de salir de la habitación sin antes detenerse a mirar al joven Len quien se veía tan tranquilo con su cabellera rubia sobre su rostro, se sonrojó y salió de prisa, no podía estar pensando cosas así de un chico.

Al salir los gemelos abrieron los ojos y se miraron riendo cómplicemente, ambos tenían otros planos esa mañana por lo cual se habían hecho los dormidos, se vistieron rápido y bajaron cuando ya el resto de los chicos habían terminado el desayuno, ambos se fueron a la cocina directo a prepararse su propio desayuno, naranjas y plátanos. Luka los miro de lejos y rió un poco “que mal gusto” pensó y fue directo a la cocina.

- Chicos no se les apetece un poco de atún?

- No, pulpo- dijeron al unísono

- ¬¬ no me digan pulpo… bueno ahí tienen galletas si lo desean- Luka que amaba el atún agarro una lata y un trozo de pan y salio del lugar algo ofendida, no gustaba que le llamaran “pulpo”

- Rin crees que esta bien hacer nuestros planes apartados, no se ven mala gente sobre todo Kaito se ve un chico amable y…

- Está bien si quieres nos integramos a esta familia pero no me pidas aceptar a la engreída de Miku, si quieres te dejare al resto de los chicos de la casa para ti, pero de Miku me encargo yo- al decir esto miraba hacia la sala como ella se encaramaba sobre Kaito para molestarle con la seguida risa de Luka y Gakupo.

- Me cae tan mal esa tal Miku y tu me ayudaras a quitarle el puesto numero uno!-

- Bien :3 lo haré por ti hermanita – al decir esto tomó su mano firmemente.

En realidad a Len no le importaba mucho Miku y tras mirar un rato la escena que hacía ella en la sala se quedo mirando al chico de azul, él si que le llamaba la atención su comportamiento consentido y amable, sus buenas intenciones pese a que los demás lo mandoneasen en algunas ocasiones, pero entonces notaba a Miku nuevamente cogerlo del brazo y tirarse sobre él, tomarle de su bufanda y agarrar sus manos para hacerle levantar del sofá, ahora sí que tenía razones para que la chica de coletas verdes tuviese su antipatía, no llevaba mucho en la casa pero no podía estar a solas con quien le llamase tanta atención pues apenas él se aproximaba a Kaito venía Miku a estorbar, pero de su mueca de disgusto paso a una sonrisa maliciosa la cual se dibujo en su rostro. Ambos se sentaron en el comedor a planear algo contra la caprichosa de Miku en eso Gakupo se les acercó

- Bien niños Kaito como no ha compuesto ni una canción les cuidara hoy, tenemos una audiencia así que saldremos los mayores- Gakupo miró a los lados- espero lo cuiden bien- dijo en voz baja riendo un poco y mirando a Kaito

- Una audición! Nosotros también queremos ir- dijo inmediatamente Rin quien buscaba competir con Miku, Gakupo volteó para mira a Luka quien se acercó

- Así que quieren ir, ¿eh?, pues bien pero Rin especialmente tú tienes que comportarte

- Siiii lo haré pulpo :D –

- ¬,¬ está bien vamos –



Rin se puso rápido de pie tomando la mano de su hermano quien no se veía muy convencido de querer ir a audicionar en eso bajaba por las escaleras una somnolienta Meiko quien tomaba un whisky y se unía al grupo con la excusa de que debía ir a cantar para poder ir a la tienda por mas bebida y celebrar después de la audición. Miku se rió un poco tomó su cebollín y fue la primera en salir corriendo al la puerta de entrada.

- ¡Ya vámonos!- gritaba la chica de coletas verdes

Rin tiró del brazo de su hermano quien se dejó caer de su asiento directo al piso, la chica lo arrastraba mientras este se reía malicioso y travieso por el esfuerzo de su gemela, la chica lo tironeaba más y más arrastrándole por el suelo, el chico se resistía y la chica no se dejaba vencer

- ¡¡Rinnn no quiero ir!!

