Fanfic Koi Suru Bou Kun

Proyecto Challengers!

jueves, 7 de septiembre de 2017

Cuando las fotos ya no valen mil palabras

Esta es una entrada reflexiva de parte de mi novio Garlan, compartida por aquí. 


Reflexionar sobre tecnología normalmente nos hace pensar en cosas negativas: personas aislándose, con la narices pegadas a una pantalla pequeña cuando deberían estar interactuando con alguien en frente de él, dependencia del “aparatito”, consumismo, etc. En lo personal ese tipo de comentarios negativos siempre me resbalan. Soy lo que se denomina un “tecnófilo” y por ende soy de los que tienden a ver el lado medio lleno de la memoria RAM. Sin embargo, hay una cosa que ha traído la tecnología que sí me molesta y en sobremanera: las copuchas de redes sociales.

                Lamentablemente la masificación de los aparatos con internet móvil ha producido que los seres humanos trasladen sus pésimas costumbres, que a otrora quedaban relegadas a las barriadas, a las famosas “redes sociales”. La copucha, que antes era gozo de unos cuantos, ahora está al alcance de todos. Solo basta un celular, un par de fotos y una historia sin contexto para poder incitar un linchamiento o “funa” como se le llama actualmente. Y quizás no es esto exactamente lo que me molesta; la copucha (y sus respectivas señoras de edad a las cuales están asociadas) son ya casi una tradición humana, pero sí me parece intolerable lo irreflexivo de quienes participan de estas “funas”, quienes se rascan la urticaria de los dedos en el teclado manifestando su ignorante opinión respecto de un tema que no conocen. Ya son muchos los casos donde he visto que tratan a un hombre de “violador”, a una vieja de “maltratadora”,  a algún tipo de “ladrón”, etc. sin tener siquiera una prueba de lo clamado. Pero el vulgo responde de inmediato. Balan improperios a los malvados como si así solucionaran el problema.

                Honestamente desconozco si existe algún término psicológico para referirse a este tipo de linchamientos modernos, pero ya que básicamente somos el patio trasero de EE.UU. y todas estas cosas son la basura que nos deja su cultura emplearé el término que usan ellos: Virtue Signaling.

                El fenómeno del Virtue Signaling (Señalización de la virtud) consiste en que la gente emite (o mejor dicho hace eco de) opiniones que como sociedad consideramos que son “buenas” a nivel moral o ético, pero no lo hacen porque realmente entiendan el trasfondo moral de lo que dicen ni porque realmente crean lo que predican. Lo importante es simplemente diferenciarse de “el otro”, específicamente de aquel al que linchan. Es una reacción inexplicablemente desesperada por mostrar a los demás como nosotros sí somos diferentes, sí somos “buenos”, no como aquellos que cometen atrocidades, y estas famosas “funas de feis” se alimentan del deseo estúpido de la gente de ser reconocidos como gente en posición de alta moral… aunque a nadie realmente le interese.

                La síntesis de todo esto lo podemos ver en las situaciones sociales actuales de EE.UU. donde el Virtue Signaling ha alcanzado niveles tan severos que incluso por utilizar un peinado particular, por contar un chiste medio subido de tono, o por arrojar una mirada desafortunada puedes ser linchado. Y si bien en la actualidad el “linchamiento” realmente no viene en forma de una corbata mortuoria sí produce otro tipo de problemas como ser despedido del trabajo, ostracismo, problemas de relación de pareja y/o hijos, etc.

                Creo que la educación en eras del ciberespacio no va tan solo en saber cómo evadir a los pedófilos ocultos o las fotos de pene, si no en también en cómo utilizar las maravillas que nos ofrece el internet de forma responsable y más productiva. Si usted sufrió algún vejamen, por el amor de dios, no sea lo primero que haga el tomar el celular para tomar fotos. Diríjase a las autoridades competentes, realice las denuncias, hable con quien corresponda. No recurra a los muros de Facebook donde hay puros pelagatos que ni idea tienen de lo que pasó, solo simpatizan con usted para ganarse unos puntos de vaya usted a saber qué. Por otro lado, no vaya por ahí compartiendo y “difundiendo” toda funa que encuentre en las redes sociales, la frase “cuestiónalo todo” no se aplica solo a los curitas y a la iglesia católica. No hay que ser muy inteligente para darse cuenta que quizás la gente mal intencionada es la que hace el posteo de las fotos y no el acusado. Presunción de inocencia antes que nada. Mañana podría ser usted el afectado.

No hay comentarios: