Estoy probando este estilo de vida del trabajo y ser alguien productivo en la sociedad, la verdad es que me gusta trabajar pero siento que hay presiones que no logro manejar, espero mejorar en mi trabajo y que estas presiones ya no me parezcan eso como tal y poder tener una vida lenta y tranquila nuevamente, uff, buscar el equilibrio es sumamente difícil, desenme suerte, ser un adulto es complicado.
Cambio, Cap 2
- ¡¿Que qué?! ¡Estás loco! Estás muy cansado…! – gritó
sin darse cuenta senpai, justo al frente de Morinaga, la misma altura de sus
ojos, el nerviosismo no lo dejó pensar. Porque deseaba a Morinaga, casi era consciente
de eso, pero también era cierto que ambos estaban demasiado cansados como para…
- pero yo te amo, te amo mucho! – decía Morinaga
apretando los ojos, con el extraño tono de un niño, un niño que suplica innecesariamente
desesperado.
Abrasó a senpai, éste dio un brinco, sus manos
temblaban nerviosas, sin darse cuenta apenas Mori lo había abrasado ya estaban
sus manos poniéndose en su espada, lo abrasaba sin darse cuenta… ¿sin darse
cuenta?
- Mo-Morinaga! De verdad…! – sus lentes se deslizaron
un poco en su cara, el silencio de la noche les permitía escuchar más
claramente sus desesperadas respiraciones.
- no! Yo te amo! – volvió a gritar Morinaga, en un
tono tan extrañamente suplicante y eufórico.
Lo besó. Se besaron. Ahora no era que sólo Morinaga
besara a senpai, al momento de juntar sus labios senpai reaccionaba de
inmediato respondiendo sus besos, se besaban, cerraban los ojos apretándolos
con fuerza, abrían sus bocas y sacaban sus lenguas, se amaban, se deseaban,
querían ser uno de manera desesperante, una necesidad imperiosa, desgarradora,
no podían vivir separados del otro, de la piel del otro, querían estar en el
interior del otro, en esa tibieza del vientre.
- nn!! M-mori! Ah… - las manos torpes de Morinaga
trataban de jalar el pijama de senpai, entrar en él rápidamente, quedarse
dentro por siempre. –ah! Ya! Está bien! Pero… tranquilo!
- nn!! – Morinaga no oía, era como un perro, como un monstro
irracional que sólo se movía erecto.
- ah! Au! – la rodilla de Morinaga golpeaba la
entrepierna de senpai, presionando peligrosamente sus testículos, dolía, pero
seguía erecto, no se había dado cuenta en qué momento se había puesto erecto,
su cuerpo respondía tan bien al de Morinaga, era como si ambos cuerpos sin
importarles los deseos de sus dueños reaccionaran, se buscaran, se tuvieran
mutuamente, se hicieran el amor sin importar los sentimientos de senpai y
Morinaga.
Senpai entendió.
- e-está bien! Está bien! – tomó el pene de Morinaga
que de alguna manera estaba expuesto entre su ropa, lo tomó rápido, casi sin
pensar, sólo tenía claro que debía tomarlo o Morinaga terminaría lastimándolo.
- ah! Senpai… - gimió Morinaga, pero era como si no lo
viera, como si en tanto deseo y amor se hubiera olvidado incluso de su ser
amado, era un ente de sólo instinto entre el cansancio y el deseo.
- quieto… - dijo senpai avergonzado y sudando, su
mentón temblaba.
Masturbó con brusquedad a Morinaga, no sabía cómo
hacerlo y no quería aprender, pero como fuera que lo hubiera hecho el resultado
iba a ser el mismo, Morinaga perdería la cabeza por la sensación, se
entregaría, “acabaría” en sus manos porque era suyo, no importaba lo cruel y
violento que fuera senpai con él, Morinaga siempre sentiría placer de ello, era
algo sumamente peligroso.