- ¡Vamosss Len!-

Los chicos se tironeaban, Rin de con ambas manos le tiraba de la suya que ya se enrojecía y Len en el piso a poca distancia de la mesa golpeaba a su hermana con un plátano que tenía en su mano libre pero Rin no se dejaba vencer y lo tiraba con ambas manos arrastrando al pelirubio, Luka en su actuar siempre maduro entro al rescate

- no se peleen Rin si tu hermano no quiere ir ahora déjale, Kaito podrá cuidar bien de él- Kagamine Rin la miro con reproche no le gustaba salir sola y soltó a su hermano de mala gana haciendo que el chico se golpeara la cabeza pues ya lo había logrado levantar hasta la cintura

- ¡Vamos! apresurémonos quiero que vean lo bien que canto aunque no esté con mi hermano dijo mirando a Miku cortante –

La chica tenía mucha energía pero sobre todo mucho carácter. Rin corrió a la entrada con una sonrisa y mirando a su hermano le guiño un ojo, una señal clara de que en su ausencia debía aprovechar de ir a la habitación de Miku para realizarle alguna travesura. Su hermano respondió guiñando su ojo en aprobación.



Después de la salida de los chicos la casa se quedo en silencio, un incomodo silencio, Kaito que estaba en el sofá comiendo helado miro a Len aún en el suelo exactamente donde su hermana le había dejado entonces comenzó a notar realmente la presencia del chico su expresión de pensamiento, su blanquecina piel, su cabello suave y rubio, sus hermosos ojos verdes.

- ¿qué me mira?- Len le miro con expresión seria

- Eh… nada – Kaito volteó y se sonrojó, pero que le pasaba no podía estar de esa manera era ridículo, por lo que volteo para responder pero Len no estaba.

- Len…?

- Oni-chan ¡Aquí!-

- Oni-chan? - Pensó, sonaba algo extraño pero era dulce diferente de ese “que me mira” tan frio



Kaito se puso de pie y vio al jovencito en el patio de la casa con una maguera en la mano haciendo un barrial en el lugar, el chico le miró y le sonrió alegre como quien consigue algo que anhela pero Kaito no comprendía salió al patio y ahora si lo entendía, las ropas de Miku estaban todas enlodadas. Len se reía aun mas fuerte al ver el rostro de horror del joven que solo dejaba caer su helado y gritar de manera estrepitosa el chico sí que era veloz.

- ¡LENN pero que has hecho, ahora Miku me culpara a mi!

- JAJAJAJA es solo una broma que le tenía preparada Rin a esa Miku se cree mucho y nadie le hace sentir mal a mi amada y linda hermana –

Kaito en la desesperación de ver los trajes de su chillona amiga embarrados por el lodo cogió la manguera, Len en su afán de cumplir con su cometido la tironeó, ambos tiraban de ella sin notar que se empapaban el uno al otro en eso Len perdió el equilibrio por el barro y cayó de bruces al piso. El chico si que era divertido pues solo rió con más fuerza cogiendo lodo para lanzarlo a Kaito quien en ese momento olvidó las ropas de Miku y comenzó a jugar también. Él era un chico que gustaba de su traje impecablemente blanco y bien planchado sin ni una arruga, ni mancha pero en ese momento no le importaba jugueteaba igual que Len quien le hizo una trampa para que cayese ahora ambos se reían mucho de aquella situación todos embarrados con las ropas sucias y en el suelo con el agua saliendo a gritos por la manguera. Kaito miró al pelirubio embarrado frente suyo, sus ojos azules y su rostro alegre eran tan bellos que lo llenaban por completo ahora notaba como el gemelo lo miraba también con una extraña expresión de sonrojo y alegría en su rostro, era una situación incomoda para él por lo que apartó la mirada se puso de pie y extendió una mano al chico mirando hacia otra parte

- ven vamos a bañarnos y a lavar la ropa de Miku-

- ¿¡su ropa!?, no puedo permitirlo es lo que mi hermana quería

- Venga… ¬///¬ - en ese momento Kaito sintió un poco de vergüenza por la escena puesto que tomaba la mano de Len quien se puso de pie acercándose a su pecho, este le miró y le sonrió agradable lo que bajó las defensas del chico peliazul quien no notó cuando Len entraba corriendo a la casa embarrándolo todo

- Detente!! – Kaito entró tras el chico que se reía a ganas sí que era travieso

- No lo hare!, solo prometo hacer lo que digas siempre y cuando dejes así la ropa de Miku- al decir esto el chico sacaba su lengua haciendo una mueca

- ¡Ven aquí!- el apacible Kaito estaba siendo desafiado pero para el una pelea no era necesaria – si vienes te daré de mi helado :D

- Mmm NO- el gemelo grito de la sala y luego largó a reír

- Es sabor plátano, se que te gusta ese… - Kaito no alcanzó a terminar la frase el joven Kagamine se disponía frente al refrigerador sacando helado. Kaito solo se sonrió y se le acercó no le molestaba darle ese helado que había comprado Gakupo equivocando el sabor, a él solo le gustaba la Vainilla

- Esta bien dejemos así la ropa de Miku, pero tenemos que ir a bañarnos y limpiar la casa – Ambos se sonrieron y se hicieron unos minutos agradables pero una llamada corto el escenario, el teléfono de la casa llamaba Kaito se aproximó intentando no ensuciar nada mas

- ¿¡Qué!?, pe… peroo… nooo yoo… bueno Luka-chan u_u – Kaito miró a Len quien comía su preciado helado de manera sucia

- Los chicos dicen que llegaran mañana, la audición se retrasó así que tendrán que pasar la noche allá así que… estamos solos…

Al decir esto los dos se quedaron por un momento contemplándose, Len sostenía la cuchara en su boca mientras intentaba descifrar el rostro de su oni-chan quien le miraba algo acongojado, el chico se sonrió le gustaba la situación por fin un momento para estar a solas con Kaito, este joven que tanto le llamaba la atención desde el primer día que le vio.

Kaito por su parte miraba al jovencito de mirada caprichosa planear algo que no podía descifrar, como había deseado en ese momento tener un buen balde de helado de vainilla para calmar sus nervios y el calor que le hacia sentir el pequeño rubio al mirarle de esa manera.

- Vamos –dijo ávido el gemelo y subió al segundo piso Kaito le siguió cabizbajo no podía creer que seguía las ordenes de un chico.

El baño era amplio de blancas baldosas, tenía un espejo de cuerpo completo como le gustaban a Kaito, en la tina estaba también la ducha, en ese momento al mirarla pensó inmediatamente en que a Len le gustaría jugar con ella pero borró esos pensamientos de su mente, estaba preparando el agua para el chico quien se había ido a quitar las ropas llenas de lodo. Una vez lista el agua se dispuso a salir del baño, pero se quedo mirando en el espejo un momento todo lleno de lodo, su hermosa bufanda azul, su pelo despeinado como nunca, su cara con barro seco, su chaqueta blanca toda sucia. Por un momento se rió de él mismo ni con la molesta de Miku se había sentido tan bien, la puerta entonces se abrió y entro el pequeño Len con una toalla en su cintura sonriéndole de manera alegre, Kaito se sonrojó un poco y se dispuso a salir.

- oni-chan, ¿quieres ayudarme? – dijo de manera entre inocente y picara

Kaito asintió de manera intuitiva, no sabía por que había dicho que si al chico pero ya lo había echo así que se quito sus ropas sucias y se acomodo una toalla azul a la cintura, Len en el intertanto se metió a la tina y se acomodó

- Kaito-kun, ¿puedes lavarme el cabello? – el chico ponía ojos dulces que el joven no podía resistir sentía como su pecho se aceleraba de tan solo mirarlo, pero por dios! Que le sucedía el era solo un niño!

Kaito sacó esos pensamientos de su mente y comenzó a lavar el pelo del gemelo queriendo quitar esos pensamientos pero sin proponérselo se encontró a gusto en su nuevo quehacer se sentía tranquilo sentado fuera de la tina acariciando el cabello tan suave de aquel chico, una sonrisa de satisfacción por el momento se escapo de su rostro y quiso quedarse allí un buen rato cerrando sus ojos, hace un buen tiempo que no se sentía tan tranquilo pero en ese momento sintió las manos de joven Len subir por su cara, Kaito abrió los ojos rápidamente soltando al chico

- lo siento- dijo este volteando rápido para mirarlo, Kaito no sabia que decir a los ojos azules tan perfectos del rubio y un sonrojo cubrió sus mejillas mientras volteaba su cara, sentía cosas muy malas entre su entrepierna, eso estaba mal definitivamente estaba muy, muy mal fue a ponerse de pie lo mas rápido que pudo pero Len le dio un pequeño beso.

- Len *////*- Kaito se puso de pie y se fue rápidamente del lugar totalmente agitado sin saber que hacer o decir, no sabia como actuar pero sabía que irse así como lo había hecho no era bueno porque dejaba un vacio en la situación, un nudo extraño se hizo en su pecho. Mientras tanto en la tina un agitado Len se hundía en el agua tibia, ¿por qué había echo eso?, él era un chico por sobre todo los juegos que inventara con su hermana pero eso que acaba de hacer sin pensarlo, no era parte de sus juegos ni nada parecido, era solo que desde que lo había visto había querido estar cerca de él, Kaito le llamaba la atención y le hacía sentir cosas diferentes cuando le miraba pero aquello que había hecho ahora era diferente a pesar que le había agradado no dejaba de pensar que pasaría.



Cuando Kaito volvió a los minutos después el baño ya estaba vacío se duchó rápidamente con agua fría y luego de eso se puso su polera negra y sus pantalones azules, no sabía donde estaba Len por lo que se dirigió a su habitación allí lo vio con la puerta entre abierta recostado en la cama con un pantaloncillo blanco y una sudadera del mismo color. Inevitablemente se sonrojó pero bajó rápido tenía que ordenarlo todo y lavar la ropa de Miku eso haría a su mente pensar en otras cosas y no en el calor que sentía su cuerpo y que la ducha fría no había quitado.



Len se había bañado rápido y salido directo a su dormitorio se cambio rápido y se quedo pensando miles de cosas con sus ojos bien cerrados esperando que el sueño se lo llevara a un lugar mas apacible pero eso no era posible su mente viajaba en el joven Kaito en su simpatía en su amabilidad en eso que provocaba la rabia que sentía hacia Miku cada vez que le abrazaba, en eso escucho a Kaito ordenar la sala que él había dejado sucia seguro lavaría la ropa de Miku, eso le enfadó y seguro a su hermana se enfadaría pero ahora no podía pensar en su gemela se abrazó a su almohada intentando olvidar lo que había echo pero ese beso robado le hacía sonrojar, apretó sus ojos pero no se podía quedar así simplemente, se puso de pie tomando su cabello estaba decidido lo que sentía por él era más que una simple atracción e iba a ser escuchado no podía permitir que Kaito le siguiera viendo como a un niño.

Len bajó por las escaleras y lo primero que notó fue la sala totalmente reluciente el joven trabajaba con eficacia y en el sofá Kaito comiendo helado de manera deprimida. El chico se acercó lentamente.

- Kaito ni-chan…- Kaito se sobresaltó al escuchar a Len quien se sentó sobre el sofá a su lado

- Mírame por favor – Kaito solo miraba su helado y comía echándose grandes bocados, solo intentaba pensar en el sabor a vainilla de su perfecto helado y no en que se sentía nervioso y avergonzado, pero como era posible sentir tantas cosas por un simple besó además éll era mucho mayor que Len no podía permitir que su cuerpo reaccionara de aquella manera.

- ¡oni-chan! Prefieres el helado o a mi ò,ó – al decir esto Len apoyó una de sus manos sobre la pierna de Kaito quien se sobre saltó, el gemelo se sonrió y recostó su cabeza sobre las piernas del chico cerrando los ojos.

Kaito dejo caer la cuchara en el tiesto de helado y se quedo nervioso, quieto en su lugar miró al joven Len recostado sobre sus piernas, era una visión extraña pero que le producía una extraña gratificación mejor que comer helado eso era una cosa muy extraña no había nada mejor que el helado, pero esto era diferente…

- Kaito yo no soy un niño- dijo Len aún con los ojos cerrados – se que piensas lo contrario pero yo no soy un niño y lo que siento por ti lo descubrí hace poco tu siempre has llamado mi atención desde que llegué a la casa- al decir esto abrió sus ojos, esos ojos azulados que notaban esa expresión de impotencia que solo Kaito podía entender, el no quería permitirlo pero no podía verle de esa manera con aquella expresión de amor no correspondido, él sentía lo mismo y sentía que su pecho latía fuerte y nervioso, ya no importaba lo que sucediera sin pensarlo besó al chico Len abrazó a Kaito quien se sorprendió del beso que era respondido, un beso que hace mucho anhelaba de manera oculta. Acarició el cabello de Len pasando su brazo por su espalda para levantarlo un poco y este se colgó de su cuello besándolo aun más apasionadamente. Ambos se quedaron mirando un segundo antes de reaccionar

- Len esto no …-

- No te enfades conmigo oni-chan- dijo Len con su rostro enrojecido sentándose sobre el chico y callándolo con un beso.

Ambos quedaron uno frente al otro era una situación un tanto vergonzosa para Kaito no así para Len quien nuevamente besaba a Kaito pero de manera suave, luego un poco mas apasionado abriéndose paso a probar todo lo que él quería, sentía el rubor de Kaito quien respondía a su beso casi instintivamente Len sentía que quería sus besos cada vez más. Kaito era un chico sensible una de las cualidades que le gustaban tanto a Len quien subía sus manos acariciando su cuerpo de manera lujuriosa pero Kaito le detuvo.

- no sigas Len o yo no-

- no digas nada quizás ambos no sepamos que sucede pero escuchemos nuestro corazón –

Kaito se sorprendió por las palabras de Len antes de besarle nuevamente, sentía el rubor recorrer su cuerpo pero un extraño frio le llego al estomago era como una cosa espesa que se pegaba a su estomago, eso lo sonrojo aún más pero provocó que reaccionara quitándose a Len que estaba sobre él. El chico se quedo en el piso sonrojado y agitado y Kaito en el sofá mirándole como este comenzaba a reírse, entonces lo comprendió, ese frio que sentía cerca de su estomago era su helado el cual había dejado por descuido y se había desparramado, era primera vez que su helado le hacía algo tan malo, maldito helado delicioso y cremoso de vainilla, era como si sintiera envidia de que Len fuese más apetitoso que él o al menos esas cosas pensaba Kaito al mirarse el estomago, entonces se puso de pie y le ofreció una mano a Len.

- Disculpa te empuje u///u – Len sonrió afable

- No te preocupes pero tendrás que disculparte conmigo de otra manera

- A que te refieres… - Tras ponerse de pie el chico se colgó de su cuello susurrando a su oído

- Tienes que acostarte a “dormir” conmigo

Inevitablemente Kaito se sonrojó y se quedo mirándolo sin decir nada solo lo tomó de su muñeca y camino rápido, Len se sorprendió no se esperaba que reaccionara así y pese a tener su rostro ruborizado le llevaba tan rápidamente por las escaleras al segundo piso que le extraño. Arriba Kaito abrió la puerta de la habitación del chico y lo dejo allí luego se fue rápidamente, Len se quedo en su cama una vez más apenándose por lo ocurrido, mirando al pasillo de manera cabizbaja, quizás para su amado Kaito siempre seria un niño que no entendía sus sentimientos, no importaba lo mucho que hiciera, pensara o quisiera. En su frustración tomo su almohada para otra vez aferrarse a ella intentado dormir deseando que llegase el próximo día rápidamente el sol se había ido y su habitación se llenaba de un color rojizo para pasar a uno más oscuro, quizás habían pasado diez minutos y sus ojos se habían llenado de lágrimas furtivas, ¿era tan malo esto que sentía? Apretó aun más los ojos cuando un ruido lo conmovió alguien justo detrás suyo se había detenido, el volteó lentamente y vio a Kaito con su polera blanca y sus shorts azules, lo miraba con ternura al momento que acariciaba su cabeza

- ¿Por qué lloras?

- Cómo que porque, tonto!! – al decir esto le tiro la almohada en su cara Kaito se quedo serio un momento antes de reaccionar

- Lo siento… te deje solo, es que quería cambiarme la ropa estaba lleno de helado debí haberte dicho que volvería-

- ….. -

Len guardo un momento de silencio, le parecía todo tan absurdo pues Kaito era el que se comportaba como un niño ahora con esa cara de inocencia pidiendo disculpas, él que había estado sufriendo esos interminables minutos mientras Kaito limpiaba y se cambiaba sus ropas era despreciable, ¡tenía que pagar!

- Kaito- kun… eres un idiota!- al decir esto el joven Len se levantó de un golpe sobre su cama y se abalanzo sobre Kaito quien perdió el equilibrio cayendo al piso Len le tironeo el cabello mientras reía

- Ves que eres un niño! Auchh- Al escuchar el comentario de Kaito, Len se detuvo de golpe y soltó sus cabellos, estaba sobre él y le tiraba el pelo?

- Veras como te demuestro que no soy un niño –

Len le besó tan apasionadamente que Kaito quedo sorprendido intentando sostenerlo por su cintura para quitarlo pero en ese momento su acción se volvía un abrazo que hace mucho quería expresar, con agilidad fueron quitando sus ropas entre los besos repartidos y la excitación que se había generado minutos atrás y que ambos aun tenían en sus cuerpos, pero pese a la osadía de Len, Kaito llevaba mas ventaja sobre el chico al cual poseía completamente ya no podía detener lo que sucedía ni lo que sentía veía como el joven Len se estremecía entre sus brazos al asirlo contra la cama, hace tanto que anhelaba estar con su querido Len pero no lo admitía no podía pero ahora era todo suyo, su excitación, sus gemidos, sus movimientos todo su ser que se entregaba tan solo para él, no podía detener sus besos ni sus caricias no podía evitar querer más y más, cada parte del chico, cada gemido que escapaba de sus labios necesitaba sentir todo de él se movía con determinación no lo dejaría hasta terminar.



Cuando Kaito despertó se estremeció no podía creerlo que había hecho, miro con terror a su lado estaba Len acurrucado de manera tierna con su cabello rubio revuelto cayendo de manera grácil, un flashback le recorrió la mente sobre todo lo que le había hecho la noche anterior y un escalofríos le recorrió la espina seguido de un rubor inmediato. Para ello había solo una cosa que podía hacerle sobrepasar lo sucedido, helado, delicioso helado de vainilla, en su embase perfectamente frio, sí algo frio necesitaba pero entre lo que pensaba y hacía Len habría sus ojos para mirarle tiernamente esa mirada tan fresca, tan inocente pensó Kaito, que se vuelve tan… tan sucia! Len le miraba de manera maligna.

- Jujujuju ves que no soy un niño - Kaito se sonrojo y aparto la mirada

- Hay que darnos una ducha antes de que lleguen los demás – Kaito tapó su rostro con la mano- que pensaran de mi T_T- reflejaba con su acción

- No tienen que saberlo jujujuju-

Len era un chico que siempre tenía una respuesta maligna a los hechos pero en parte eso le gustaba Kaito quien sonrió de manera cómplice y le regaló un tierno beso.



Cuando llegaron las chicas por la tarde Len estaba recostado en el sofá comiendo helado con la bufanda de Kaito al cuello, Rin le miro y leyó la mente de su gemelo riendo hacia él pícaramente. Miku se acercó para tirar de la bufanda pero Len se subió al sillón poniéndose de pie haciendo que esta quedase fuera de su alcance

- Kaito oni-chan me la regalo a mi – dijo sacando la lengua y levantándole

Kaito en ese momento salía de la cocina y se sonrojó al ver la escena, Gakupo atravesó su mirada con una sonrisa en sus ojos ambos eran muy buenos amigos y con solo mirarlo ya sabía lo acontecido por su parte la maternal Luka intentaba separar a los chicos que comenzaban una guerra por la bufanda, incluso Rin se aprovechó de la situación para tirar del cabello de Miku quien corrió a los brazos de Kaito una vez lo había divisado, Meiko por su parte no llegaría hasta la noche se había ido a “celebrar” lo bien de la audición.

- Kaitooo te eche de menos – Len miró con rabia a la chica aferrarse de su brazo y corrió inmediato a aferrarse de su otro brazo para sorpresa de todos

- Kaito es mío – dijo sacando la lengua. Un silencio se hizo por un momento en la sala antes de que este se soltase de los dos

- Jajaja chicos que cosas dicen jajaja– al decir esto dio una tierna mirada a Len de forma tranquilizadora este se sonrió para si

Tras la cena un tanto ruidosa por la pelea de los tres jóvenes Luka se acercó a conversar con Kaito, Len notó esto de manera disimulada

- Quiero saber algo Kaito – el chico se sonrojo y se puso nervioso

- ¿¡Cómo controlaste a Len es un chico terrible! – tras eso Kaito respiró aliviado una vez más y sin notarlo Len también.



Esa noche mientras todos dormían Kaito se despertó había tenido un sueño no muy agradable donde una Luka con forma de pulpo le agarraba por el cuello culpándolo por quitarle la inocencia a Len, definitivamente su mente le jugaba una mala pasada así que bajó a comer un helado, prendió el televisor sin ver nada en especial mientras comenzaba a saborear su helado de mala gana no podía evitar pensar qué pensarían los chicos si sabían lo que pasaba entre él y Len. Luka sería la primera en sermonearlo, Gakupo le pediría que se cuidara, Miku lo odiaría por siempre y Rin… seguro ella a esta altura lo sabía todo.

- Kaito, ¿te sientes mal? – Esa voz baja cerca de su oído le sobresaltó, no esperaba ver a Len justo en ese momento – iba al baño y te oí bajar –tras decir esto se sentó a su lado cubriéndose con una manta amarilla

- No es nada solo tuve un mal sueño y no pude volver a dormir – Era agradable de todas maneras estar acompañado Len se apoyó en su hombro y miró la televisión luego miró a Kaito que le miraba era realmente agradable mirar al chico así a su lado

- Quieres un beso? Quizás así te duermes-

Kaito se sonrojó no alcanzó a responder cuando el chico le besó fue un beso tierno lo que hizo sonreír al joven, le agradaba ese Len tierno que a veces podía tener cerca suyo pero ese Len tierno no duraba nada, apenas había dejado de besarle Kaito se daba cuenta que el chico apoyaba su mano en su pierna y casi lo tenía sobre el esta situación le sonrojó y un pensamiento maligno recorrió su mente en una fracción de segundo. Estaban solos en la sala todos dormían y Len estaba con él, quería luchar contra su instinto pero cuando lo notó ya había tomado el rostro de Len atrayéndolo hacia él para besarle de manera más pasional.



Meiko regresaba como de costumbre de madrugada a la casa ese vicio que tenia de beber, pero en cierto como era como su elixir sin su bebida perdía fuerza, ánimos y hasta dejaba de componer. Abrió la puerta en silencio no quería que nadie la escuchase entrar, para llegar a su habitación tenía que pasar por la sala principal donde estaba el televisor para subir las escaleras y llegar a su refugio pero algo le llamó la atención ver luz en la sala, era la luz del televisor ¿Quién estaría ahí?, ¿Sería Luka? Tomo un trago para darse fuerzas de oír los sermones de Luka y paso con la cabeza en alto por la sala. Pero quer era lo que oía eran gemidos? Apuro el paso la curiosidad le había picado pero pronto se quedo perpleja eran ¡Kaito y Len! Miró su alcohol “he visto muchas cosas por tu culpa” pensó y carraspeó al presenciar la escena que por suerte y gracias a que la sala estaba a oscuras no era tan explícita.

- Oigan Uds. Cuídense, quieren?-



Kaito al escuchar la voz de Meiko desde las sombras sintió el mundo a sus pies y escucharle decir tal frase le sonrojó más de lo que ya estaba fue a intentar hablar pero a Len al parecer no le había importado la intromisión de la chica que rauda subía por la escalera por que le volvía a besar. Kaito pensó dos cosas en ese momento huir o continuar…



Meiko despertó durante la tarde y bajó para tomar café, algo extraño en la chica entro a la cocina y se topó con Kaito lo miro de manera seria casi como queriendo saber que pasaba, de que se había perdido entonces Kaito le detuvo antes de salir de la cocina.

- Meiko por favor no le digas a nadie >_<

- ¿Por qué? – tomó un sorbo de café

- Por que se enfadaran conmigo y con Len y harán que… que… este lejos de él y yo… yo lo quiero de verdad- Meiko habrio los ojos sorprendida, Kaito hablaba de sus sentimientos y con ella, era realmente increíble de seguro se sentía atormentado por el hecho la chica lo miro y sonrió de manera coqueta

- Mira, yo puedo no decirle a nadie pero si Luka los ve así será peor, si decides contarles a ella y Miku en la cena yo te apoyare cuenta conmigo, quizás sea una borracha y una bohemia de la vida pero sé que me hablas con sinceridad –

Kaito sonrió algo nervioso y tragó saliva asintiendo, hablaría con los chicos de la casa pero antes tenía que dar aviso a Len, este estaba afuera con su hermana limpiando el tractor el día no era muy soleado pero había que mantenerlo reluciente, Rin le saludo alegre al verle venir, pero el rostro de Kaito distaba mucho de responder su sonrisa se notaba acomplejado, la chica miró a su hermano susurro algo en su oído y salió corriendo, al pasar por el lado de Kaito le dijo “ animo” algo que realmente necesitaba.

- Len… tenemos que hablar

- Claro dime - dijo sonriente como siempre – creo saber de qué se trata Meiko- chan habló conmigo-

- No estás nervioso?-

- Nop, estoy ansioso, así podremos estar juntos más tiempo sin que a nadie le extrañe, será mejor si le decimos nosotros, mi hermana también me aconsejo lo mismo- Kaito se sonrojó, a pesar de que Len tenía 14 años era un chico muy responsable y serio cuando tenía que serlo eso le alegró.

En la cena se hizo un silencio sepulcral era como que todos sabían pero nadie sabía nada, por fin Meiko decidió iniciar el tema.

- Chicos quiero que oigan lo que Kaito y Len tienen que contarles, ya que vivimos todos juntos tenmos que tener conocimiento de lo que pasa…- la chica miro a Kaito esperando que este tomara la palabra

- Bueno pasa que… -

Kaito miró el rostro de todos desde su izquierda primero a Luka quien le miró achicando sus ojos de manera negativa y frunciendo el ceño, luego a Gakupo con sus cejar arqueadas y esa mirada de “yo sé”, después venía Meiko frente a él sonriente y segura, seguida de Miku que miraba enfurecida y a Rin que le veía de manera de apoyo justo al lado de Len en quien poso sus mirada directo a sus hermosos ojos azules, este le sonrió con la mirada

- Pasa que yo y Len… tenemos una relacio…

- Noooooooooooooooooooooooooooo…DX< - Miku gritó apoyando sus manos en la mesa de manera estruendosa

- Cállate fea – dijo Rin tirando una de sus coletas

- Hay!! Brutaa tonta kagamine- la chica tiró también de su cabello

- Ya basta chicas esto es un problema!- dijo Luka, Kaito intentaba hablar, Gakupo comenzaba una risita por lo bajo y Meiko ayudaba a separar a las chicas que de un extremo a otro de la mesa se tironeaban el cabello

- Ya basta! ¡Yo amo a kaito y él no tiene la culpa yo fui quien se le insinuó primero! - Todos miraron Len que había gritado tan fuerte que hasta Kaito se había callado cubriéndose su rostro de un rubor indetenible,



Len le tomó del brazo aferrándose fuerte. Miku se soltó hizo una mueca y se fue furiosa, Gakupo rió con más ganas y Meiko suspiró, Luka por su parte se quedo congelada y se sentó con lentitud, Rin se sonrió apoyando a su gemelo.

- O sea que uds dos… o_o bueno… yo no tengo mucho que decir solo que no anden por ahí y que… ire a ver a Miku – Luka dijo esto y se fue rápidamente

- Iré con Luka- dijo Gakupo.

- Fin de la cena me ire a fumar- Dijo Meiko poniéndose en pie

- Y yo a comprar algunas cosas vas conmigo Meiko- esta asintió el lugar quedo vacio en pocos segundos. Kaito pese a sentirse aliviado se sentía mal por Miku Len se sonrió y se aferró más a su brazo

- Len… ¿recoges la mesa? Iré a hablar con Miku

- Pero… bueno- dijo al notar el rostro de preocupación del chico.

Pasaron los minutos mientras Len recogía todo estaba algo enfadado también por el hecho por que Miku tenía que ser tan infantil, acaso Kaito le dejaría para no dañar a la chica, no, eso era absurdo. Comenzó a lavar y con ello su mente comenzaba a jugar en ideas locas en eso escucho voces, se asomó desde la cocina y escucho como todos salían ¿le dejarían solo lavando platos? Eso sí que no, salió rápidamente y se asomó por la ventana iban Luka, Gakupo y Meiko entonces una mano tocó su hombro y volteó era Kaito

- No me dejaras cierto?-

- No seas tonto…

- ¿cómo está Miku?

- Qué extraño que preguntes por ella, pero se pondrá bien por ahora solo me sermonearon antes de salir que volverán luego así que no intente nada contigo… - Hubo un silencio en el que el chico se largó a reír

- Está bien que no hagas nada conmigo, de todas maneras yo puedo hacer algo contigo- dijo de manera picara – vamos a la cocina, ¿me ayudas?-

Kaito besó su frente pese a la serie de cosas que habían sucedido estaba feñiz de estar con ese “niño” que le hablaba con ese tonito especial en su voz, seguramente tardarían mucho en lavar un par de platos.



end

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