Fanfic Koi Suru Bou Kun

Proyecto Challengers!

miércoles, 20 de julio de 2011

fanfic Dragon Ball Trunks x Gohan

Hola, aquí otro fic de la nada, me la pidió un amigo para ahcer un doujinshi de esta pareja, ojalá salga, si es así lo pondré aquí. Espero que lo disfruten!:

Él es diferente frente a otras personas, es el simple joven alegre y puro de 16 años, que no a pasado por la crueldad de batallas donde se pierden amigos y familia… pero cuando nadie más ve, cuando sólo su mirada puede cruzarse con la mía, sus ojos cambian, son como de aquel personaje viajador del tiempo, venidor del futuro que tenía la tez fría y estática, con la mirada dura de haber vivido una época de caos y muerte… aún si él no lo sabe, aún si nadie se lo dijo nunca, parte de ese Trunks del futuro, deseoso de matar, de vengar muertes ajenas pero intimas, está en él.

Pero, ¿por qué están esos ojos aquí, en este joven Trunks de este presente pasivo y tranquilo? Algo de el futuro viajó de alguna manera, los tiempos debían necesariamente entrelazarse para mantener un equilibrio entre la cronología infinita… y apareció aquí, conmigo, como la mala suerte, y como una resignación, apareció conmigo esa frialdad, venganza, ese deseo de herir.

No sé por qué conmigo, tal vez es el pago de algún hecho extraño que no puedo comprender aún, tal vez ese mismo equilibrio cronológico del cosmos me está cobrando una cuenta pasada o incluso futura, tal vez por eso no lucho tampoco… o tal vez todo esto es mi pobre excusa resignada a dejarme violar.

Ahí está otra vez, con la excusa de venir a ver a Gontenz pasea por la casa, cruza sus ojos en soledad con los míos, y esa mirada fría, esa mirada que nadie ha visto en él y que sólo me muestra a mí, aparece… profunda y penetrante, y te acercas, dices mi nombre y tu voz retumba en mis oídos, te veo como en cámara lenta tus pasos con cada paso acercarte, y me quedo inmóvil esperando… esperando…

- no te quedan esos lentes…

- ….. - ¿qué es esa pobre escusa para ensañarte conmigo? Me los quitas, tal vez solo quería desnudarme un poco aunque sea en algo tan pequeño e insignificante como mis gafas cuadradas. Ahora mi corbata, la estiras, la sueltas, no respetas que esté vestido como un adulto en terno, ni siquiera que sea un adulto del todo en mis 27 años de edad. No, eso incluso, te motiva a continuar… - puede venir alguien…

- no, tus padres salieron y le dije a Gotenz… - me miras – que te consultaría algo… y eso haré. – esos ojos fríos y sentenciaros, son como los ojos de tu padre en la cotidianidad, seguro que tú sólo usarías esa mirada en una gran batalla, pero no a llegado la oportunidad para ti, la paz de este mundo sólo te a molestado y te a limitado, después de todo somos sayayins, nacimos para la lucha, sin lucha, nos desesperamos, y tú te desahogas conmigo.

- en-entonces – titubeo, quiero y no quiero decirlo – vamos a mi oficina… - desvío la mirada, pero puedo ver sin ver tu sonrisa retorcida, crees que me tienes bajo tu control… ¿será posible? Hace ya un año que este extraño juego vengativo comenzó, y desde el primer momento no me e defendido, a lo más sorprendido e incluso asustado, pero no defendido, e recibido todo tu accionar sin luchar… por primera vez, no lucho.

Estoy ya en mi oficina, reconozco mi escritorio con papeles revueltos, llegué aquí sin darme cuenta, y él quita mi saco dejándolo sobre una silla, y sigo inmóvil, aunque mi respiración se a agitado; todo fluye naturalmente, se oyen las aves desde la ventana, y se pueden ver las hojas a través del cristal siendo movidas por el viento en este tranquilo día primaveral, no, es tranquilo allá afuera, aquí dentro ponto será un infierno, lo sé y no hago nada para evitarlo.

- en el escritorio.

Parece una orden, es una orden. Pero no es dicha duramente, sólo de forma demasiado firme, porque es lo que quiere, lo que desea, y lo que hará, no hay más que eso.

Lo miro de reojo, ya no tengo corbata y mi camisa está desabrochada en los primeros botones, no sé donde están mis gafas… todo mi orden se a destruido, tal vez este Trunks nunca visto por nadie a hecho despertar en mi un Gohan nunca antes visto tampoco, uno que solo le muestro a él, como él se me muestra a mí, solo a mí.

Camina empujándome con su pecho al escritorio, dándome la vuelta con brusquedad para quedar cara a cara a él. Se a desesperado, no soporta la lentitud en mi accionar, pero la verdad es que yo nunca e hecho nada, en ningún encuentro hago nada, porque no quiero reconocer que soy parte de aquello, así consuelo mi mente con que soy la pobre victima de él que me hace todo eso… todo eso…

- vamos, no eres una chica para ser tan lento… - su voz se a endurecido más, la ansiedad lo a excitado o tal vez la excitación lo puso ansioso; sus manos se mueven rápidas en quitar mi cinturón y yo aprieto la mandíbula mirando hacia esa ventana tranquila, tratando de alejar mi mente de lo ocurre en esa habitación… pero no puedo, él lo a notado y sus uñas se han enterrado en la piel de mi vientre obligándome a despertar de esa somnolencia, no, él desea que lo vea a los ojos, él desea absorber mi inquietud, observar el rápido proceso de tranquilidad a angustia y dolor.

