Fanfic Koi Suru Bou Kun

Proyecto Challengers!

lunes, 13 de febrero de 2012

AY MAMA INÉS De Jorge Guzmán

Por fin cumplí mi deseo de leer este libro, deseo que tenía desde que leí Inés del alma mía de Isabel Allende, lástima que no puedo hacer una comparación tan clara pues a pasado tiempo (y varios libros leídos entre ambas lecturas) pero, y temo que comentaré lo obvio, me atrevo a decir que Ay Mama Inés es mucho más político y con más personajes (históricos), de hecho, varias veces deja a un lado a Inés para ponerse a relatar sobre otro personajes, y así también, se profundizaron hechos históricos que no fueron abordados en el libro de Allende, dentro de la fantasía literaria claro, como de Juan Gasco, soldado desertor al que habían cortado las orejas por ladrón y se quedó viviendo con los indios en el valle de Copiapó (de donde vengo :3) y sólo comentado en Inés del alma mía.

Si a alguien le interesa leer este libro les aconsejo que hagan una lista de personajes que vayan apareciendo (con el nombre completo) ya que hay muchos y en esos años se repetían varios, además Guzmán usa sinonimias continuamente para no ser repetitivo, pero eso puede causarnos confusión también (o puede que sólo haya sido cosa mía, no tan acostumbrada a leer tanto nombre).

A continuación, algunos fragmentos que me llamaron la atención, tómenlo como una curiosidad más que una representación del libro:



(Perdon la horrible calidad de la foto, espero uno de estos días comprar un cargador para mi cámara).


>> Y no ignoraba, aunque no lo vio por sus ojos, que un español llevaba obligada junto a sí a una india madre, para mamar de sus pechos cuando se le juntaba algo de leche. <<


>> Recordaba entonces esos otros indios, los que estaban en los refugios del Despoblado, intactos después de años de muerte, tan enteros como si solamente durmieran, tan inmutados, que el género descolorido y quebradizo que vestía el cuerpo de una india muerta le dio deseos de mirar entre sus muslos. <<

>> Catalina dedujo que tenía que haber sido algún transeúnte español; los indios no sabían cómo manipular cerdos para robarlos; en cambio los españoles sí sabían: metiéndoles un dedo en el culo, se quedaban mudos. <<

>> Oyó perfectamente un batir de palmas que venía desde la calle, por entre los gritos exagerados que daba la mujer, mientras le desnudaban el torso a tirones, quitándole la camiseta. Don Martín era lujurioso, pero desde que había cumplido los treinta y cinco, sus necesidades sexuales se iban volviendo cada vez menos espontáneas. Se las estimulaba haciendo castigar en su presencia muchachas del servicio, Mientras terminaban de desnudarle el torso a la joven, don Martín levantó la vista hacia las piedras del cerro Santa Lucía, que se alzaban casi a los pies de su casa. Luego bajó la mirada. Apreció la redondez de los pechos de la india y el contraste del pezón y la aréola, reducidos casi a un punto negro arrugado por el miedo y el aire fresco. <<

>> Bebía su chicha en silencio, mantenía un gesto serio, pero afable, y a menudo se distraía pensando en alguna muchacha que había hecho azotar en el día. Últimamente había descubierto que eran muchos más estimulantes los azotes en las nalgas desnudas que en las espaldas. <<

No hay comentarios: