Probablemente ya conocen una de las obras más
populares de Sade: Justine, o los infortunios de la virtud. Pues el presente
libro, Juliette, una especie de continuación de la primera historia que, para
los que no lo saben, trata de los literalmente infortunios que pasa uno
inocente joven llamada Justine a la que a pesar de intentar una y otra vez de
hacer el bien e ir por el camino de la virtud, el destino la castiga
mostrándole que en realidad el camino de la inmoralidad ¿es el mejor?; eso
parece responder la presente historia, ya que Juliette nos cuenta su versión,
cómo su vida guiada por el camino del mal y el crimen la ha hecho vivir una vida
más próspera, y parece que más feliz, al contrario de su hermana Justine.
La siguiente cita representa lo torica de la realidad practicada ( y
disfrutada de esta historia):
>>
Noirceuil suspiró profundamente y, por primera vez en toda la noche, me apretó
contra sí con un gesto que sugería calor.
-
Juliette – dijo -, la pureza cándida de tu alma me obliga a conservarte aquí
conmigo. No volverás con la Duvergier. Serás mi amante. Mañana enviaré un coche
a buscar tu ropa.
-
Pero tu esposa… - comencé a decir.
-
Será tu esclava. Tú serás su dueña. Tus deseos serán órdenes para ella.
- ¡Por Satanás! ¿Quién podría pedir
más?
-
¡Oh, Juliette querida! – prosiguió, maniobrando de tal modo que su cara quedara
frente a mi ombligo y la mía frente al suyo -, querida Juliette. Tienes el alma
de un súcubo, y no puedo oponerte resistencia.
-
Tampoco yo – le dije con un gemido -. ¿No es obvio, querido mío? Te amo.
- Los
libertinos no aman, querida – me enmendó, besándome tiernamente mientras
hablaba-. Los libertinos odian. Por lo tanto, no me expreses tu inclinación
diciéndome: te amo, sino lo contrario.
- ¿Os
odio? – pregunté, respondiendo en forma similar a la ternura de su entonación.
- Así
es, querida mía. Ahora, dilo con sentimiento.
- Te
odio, Noirceuil – declaré, tocando apasionadamente su boca con la mía -. Te
odio más de lo que he odiado nunca a nadie.
- Y
yo te odio a ti, mi putilla – dijo él, jadeando mientras mordía malvadamente
mis labios -. Te odio de todo corazón. <<
Y esta, a su vez, da de baja el
final de la historia precedida, la de Justine, cosa extremadamente interesante
para los lectores de ambas obras ¿gustó o no esta desacreditación a sí mismo?
>>
Sin duda habrá leído en el libro de Justine que, después de ver fulminada a la
infeliz criatura, me arrepentí y entré de monja con las Carmelitas. Esto, como
puede imaginar después de haber leído mi historia, es una mentira evidente,
extendida con un único propósito, el de desacreditarme.
Sábelo,
querido lector, he vivido como he querido; me enfrento a la muerte sin temor ni
vergüenza; os dejo con esos pensamientos, y con mis mejores deseos de que
disfrutéis una vida feliz. <<
En la
siguiente entrada pondré un fragmento más crudo de la innumerables filias de la
obra (jojojo).
Nota:
este libro tiene muchas versiones, me temo que el que leí (tras una leve
investigación) es una versión mucho menos extensas que otras, que espero
encontrar en un futuro u.u yo que me había alegrado de encontrarla entera ¡no
es justo! o.ó
No hay comentarios:
Publicar un comentario