- nn! – pestañeo, mis cejas se han puesto enfadas pero la verdad es que están sufrientes por el dolor sentido, estoy acostumbrado a tomarme el dolor con esa solemnidad de luchador, que él desea desmoronar.

Otra vez su sonrisa, su respiración suave junto a la mía, su boca se a acercado, sus dedos están tocando una intimidad ajena con demasiada tranquilidad, y un beso, y otro beso, y cierro mis ojos, no sé por qué pero siempre que junta sus labios con los míos cierro los ojos, simplemente no puedo mantenerlos abiertos, no puedo abrirlos… su beso es extraño, o al menos para mi que además de él sólo e besado a Bidel, ella besa con la ternura de una joven, él, es brusco y húmedo, como si devorara mi boca, tal vez esta brusquedad solo es alcanzable entre hombres, no, esta pasión.

- eso es… ya estás siendo bueno… - susurra en mis labios, mi pene ya está erecto, tan rápido, sólo por sus manos, antes esto me sorprendía, ahora ante lo inevitable del hecho no me queda más que aceptarlo, pero él se a dado cuenta, y ahora lo usa en mi contra para angustiarme – tan rápido… eres realmente fácil… - e allí su sonrisa otra vez, maliciosa, fría.

Lo miro casi con odio, con un rencor que sólo e mostrado a los enemigos de la tierra y su paz… pero el sonrojo en mis mejillas sólo logra hacer graciosa esa mirada, excusa para más burlas y humillaciones. Y su sonrisa se agranda, y se relame los labios.

Mis pantalones se caen, mis manos comienzas a temblar casi imperceptiblemente en el escritorio del que me apoyo, pero él lo nota, siempre él lo nota todo.

- abre tus piernas – su voz es suave pero fuerte, yo no me muevo, dejo que él con sus mano suaves y pequeñas abra mis muslos, mi piel se ha vuelto de gallina, y escucho el sonido viscoso de su lengua en sus dedos, humedeciéndolos, mientras miro el techo sin pensar en nada, el techo… como la ventana, están tan impasibles, sin importar nada, sin importar qué pasa en este lugar.

- Nn! Ay! – doy un brinco, sus dedos… sus dedos están molestando ese lugar… pero aún así no junto mis piernas, aunque podría no lo hago, sólo aprieto los dientes luchando contra su temblor, y acepto todo eso, con su ardor y dolor…

- Quieto… - su voz se ha agitado más, ya no tiene esa solemnidad de dominador, ahora él mismo está cayendo en su propio juego, ahora lo sé, él también me desea, más de lo que le gustaría…

- Nnn!! – más profundo, humedeciendo todo dentro de mi; su otra mano está pellizcando una de mis tetillas…

Y siento su mirada, absorbiéndolo todo. Y trato de esquivarla, trato de no chocar con ella, pero eso a él le enfada, lo enfurece y la furia lo excita más, toma mi mano abandonando mi tetilla ya roja, y me toma del cabello, fuertemente, obligándome a mirarlo, mientras entierra sus dedos (ya tres) dentro de mí, siento horribles escalofríos.

- mírame! – dice con una dureza furiosa en su voz, pero controla el volumen. Se calma, ve mi expresión de sudor, vergüenza y dolor, y se satisface – hmp – sonríe otra vez, y aunque no es apacible, veo su propio sonrojo… - está muy flexible ahora…

- …!! – abro grandes los ojos, ¡deja de humillarme! Quiero gritarlo pero no digo nada, sólo cierro los ojos, sintiendo el dolor de sus uñar en mi interior… - ah… au…au… - tirito.

- está bien, no sufras, ya te lo daré – se echa hacia atrás, abandonándome, mi cuerpo siente su ausencia de inmediato, y me desespero a mi vez.

Se desabrocha su cinturón, y su pene erecto sale de inmediato, grande y húmedo, en todo su esplendor de adolescente hiperactivo…

- … - qué estoy haciendo? Yo… yo debería correr ahora, debería irme, huir, sería tan fácil... – ah… - pero no lo hago. Espero, sólo espero, y él me mira con tranquilidad, tomándose su tiempo en consumir esa imagen de mí… la imagen que tanto deseaba crear y destruir.

- …. – se acerca – ahí voy, Gohan – no, no digas mi nombre.

- nnn!!! Ahh!! – grito, duele, arde, es, es tan horrible…

- cállate idiota, nos oirán – tapa mi boca con su mano – no quieres que se enteren, verdad? – y e ahí su malicia otra vez.

No se mueve, sólo entró de una sola vez, pero no se mueve. Espera a que termine de convulsionar y…

- nn!! Mmpp!! – su otra mano, me está meneando mi pene, tan fuerte, con tanta violencia… duele, duele, pero mis piernas siguen abiertas, tiritando siguen abiertas.

- Eso es… sé bueno… - dice jadeando a su vez Trunks.



Se siete horrible, duele tanto, y aprieto los dientes y los parpados en mis ojos cerrados mientras aguanto recibirlo todo de Trunks, mientras oigo el crujir del escritorio ante las presiones bruscas.

- auch! – me muerde el cuello, lucho por suplicar entre sus dedos – n-no! no marcas! No…

- qué? Las puede ver tu novia? – dice con malicia, pero con voz demasiado excitada como parecer tan malo como quiere ser.

- … - mi silencio se lo confirma.

- Jeje, lo sé, por eso lo hago – y sus envestidas se aceleran, sin dejarme razonar lo que a dicho ¿fue por eso? O al menos un efecto colateral deseado por él.

- Nn!! Nnn!! – sigue ardiendo, mientras lo siento más profundo en mi vientre, removiendo todo mi interior, presionando y golpeando mi carne por dentro, y ahí hay algo… hay algo dentro que hace arder mi pene, como electricidad que lo atraviesa todo de forma tan placentera que llega a doler, nunca e sentido el dolor así.

- Eso es… comienzas a sentirlo? – susurra agitado, a sacado su mano de mi boca, y me araña la espalda.

- Ah! ah! ah! – no pienso en nada, e cerrado los ojos y me siento caer (o elevarme?) a un sitio profundo, muy profundo que me envuelve del todo, destruyéndome, rompiendo mi carne, es tan grande que no puedo contenerlo, aniquilándome.

- No… mírame… - me llamas, y me besas como si así pudieras llegar hacía a mí, y es así, te siento, aún si no puedo abrir mis ojos por ese beso, ese beso hace que habrá más mis piernas, que se afirmen un poco más en su temblor así como mis brazos, y te reciben con más fuerzas, una invitación a que sea peor de lo que es: aceleras.

- Ahg! Ah! ay! Ay! – el ardor por las heridas de tus uñas y dientes, las envestidas más profundas, el ardor de una lubricación básica, junto con esa destrucción que provocas en mi interior… hace que me corra, abriendo mis ojos, impactándome de esa realidad, de oler mi semen y sentir su suciedad en mi vientre, tirito, tu exprimes todo mi semen provocando dolor por la sensibilidad de una resiente eyaculación.



Respiro agitado, agotado, me has aniquilado del todo, y toda la fuerza de mis piernas y brazos se ha ido, caería si no me sostuvieras.

- hmp, tan rápido – sonríes, mi mirada está perdida pero sé que sonríes, incluso, sospecho que te has relamido los labios – pero – tomas mi mentón aun si miro a la nada – aún no hemos terminado – y mi mirada se fija, te veo, sí, estabas sonriendo, malicioso, pero tu sonrojo me hace creer que hay algo más ahí… algo más.

- ….!! – me aterro un tanto, pero es normal, no acabamos hasta que tu estás satisfecho, esto no es para mí si no para ti.

Y empieza otra vez, profundo, fuerte, sin compasión de la sensibilidad de mi intimidad, y yo aprieto los ojos, me inclino más hacia atrás tratando de contenerme a mí mismo un poco más, arrugando los último papeles decentes del escritorio.

Y siento una de tus manos esparciendo el semen en mi vientre, llevándolo a mi pecho, y me siento asqueroso, humillado, siento unas pequeñas lágrimas contenidas en mis ojos, yo que sólo lloré cuando niño, vuelvo a llorar ahora de adulto por esto…

Pero pasas cualquier límite al meter esos dedos sucios en mis labios, los siento ahí, su viscosidad, su fuerte olor, y trato de mover la cara, pero tu otra mano obliga a mi boca a abrirse y metes los dedos, y te miro desesperado, y sonríes, ahora te vez en completa satisfacción, y andes los dedos, y me dan arcadas, voy a vomitar, me ahogo, y en esa visión oigo y veo tu gemido, cómo me miras con los ojos entreabiertos, abriendo tu boca para gemir por primera y última vez en ese encuentro.

Y te corres, con una mano en mi boca, y la otra en mi garganta, presionando, no es para obligarme a recibir tus dedos ¿verdad? Es por otra cosa.


Siento tu semen hinchar mi vientre, y la lágrima cae, suspiras, y aun adentro te acercas sacando los dedos húmedos de mi boca, y lames esa lagrima, no puedo ver tus ojos, quería ver tu mirada pero todo se a borrado, me siento caer al frio suelo y casi, sólo casi, tus brazos afirmándome, ¿o ya es un sueño?





Despierto, estoy en mi cuarto, estoy desnudo, sucio y adolorido; y Trunks no está. Sé que cada vez será peor, y mirando al techo, con una extraña tranquilidad me pregunto cual será el limite de esta tortura, ¿me matara? No, muerto no le sirvo, y en su mirada lo vi… él me seguirá para siempre.

¿FIN?

Comentarios a: shicakane@hotmail.com

O aquí mismo, o en el cuadro de chat xD

No hay comentarios: