Posdata: libro 48 del año, llegaremos a los 50? xD
Cap 22:
- Yamagushi? – Senpai
lo observa con ojos sorprendidos, con la mano aún en la perilla de la puerta
observa demasiado estupefacto a ese joven, no esperaba que viniera una vez más
al departamento, había creído haber sido lo suficientemente bruto para que no
volviera. Piensa en gritonearlo, ser más tirano que nunca y echarlo de ahí, lo
odia, sí, odia a ese sujeto de mirada inquisitiva, ya es oficial ¡¿qué mierda
hace ahí? Pero no lo hace, porque a su lado, senpai cae en la cuenta, hay una
chica, esa chica del laboratorio, que casi había olvidado…
Yamaguchi por su
parte estaba sorprendido, siendo que había llegado tan decidido a ese
departamento, pero ¿cómo no sorprenderse? El serio y hasta antipático senpai,
el que siempre parece tan académico de pronto está ahí, en pijama y cabello
suelto, si no fuera por sus gafas en verdad siquiera lo reconocería.
- bu-buenos días,
senpai! – casi grita Yamagushi por inercia, pestañeando varias veces sin creer
la imagen que veía.
- bu-bu-buenos días,
senpai – dice temblando la chica a su lado, completamente sonrojada, para su
tierna inocencia ver a un hombre en pijama, más su senpai, le avergüenza
muchísimo (sólo había visto a su padre así, que mona xp).
- …. – senpai se
serena, su rostro se vuelve serio y un tanto despreciativo, si no fuera porque
está esa chica ahí (que ni idea sabe quién es en realidad) echaría a patadas a ese
sujeto – buenos días – escupe secamente, sin soltar la perilla de la puerta
como si en cualquier momento de dispusiera a cerrarla de golpe.
- lamento la
intromisión senpai – Yamagushi trata de volver a ponerse serio, parece que fue
buena idea traer a Yumi (N/A: seee, invento mío el nombre xD) a modo de escudo
humano, aunque sonara cruel así, era la única forma de lograr entrar a ese
departamento y saber cómo se encontraba Morinaga – queríamos saber si Morinaga
se encontraba mejor… - su voz se debilitó en su última frase, también su
mirada, sus ojos se posaron en su compañera esperando que ella apoyara su
petición, ésta lo entendió, lo sintió, en verdad estaba preocupada por Morinaga.
- sí, discúlpenos
senpai… estábamos preocupados – la chica casi tiembla en su sonrojo, no puede
mantener su mirada fija en los ojos rudos de senpai, sólo mira al suelo, como
si se encogiera en sí misma de miedo y vergüenza.
Inevitablemente eso
dio su efecto a senpai. Es un hombre como cualquier otro, no puede ser brusco
con una chica, no tanto al menos. Además, sería sospechoso echarlos, aunque se
muere de ganas de hacerlo, sería raro negar una simple visita a un enfermo…
odiaba saber que otras personas entrarían al espacio de ambos, era como si se
enteraran de sus secretos, porque sí, Morinaga era su secreto, sólo suyo. Pero
al menos no sentía ese asco horrible de hace unos días, aunque la presencia de
Yamagushi se lo recordara, ahora era más bien una molestia amarga; después de
todo, Morinaga ya era suyo, lo había dicho y había tenido la seguridad de
tenerlo a su lado durante tanto tiempo… sí, no había qué temer, qué perder.
Entonces senpai
volteó, entrando de nuevo en el departamento, soltando la perilla de la puerta
dejándola abierta…
- adelante… - gruñó a
espaldas de ellos, bastante apático.
Los dos visitantes
quedaron algo paralizados en el umbral de la puerta unos segundos, hasta que Yamagushi
gritó un “sí” y entraron en el departamento, ambos temblando un poco, pero más
la chica que daba un vistazo atemorizado a todo lo que caía a sus ojos “este es
el lugar… donde vive Morinaga” pensó sonrojándose.
- Espérenme un
momento - volteó un poco senpai, su mirada ya no parecía especialmente molesta,
sólo lo normal - iré a decirle…
Y desapareció por el
pasillo, Yamagushi y Yumi se miraron sorprendidos, se sentían como si se
hubieran metido a la jaula de los leones, y se quedaron de pie, en silencio y
nerviosos, senpai no había ofrecido que se sentaran de todos modos.
Senpai por su parte
pasó de largo por su habitación siguiendo su camino hasta el final del pasillo
hasta el gran mueble del fondo del cual, de forma rápida pero silenciosa, sacó
uno de los futones que tenía en caso de visitas. Su mente científica ya había
comenzado a trabajar inteligentemente, necesitaba una estrategia, no podía
dejar que esta visita sorpresiva lo jodiera a él y a Morinaga.
De forma igualmente
silenciosa entró a la habitación de Morinaga, Yamagushi y Yumi sólo oyeron sus
pasos de acá para allá pero no podían sospechar lo que senpai planeaba. Aún si
la mirada de Yamagushi era más inquisitiva que nerviosa, al contrario de la de
Yumi.
Senpai mandó una
mirada al bulto de la cama, Morinaga seguía profundamente dormido, seguro
habían sido las pastillas de hace unas horas lo que lo tenía así. Tiró el futón
al suelo y prendió el aire acondicionado que comenzó de inmediato a limpiar el
aire de la habitación mientras senpai revolvía con los pies el futón, ya cuando
estaba lo suficientemente revuelto volvió a doblarlo y a dejarlo en un rincón
de la habitación, así se veía lo suficientemente “usado”. El aire se volvía
frío en la habitación y a senpai le dio un escalofrío, pero no tendría tiempo
de vestirse, de alguna manera se vería también sospechoso, pensó. Caminó a
continuación hacia Morinaga y…
- Oi! Despierta!
- …….
-Oi! Qué despiertes!
- tenía poca paciencia esa mañana y ya estaba bastante histérico por lo que
olvidó el ambiente cálido de hace unas horas para ser tan tirano como siempre.
Abrió un poco las frazadas y cogiendo a Morinaga de un hombro lo zamarreó sin
mucha compasión - ey! Maldición! Despierta!
- nn? - Morinaga
entreabrió los ojos, medio dormido pero sin fiebre, en su mente lo de hace unas
horas en la mañana era como un sueño, y ver a senpai ahí, otra vez, era como la
continuación de ese mismo cálido sueño, no puedo entonces evitar estirar sus
brazos y envolver a senpai en ellos - nnmm no, durmamos un poco más…
- ….!!!!! - y un golpe,
no tan fuerte como hubiera querido porque no quería hacer más ruido que el
necesario.
- Au!! Qué?! Por qué?
- Morinaga en sus sueños no se explicaba que senpai de pronto lo rechaza tan
bruscamente (ahora xD).
- i-idiota! No es
tiempo para eso! Tienes visitas! Ahí! Ahí afuera! Ahora! - gritó más fuerte de
lo que quería senpai, sonrojado y más histérico, él que se esforzaba por
ocultar… lo de ellos, y viene este
idiota a hacer cosas sin pensar!
- visitas? Qué?
Quién? - preguntó Morinaga sorprendido y definitivamente más despierto.
- Es Yamagushi - la
voz de senpai se volvió seca y miró a un lado, con cara seria y dura - y una
chica.
- eh? - Morinaga en
verdad estaba confundido, primero porque nunca había recibido una visita desde
que se mudó con senpai, segundo porque nunca le había dicho a Yamagushi (ni a
nadie de la universidad) dónde y menos con QUIÉN vivía, y tercero… ¿una chica?
¿quién?
Senpai lo miró un
momento, analizando la reacción de Morinaga, y al notar que seguía tan
confundido que al principio comprendió que no tenía más opciones que seguir
adelante, y sentenció de forma igualmente seca que al principio:
- los haré pasar - lo
dijo sin mirarlo, ya volteaba y caminaba hacia la puerta.
- eh? Ehhhhh?
- y Morinaga - volteó
en el umbral, esta vez mirando directamente la cara de espanto y sorpresa de su
ayudante, no era una mirada del todo amenazante, más bien sentenciadora - ten
cuidado con lo que digas.
Y senpai desapareció.
Morinaga temblaba en
la cama ¿por qué estaba Yamagushi en su casa? ¿Cómo sabe dónde vive? ¿SENPAI
ESTÁ MOLESTO OTRA VEZ? ¿cuidado con lo que diga? Pero si sentía que cualquier
cosa que dijera podría ocasionarle la muerte!
Pasó menos de un
minuto, en que Morinaga tragaba saliva y se hacía mil preguntas sin contestar
ninguna cuando vio de pronto entrar en la habitación a Yamagushi seguido de una
chica, sí, era Yamagushi, no era una pesadilla, pero no pudo evitar seguir
sintiéndose nervioso. Y la chica… ah, era Yumi, su compañera ¿pero qué hacía
ahí…?
- buenos días,
perdona la intromisión - dijo cortésmente Yamagushi, aliviado de ver a Morinaga
con mejor cara, aunque aun estaba algo pálido (nunca sabría que no era por el
resfrío esta vez).
- buenos días, siento
la molestia - dijo por debajo tímidamente Yumi, mirando fugazmente y con la cabeza
gacha a Morinaga, se veía tan encantador en esta nueva faceta.
- ah-ah! Sí, buenos
días! - gritó casi Morinaga - gracias por venir… - volvió a bajar la voz, ahora
más que nervioso estaba perturbado, en verdad no esperaba esta visita - tomen
asiento… por favor…
Y entonces vio a
senpai mientras sus visitas entraban y se acomodaban (Yumi en la silla del
escritorio, y Yamagushi en la punta de la cama) estaba senpai en la puerta,
apoyaba la espalda en el umbral, con los brazos cruzados y el cabello ahora
tomado, tenía una cara no de los mil demonios como siempre, esta vez era más
como… “estoy guardándomelo para después” Morinaga tembló.
- cómo te sientes? -
preguntó Yamagushi, mirándolo inquisitivamente, pero sin malicia.
- b-bien… un poco
mejor… nn siendo haberte preocupado - Morinaga bajó un poco la mirada,
pendiente de cada palabra que dijera bajó la seria mirada de senpai.
- oh… eso es bueno… -
Yamagushi pudo notar entonces el nerviosismo de su amigo, y a la vez sintió la
mirada fría de senpai a sus espaldas ¿era por él por lo que Morinaga estaba tan
nervioso? Acaso lo vigilaba? Después de todo, parecía que ésta era la
habitación de senpai, aunque hay un futón en un rincón, que extraño…
Pasó un incómodo
silencio nervioso donde Morinaga no se atrevía a decir nada más y Yamagushi
tampoco, ambos acosados por la mirada frívola de senpai. Por su parte, la pobre
Yumi tampoco se atrevía a decir nada, estaba avergonzada y en su timidez no
podía pensar claramente qué decir, aunque antes había pensado un par de cosas,
ahora no le salía nada de la boca. Entonces apretó sus delgados dedos en la
caja que sostenía sus manos, y recordó los panecillos que había comprado de regalo
para Morinaga, sí, parecía un comentario perfecto pero…
- bien, entonces iré
por té - dijo senpai enderezándose, podía notar como esas tres personas en
aquella habitación eran unos idiotas asustadizos y eso le ayudó a sentirse más
seguro, era Tatsumi senpai después de todo, aquí en su casa o en la universidad
seguía siendo un tirano, estaba en su terreno.
- eh-ehm! - pero un
pequeño ruidillo, como el de una ardilla aplastada (XP), lo detuvo. Senpai miró
hacía adentro una vez más, esa chica estaba de pie, sonrojada, aunque sin
mirarlo - por favor, permítame ayudarlo! - dijo casi temblando - traje… bocadillos…
Senpai la miró de
arriba abajo, sí, sentía un rechazo hacia ella, no podía evitarlo, toda su
ternura sólo agravaba más ese sentimiento oscuro. Miró a Yamagushi y a
Morinaga, ambos lo miraban algo asustados, y la misma Yumi esperaba su
sentencia como el cordero que va al matadero. Senpai pensó de forma fugaz que
tal vez no era bueno dejar a Morinaga solo con Yamagushi ¿qué sería capaz de
decirle éste a Mori? Pero japonesamente no podía dejar atrás su cortesía y,
maldiciéndose, dijo:
- está bien… - volteó
y se fue.
Yumi lo vio esfumarse
sorprendida, y tragando saliva, llenándose de valor fue tras su senpai,
apretando la caja entre sus dedos.
Yamagushi y Morinaga
siguieron esa pequeña figura con la mirada hasta que desapareció de la
habitación, y en especial Morinaga se preocupó de que Yumi pudiera ser
espantada (sino sinceramente violentada) por la tiranía de senpai, que estaba
tan obviamente activada, pero no podía hacer nada, estaba con Yamagushi, que a
la vez lo miraba ahora sí, inquisitivamente indagador.
- Morinaga! - lo
llamó Yamagushi, decidido.
- eh?! Qu-qué? -
Morinaga torció su rostro en alguna especie de sonrisa demasiado nerviosa.
- yo… - Yamagushi
bajó la mirada, buscando sus palabras - necesito preguntarte algo… ahora que
estamos solos.
- eh? - eso no sonaba
nada bien, pensó Morinaga, teniendo a senpai y a su fría mirada en su mente.
- verás… - la mirada
de Yamagushi se paseó en la nada, preocupado, aclarando sus ideas, sus
sospechas, su miedo - ….. - Yamagushi encontró entonces la pregunta, la pregunta
que lo resumía todo, aún si era demasiado directa - ¿Tatsumi senpai está
abusando de ti?
- EEEHHHHH? -
Morinaga no pudo más que sorprenderse, la palabra abuso pareció primero exagerada, casi irónica, pero luego (3
segundos después) se dio cuenta que era acertada, pero no para senpai; quien en
verdad es un tirano con él, siempre lo golpea y explota en la universidad, pero
más bien, la palabra “abuso” podía dirigirse hacia él mismo, hacia el mismo
Morinaga, era él el que había abusado de senpai en realidad, obligándolo,
violándolo… sólo debía recordar lo de hace unos días, a pesar de que él seguía
a su lado…
- Morinaga! - lo
llamó ahora casi alterado Yamagushi, la mirada pensativa de Morinaga le había
dado la falsa impresión de haber dado en el clavo - Tatsumi senpai… él…?
- eh! No, no, te
equivocas - Morinaga negaba con las manos, con una sonrisa algo nerviosa nuevamente.
Había vuelto en sí, debía aclarar las cosas - senpai… bueno, es cierto que él
es un tirano, pero de ninguna forma puedo decir que él “abuse” de mí jeje…
- p-pero, es que…. -
Yamagushi estaba nervioso, sabía que Morinaga era demasiado amable ¿y si en
realidad sufría de síndrome de Estocolmo y por eso defendía a senpai? - me
sorprendí mucho - bajó la mirada - cuando supe que vivías con él… en realidad… no
me imagino que alguien pueda vivir con él…
- ah… ya veo… bueno,
verás - Mori se pudo más solemne - aunque no lo parezca, senpai es una buena
persona, y si llegamos a vivir juntos… - la mirada de senpai se perdió un poco
- es porque lo conozco lo suficiente…
- p-pero…
- por favor, no
hables mal de senpai, él es… es decir, sé que es “así” pero no lo odio por eso…
quiero vivir con él…
- …. Pero… no es
duro?
- jeje, a veces, pero
en verdad, estoy bien, vivimos bien aquí - Morinaga puso otras de sus tiernas
sonrisas lo que sólo preocupó más a su amigo, y entonces, éste decidió sacar a
luz lo que vio ese día ¿de qué otra manera podía saber la verdad de las cosas,
de su amigo?
- pero… - insistió -
yo……
- eh?
- vi sangre - creyó
poder verlo a los ojos al decir esa palabra, pero en el último momento bajó la
mirada, diciendo la palabra como un susurro, como una palabra maldita.
- ah? - Morinaga se
sorprendió, no sabía a lo que se refería Yamagushi, incluso, siquiera sabía
cómo se había enterado de que vivía con senpai, aún.
- ese día… ¿no
recuerdas? - se aventuró a mirarlo a los ojos, vio a Mori confundido y un poco
preocupado, pero debía continuar - te desmayaste en el laboratorio y tuvimos
que traerte a casa en el automóvil de Fukushima sensei…
- ¡¿Fukushima
sensei?! - interrumpió Morinaga sorprendido, senpai no le había dicho nada,
bueno ¿no había habido oportunidad?
- sí, fue entonces…
cuando nos enteramos que vivías con senpai…
- … ya veo… -
Morinaga trataba de digerir todo lo que oía.
- y, ese día…- ….? - Estaba realmente turbado, demasiada información sorpresiva.
- entré a dejarte en esta habitación con senpai… ¡perdona! - se disculpo de pronto, bajó la vista y su cuerpo se volvió rígido - me pude dar cuenta que no era tu habitación, me pareció extraño, y además… estabas tan enfermo ese día, estaba realmente preocupado y entonces…
- … qué…qué pasó? - Morinaga ya estaba suficientemente preocupado, sentía instintivamente que Yamagushi sabía más de la cuenta, pero no, era imposible pensar que él sospechará algo como eso.
- miré en la otra habitación… y vi sangre en la cama. - simplemente lo dijo, no quedaba más por hacer.
- ….!!!!! - Morinaga lo miró con unos ojos que Yamagushi nunca le había visto, eran ojos sorprendidos pero de alguna manera severos, como enojados…
- lo siento! no quería espiar pero…!
- ….. - Morinaga bajó la vista, comenzó a suponer muchas cosas, siquiera pensó en una escusa, su mente sólo indagaba esa “sangre”. Seguro era de esa noche, por supuesto, pero no era suya, era de senpai, Yamaguchi estaba equivocado, el que había abusado no era senpai, esa era su sangre, sino él, él era el monstro…
- Morinaga?
Tenía que aclarar las cosas, ¿pero cómo?
CONTINUARÁ... pronto oOó/
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Siento la demora >-< otra vez! Desde mañana empezaré a escribir dos pág al día como mínimo D:<