- ah! No, senpai! Dentro! Dentro! – gimió Morinaga en
la boca de senpai, más suplicante, más desesperado, apretaba sus manos en los brazos
de senpai, éste sentía dolor.
- …….. – senpai se deslizó en extraño silencio sobre
Morinaga, iba a ser simple, ya no le dolía, ya no se cerraba, sin preparación
incluso su cuerpo se habría para él, era macabro. Y lo peor era que lo sabía. –
nn….
Entró pronto en él, hasta el fondo de una vez,
lentamente pero seguro hasta su vientre como ambos querían.
- ahhhh – casi grita Morinaga, estaba llegando tan
rápidamente al límite.
- mmmm!!! – senpai cerró los ojos conteniendo su
propio grito, qué horriblemente placentera sensación, que vergonzante placer, ¿cómo
era posible que su cuerpo reaccionara así? ¿Se encendiera así? No debía, ¿por
qué? Su cuerpo había mutado en algo, quería morirse en esos momentos porque era
tan obvio todo, que Morinaga estuviera dentro de él, que era él mismo el que
había hecho a entrar a Morinaga, que era él mismo el que brincaba en ese mismo
momento, se odiaba, ya siquiera a Morinaga, se odiaba y quería llorar y golpearse
a sí mismo, borrarse y desaparecer, todo eso entre ese placer malditamente sublime,
fuerte, enloquecedor, con ese asco en el vientre, con ese placer en el vientre,
con las lágrimas ardientes en sus ojos, pidiendo perdón en su mente a sí mismo
por dejarse perder así, por haber cambiado así, quería desaparecer… pero al
mismo tiempo desaparecer en Morinaga.
- no! espera! Si lo haces así me correré! Se me va a
salir! para! Para! – Morinaga puso sus manos en las caderas de senpai, intentando frenarlo – no! Senpai! Se sale!
No! – no quería correrse tan pronto, en alguna parte de su mente sabía que
amaba a esa persona y que no debía usarlo así, no quería usarlo así.
- …. – senpai se detuvo, miró a Morinaga a los ojos,
estaban ambos llorosos, sonrojados, temblando, se amaban demasiado, tanto que
sus cuerpos se estaban destruyendo sin poder contener esos horribles
sentimientos de amor y aniquilación, tan malsanos… pero senpai ya sabía
(demasiado) lo que quería, por eso se odiaba – está bien, puedes hacerlo… -
dijo en un hilo de voz extrañamente tranquila, no hablaba senpai, hablaba ese otro
instinto, y con cada palabra más se odiaba, más miedo tenía, más quería morir.
- eh?
Senpai comenzó a saltar más fuerte, más firme, con
mayor dolor y placer, Morinaga dio un grito, le dolió y al mismo tiempo sentía
cómo su pene ardía y se derretía dentro de senpai, no quería correrse pero su
cuerpo hace mucho que ya no era suyo, hace mucho no le obedecía y sólo se
dirigía a senpai, ni siquiera sabía si a senpai mismo o a esa misma esencia de
senpai que hacía que éste brincara sobre él y dijera esas extrañas palabras que
el mismo senpai nunca diría.
Se corrió, le dolió, se contrajo, su mente en blanco
se quebró pasando a negro, eran como extrañas clavadas a su pene con cada
expulsión de semen al interior de senpai, tantos días aguantando para él,
conservando cada gota para él, todo el semen que podría su cuerpo era para él,
lo sabía, lo sabían. Gimió y se retorció, su cabeza se movió unos segundos de
forma errática, su cuerpo era solo una cosa intuitiva sin mente, sin corazón
siquiera…
Senpai por su parte sin darse cuenta puso sus manos en
su vientre, cerró los ojos y gimió profundo mientras sentía el semen de
Morinaga llenarlo, viajando en su interior, caliente en su vientre como quería,
al fin, tenía su alimento, lo que tanto deseaba, para lo que estaba hecho
ahora, su fin, su principio, su vida, lo único que justificaba toda esa mierda
enloquecida de su vida ahora.
-……
-…..
Pasaron unos segundos largos… tal vez minutos en que
ninguno de los dos dijo nada respirando y volviendo en sí, asustados de ellos
mismos y del otro ¿qué destino macabro los había unido a ambos? ¿por qué si
unidos sólo iban a traer esa destrucción, ese amor tan intenso que podía
matarlos y lastimarse tanto el cuerpo como su mente? Ambos ya estaban perdidos
y no podían separarse del otro.
- no te has corrido… - Morinaga veía que senpai seguía
erecto.
- …. N-no importa…. – senpai volvía en sí y con ello
sus sonrojos, vergüenza, miedo.
- ven, hazlo en mi boca. – dijo Morinaga quedándose
dormido, él también necesitaba su alimento, lo sabía tanto como senpai, sentía
lo mismo que senpai sólo que él estaba más resignado.
- …..! – senpai lo miró más asustado, pero de sus ojos
pasó a su boca rápidamente, la vio roja y húmeda, sintió la electricidad correr
por su pene erectándose más con la sola idea de…. Y se movió otra vez, más
consciente que antes, horriblemente más consiente y por ende con mayor
vergüenza y temor, estaba tan decepcionado de sí mismo, sentía tanto asco de sí
mismo y de Morinaga, el vértigo en su vientre, en sus pies y en sus manos no se
iba jamás mientras introducía su pene en la boca de Morinaga, y luego esa magnífica
sensación cálida y potente en su pene, sintiendo la lengua de Morinaga, su
succión, y sus lágrimas ardientes corrían por su cara, apretaba los dientes y
sus ojos, lloraba arrepentido pero a la vez movía sus caderas, apretaba el
cabello de Morinaga, gemía disfrutando el sonido de arcadas y tos de Morinaga,
lo odiaba, pero más se odiaba a sí mismo por lo que él mismo hacía, ya no era
culpa de Morianga, hace mucho que entendía eso, no lo había arrastrado, al
menos ya no hace mucho tiempo, por eso tenía más miedo, por eso se odiaba más.
Se corrió, con asco, con culpa, y sobre todo con
enorme placer y dolor.
Morinaga bebía todo entre tos y saliva, entre sudor y
adormecimiento, se dormiría de inmediato, hubiera querido entrar otra vez en
senpai pero las energías le faltaban. Odiaba el trabajo, odiaba la universidad,
odiaba a los amigos y a la familia de senpai, a todo aquello que lo ajera de
él, Morinaga tenía claro que toda la vida de ambos era una excusa para ese
glorioso momento de tener su semen en su boca, que todo era solo una pantalla
con tal que la gente los dejara estar en ese pequeño rincón de Japón, en ese
pequeño departamento, en esa pequeña cama dentro del otro, con el otro,
apegados en la suciedad de ellos mismos, con sus semen mezclados, con sus
sudores secos sobre ellos mismos, lamiendo sus lágrimas mutuamente, sí, no era
feliz, ninguno de los dos lo eran, pero cumplían al menos con el horrible
deseo, con la agónica necesidad de estar juntos.
FIN
Aclaratoria: si bien recién en el fic escribí que
Morinaga podía llegar a odiar a la familia de senpai, ustedes dirán ¿Y Kanako?
D: pues bien, es un sentimiento que explicaré más adelante, pero básicamente,
en el fondo de Morinaga si bien estima todo lo relacionado a su vida, en el
foooondoo en realidad sabe que lo único que quiere es estar con senpai,
literalmente… odiando todo lo que no sea eso. ¡Esto se ha vuelto una locura! xD
Y como siempre sus comentarios o cartas de muerte son muy bien resibidas aquí mismo, o en el cuadro de chat o si me quieren escribir: shicakane@hotmail.com