Primero que nada, gracias por sus comentarios y ánimos, motivan mucho, en especial cuando me siento algo bloqueada jeje, siento que no está fluyendo la escritura como antes, espero volver al ritmo anterior, será que ahora priorizo más la lectura que la escritura. Pero en fin, a darse ánimos y espero que de todas maneras les guste este cap, yo creo que un par más y termine, pero seguirá en one shot, porque ni loca empiezo de 0 con esta pareja después de este largo camino de mmm creo que dos años de escritura? xD. Bueno, buen provecho, espero que lo disfruten y espero sus comentarios, y por supuesto, disculpen el atraso, es mi yo detallista detestable.
Cap 19 (por Dios, llevo caleta xD alguien se ha dado cuenta que debemos estar llegando a las 200 páginas del fic si ya no las hemos pasado?!):
El pequeño departamento rebosaba una aparente tranquilidad y silencio a través de las habitaciones quietas y con luces apagadas, pero, y sin embargo, una delicada luz, casi imperceptible escapaba bajo la puerta cerrada del baño, de la cual, en su interior, unos extraños quejidos se escuchaban…
- Mierda! Mierda! Mierda! – senpai decía por lo bajo, con la mandíbula apretada, mientras se limpiaba casi con desesperación el vientre y la entrepierna con exagerada cantidad de papel higiénico; estaba sonrojado hasta las orejas, y podía notarse su cabello un tanto enredado (hecho curioso al éste tan lacio), siquiera había tenido tiempo para abotonarse la parte de arriba de su piyama – auch, auch… - suspiró, no fue buena idea secar de forma brusca su pene “duele… maldición…”.
Mientras realizaba su acostumbrada catarsis verbal, y de forma aún no muy clara en su mente, no podía evitar pensar en lo recién hecho (pero pensarlo al menos), y por consiguiente en Morinaga, un “estará bien?” fue el pensamiento menos avergonzante que tuvo, pues no podía sacar de su mente su imagen, la imagen de él “así”, sudando, sonrojado, mirándolo suplicante y con dolor en el rostro, y también sus pen… no podía ni pronunciar la palabra, pero podía verlos aún, escurriendo en la mano de Morinaga, manchándolo.
- Oh! Dios! Qué mierda es esta? – exclamó histérico, lavándose las manos con mucho jabón, y la cara. Se vio en el espejo, se vio sonrojado, casi enojado y con el gesto torcido - ….. – pero no se sentía culpable, no era ni asco ni remordimiento lo que sentía “por qué?... estoy avergonzado pero… este vértigo en mi estómago…”.
Pero no pudo pensar más allá de eso, la misma imagen de Morinaga le hizo recordar que no era conveniente dejarlo solo, ya que tal vez le podría haber vuelto la fiebre con lo antes… hecho (contrajo más el rostro senpai al pensarlo ahora conscientemente) y aunque no quería volver a esa habitación tan pronto, se encaminó a ella con paso rápido e inevitable por sus nervios, llevando el papel higiénico en la mano fuertemente, escuchando el latir de su corazón acelerado y extremadamente claro ¿era por el silencio de la noche, o en verdad latía tan fuerte?
Cuando entró en la habitación, la débil luz de su lámpara reflejaba el rostro de un Morinaga aparentemente dormido, sólo parte de sus piernas estaban tapadas por la sábana aún húmeda, todo su pecho, vientre, y su intimidad aún manchada estaban a la vista, su cuerpo además se había enfriado un poco por el sudor seco, teniendo ya piel de gallina, y su mano manchada todavía se mantenía en su sexo, enredando sus dedos llenos de semen en su vello púbico igualmente húmedo y viscoso. Senpai no pudo evitar ver toda esta visión, como un reflejo, y tal vez porque Morinaga parecía dormido, y es que la imagen de sus penes seguía en su mente, por lo que sus ojos fueron de inmediato tras ver su rostro, a su parte baja con la suficiente atención para notar que su pene aún no se ablandaba del todo, estando todavía grande sólo que no erecto, dejándose caer a un lado, encovándose… y estaba tan rojo, seguro que le dolía tanto como el suyo.
Pero esta visión duró apenas tres segundos, obligándose a esquivar su propia mirada porque era demasiado consiente de ella misma, salvándose, sin embargo, lo fue suficiente para gravar en contra de su voluntad todos los detalles de la fisonomía de ese miembro, imagen que lo seguiría por mucho tiempo, apareciendo una y otra vez en su mente, como la imagen anterior del rostro de Morinaga, su pecho agitado, y más aun, la de sus ambos penes juntos.
Con la mente más despejada de lo que hubiera deseado, sintiendo más fuerte el vértigo en su vientre y de pronto siendo más consciente del dolor de su propio pene; apretó los parpados y la mandíbula, se sonrojó más aunque no se percató de ello, y pensó al fin “tengo que limpiarlo… otra vez?” tragó saliva, viendo en su mente la visión de la que hace nada había escapado en la realidad “no… no puedo hacer eso…” pensó temblando más, apretando con su mano el papel higiénico “no… su pen…” no pudo siquiera decirlo en su mente, por tanto, no le quedó otra que hacer algo igualmente vergonzoso, pero al menos en menor medida que la primera opción: tratar de despertar a Morinaga, de hecho, en verdad estaba dormido?
- Mo-Morinaga… - susurró senpai, esperando una respuesta sin ver su rostro.
- Nn… - respondió Morinaga, entreabriendo los ojos lentamente, lo cierto es que no estaba dormido del todo, sólo dormitaba, y aunque sabía que senpai tardaría, no tenía fuerzas para cubrirse, e incluso tal vez no quería ni hacerlo.
- Ah – senpai se sorprendió, en el fondo tal vez prefería que él siguiera dormido y por reflejo sorpresivo lo miró otra vez.
- Estoy despierto… - Mori lo miró débilmente, estaba sonrojado – nn…cansado… - suspiró, y volvió a perder su mirada cerrando los ojos nuevamente.
- …… - senpai lo observó un momento aún en su tonta sorpresa, pero reaccionó al creer que la debilidad de Morinaga podría ser causada por una nueva oleada de fiebre – e-espera, no te duermas! Volvió tu fiebre? – preguntó bruscamente.
Al fin se atrevió a acercarse, dejó el papel higiénico en el velador, y puso una mano en al frente de Morinaga, más guiado por la preocupación que por la conciencia.
No, no tenía fiebre, suspiró aliviado, retiró la mano de su frente, pero otra vez y sin control, sus ojos volvieron a fijarse en ese cuerpo ajeno, en ese pecho que respiraba suavemente, su piel de gallina. Senpai volvió a sonrojarse (más aún), esquivó la mirada y
- N-no te duermas, tienes que limpiarte… y abrigarte.
- Nn… sí… - dijo Morinaga moviendo lentamente sus dedos llenos de semen en su vello púbico, para después abrir los ojos lentamente, viendo más a la nada que al propio senpai.
Pero éste no notó lo último, sino que cogió el papel para dárselo a Morinaga, de forma algo brusca, de hecho, más bien orgullosa, pero tiritaba sutilmente su barbilla y la misma mano que le ofrecía, delatándolo.
- Toma. – dijo algo seco.
- …sí – susurró Morinaga, recibiéndolo con su mano limpia, aún sin mirar a senpai, cosa que éste no notó pues consideró normal que viera sólo el papel mientras lo manipulada, sacando trozos para limpiarse, pero a la vez también notando de lo raro que era ver a Morinaga cómo procedía a limpiarse su intimidad, volteó el rostro de forma nerviosa, y se levantó con la excusa de acercar el basurero; los cortos pasos le hicieron sentir más la sensibilidad de su entrepierna, pero no dijo nada y trató de no hacerlo notar.
Al volver siguió sin mirar a Morinaga, aún a pesar de que senpai se había sentado al borde de la cama (sin saber por qué, en realidad) y dándole la espalda a Morinaga que seguía limpiándose y parecía no mirarlo; hubo un silencio algo largo entre ambos, sólo interrumpido un par de veces por pequeños “aouch” de Morinaga, también sufriendo la sensibilidad de su pene.
Y cuando el trabajo de éste pareció estar acabado, y mientras senpai pensaba qué hacer a continuación, Morinaga rompió el nervioso silencio:
- ¿estás seguro… que quieres que me quede en tu cama? – su voz era lenta, pero se notaba que lo había pensado bien antes de decirlo.
Senpai volteó más sorprendido que antes, mirándolo directamente y algo alterado, como si hubiera dicho algo que lo ofendía, tal vez porque sea lo que le dijera haría sobrereaccionar así a su mente quebradiza en esos momentos, o porque tal vez esa pregunta en verdad lo alteraba. Morinaga por su parte ya había guardado su pene en su pantalón, pero aun no se abrochaba la parte de arriba, y mirada sin ver el fondo oscuro de la habitación, esperando la respuesta sin esperarla a la vez.
- …. – senpai volvió a voltear, “tu cama”, esa frase lo había perturbado… pero era cierto, él estaba en su cama,…su cama… y en alguna parte de su mente, sutilmente recordó las palabra sde Morinaga “soy tuyo” como un recuerdo susurrado - sí… estoy seguro – dijo sin verlo, con voz algo temblante pero segura, de cierta forma pensándolo y completamente sintiéndolo.
Morinaga al fin fijó su vista en él, parecía sorprendido y a la vez con una extraña esperanza en sus ojos.
- …. – no dijo nada más, abotonándose el piyama al fin. El silenciode ambos continuó unos segundos, pero no se sentía tensión entreambos, como si ya todo estuviera destruido o bien completo con lo antes dicho.
Morinaga entonces se removió en la cama, dándole un lado en ella a senpai, tapándose, esperándolo. Senpai por su parte había escuchado el sonido de las frazadas removiéndose y cómo se había hundido el colchón al moverse Morinaga, pudo por tanto suponer lo que había hecho, que lo esperaba. Entonces senpai tragó saliva, y se tensó más como antes sólo lo había estado un poco.
Pasaron otros segundos que esta vez sí fueron tensos a causa de senpai, en cambio Morinaga seguía con ese aire resignado, tal vez el orgasmo había terminado de agotarlo o en verdad lo estaba, esperando como el que en verdad no espera nada.
- ….. – entonces senpai como un flash se metió a la cama, tanto así que Mori dio un salto al sentirlo de pronto a su lado, y no pudo evitar mirarlo, pero él le daba la espalda y se había tapado hasta los hombros.
- ….. senpai… - susurró Morinaga, llamándolo de forma suplicante, enamorada.
- … ¿qué? – respondió éste con voz quebradiza, nervioso, y avergonzado a pesar de sus esfuerzos.
- …….- pero Morinaga no dijo nada, lo que deseaba no podía expresarse en palabras.
Entonces, senpai sintió un suave tacto en su hombro, tan delicado, hecho sólo por las yemas de los dedos de Morinaga, tan suficientemente sutil para sólo sacarlo de su estupor y no alterarlo con esa delicada sorpresa, sino despejar su mente y no alterarse con ello; y entonces, al fin con la mente clara, siendo consecuente el corazón con la mente, senpai se dio cuenta que debía ser consecuente ahora éstos dos con su cuerpo, y, en silencio y aún temblando, comprendiendo y aceptando lo que Morinaga deseaba, algo que él sabía que deseaba hace mucho, mucho tiempo, tal vez años… se atrevió y sintió que podía/quería hacerlo.
Senpai volteó, lentamente en esa cama que de pronto pareció pequeña, y con su rostro sonrojado, con su barbilla temblante y sus ojos bajos, quedó cara a cara a Morinaga, que estaba a centímetros. Entonces una de las manos de Mori, tocó su rostro, con el mismo tacto sutil de antes, sin obligarlo a mirarlo, acercándose lentamente, por lo que senpai tiembla un poco más, pero no se aleja, sin atreverse a mirarlo pero aceptándolo, pues sabe lo que viene, sabe lo que debe hacer a pesar de la vergüenza y los nervios que no lo dejan pero que ahora controla.
Sus narices casi juntas, senpai ya había apretado los parpados y tensado el cuerpo esperando el beso, pero Morinaga se detiene, mira los ojos cerrados de senpai esperando su mirada, éste la siente y habré a su vez los parpados y lo mira, sí… esa mirada… brillante, asustada pero, aceptando…
- …¿está bien? – se miraban a los ojos, los de ambos brillaban, ambos estaban sonrojados, y ambos temblaban.
- ….. – senpai bajó la mirada otra vez, sentía que los ojos de Morinaga lo debilitaban y nublaban su mente, la dejaban en blanco, y quería escapar de eso, impedirlo, esta vez quería pensar y ser consiente aunque la realidad fuera demasiado para él; pero no consiguió nada claro a pesar de sus esfuerzos, a pesar de haber escapado de esa mirada como si el solo hecho de estar así con Morinaga significara irremediablemente el descontrol y la perturbación de su mente, de su corazón ¿alguna vez podrá estar a su lado sin sentirse así, sin enloquecer en alguna medida al ser tocado, al ser besado, amado por él?
Lo único que tenía claro era el sentir, ahora aceptado por su mente, concientizado aunque no podía verbalizarlo ni explicarlo por la misma fuerza de ese sentir, que lo nublaba; pero el sentimiento al menos, era ahora nítido, tan real que podía pasarlo a acciones, con tanta fuerza que podía hacer mover el cuerpo de senpai. Esos sentimientos, como el de desear tenerlo en su cama, igualmente como el deseo desesperado de aceptarlo, de que fuera suyo y no se alejara de su lado sin importar lo que debiera hacer para impedírselo, sentimientos aceptados y enfermizos, insanos y bizarros, senpai ya sabía que significaban que quería a Morinaga, y que lo quería a pesar de todo, a pesar de sí mismo y de él, a pesar de que Morinaga fuera un hombre, y más aun un hombre obsesivo (si no más que él mismo), pervertido, casi loco y hasta peligroso, de ser causante de degradación para sí mismo y para el propio senpai, hundiendo a ambos en una locura intensa y enfermiza de la que ninguno quería escapar y de la que senpai ahora era consciente y la aceptaba, aceptaba la autodestrucción de ambos. Quién sabría si esto era amor, tal vez siquiera lo era, por ponerle un nombre podría ser catalogado así, pero contenía tanta locura, tanto daño a los que la sentían y hacían, tanta degradación humana, haciéndoles transformarse sólo en victimas de cada uno, que incluso convertía la palabra amor en una estúpida escusa para algo más allá del mismo amor, del mismo odio, algo que aún no tiene nombre porque es demasiado grande, demasiado fuerte y mórbido como para tener palabra que lo categorice.
Entonces senpai, sintiendo todo eso, aceptándolo y sabiéndolo a pesar de que no lo podía pensar del todo claro, se atrevió por ese mismo sentir y aceptar, a ser consecuente con su cuerpo, como aceptando también que su carne hace mucho se había dado cuenta de todo eso y que ahora simplemente debía moverse con la naturalidad que ya le era propia para/en ese otro cuerpo. Y entonces, así, senpai miró nuevamente a Morinaga, a pesar de que su cara parecía algo enfadada, a pesar de que temblaba y estaba más sonrojado que nunca, luchó contra la vergüenza que le traía el ser consciente de lo que habían hecho, de su sentir y aceptar, y de lo que sabía ya que haría y deseaban ambos.
Fue un movimiento lento, casi virginal pues era la primera vez que senpai lo hacía a sabiendas de todo, pero a la vez también natural, pues su cuerpo pertenecía hace mucho al otro y viceversa; las manos de senpai de pronto en cada mejilla caliente de Morinaga, y cerrando sus ojos de forma no apretada sino más bien con cejas suplicantes, juntó sus labios en un sutil beso con los suyos, en una suave presión, tímida, temblante. Morinaga de inmediato cerró los ojos, había esperado ese beso hace mucho tiempo, un beso deseado pero también consciente, un beso que quería ser dado desde la mente y el corazón, no como ese beso impulsivo de alguna vez tiempo atrás.
Morinaga recibió como nunca ese beso, con sus manos delicadamente en la cintura de senpai, disfrutando sin siquiera mover sus propios labios, ya que quería sentir sólo los de senpai, el cómo senpai hundía delicadamente sus labios en los de él, como un niño pequeño que sólo se atreve a juntarlos y no moverlos, o tal vez era, porque en verdad para senpai ese tacto era suficiente, ya se perdía con eso, ya sentía que lo quería y que traspasaba a su vez todo su sentir a Morinaga, tal vez y simplemente, éste último era el que siempre necesitaba más y de una forma bestial, arrastrando a senpai en algo para lo que no estaba hecho ni era su destino hacer. Pero eso ya no importaba, Morinaga ya había secuestrado a senpai, y senpai ya se había entregado aceptando ser devorado, Morinaga ya no lo pensaba dejar ir, sin importar nada, sin importar a lo que tendría que llegar si un día senpai entrara en razón, si senpai se arrepentía, si conocía a alguna mujer y deseaba “enderezar” su vida… no, Morinaga no sabía qué sería capaz de hacer en ese momento, sólo estaba seguro que lo mantendría a su lado, sin importar qué.
Tras ocho segundos que parecieron más tiempo, senpai se separó de los labios inmóviles pero abiertos de Morinaga, y sin darse cuenta, con el rostro más relajado (o más bien, adormecido y embriagado) lo miró a los ojos, que ambos abrieron a la vez tras separarse, las narices estaban casi juntas y senpai podía sentir la respiración de Morinaga chocar en su boca. Entonces senpai, sintiendo la acostumbrada debilidad que siente por la brillante mirada de Morinaga, bajó su vista a su pecho, mirándolo, sintiendo de forma cálida y silenciosa que ese otro cuerpo le pertenecía tanto como el propio, lo sentía, y más aún al ver sus propias manos en sus brazos, brazos grandes, caliente y fuertes, brazos masculinos que aún así disfrutaba el apretarlo con sus manos, porque ese cuerpo grande y fuerte, podía ser doblegado por él, porque era suyo, porque estaba en su cama, porque Morinaga lo amaba de esa forma enferma, Morinaga simplemente era suyo.
- Senpai… - Morinaga lo llamó sin notar los pensamientos-sentimientos oscuros de senpai, inmerso contemplando su cuerpo como posesión, y suplicó con la nariz chocándola suavemente contra la de senpai otro beso – senpai…
- ….. – senpai lo miró entonces, con la misma mirada embriagada del que se siente dueño de alguien, pero ahora tenía el ceño algo fruncido con el sonrojo ya habitual, pero ya no temblaba. Su boca torcida no se relajó ni cuando Morinaga volvió a acariciar la punta su nariz con la propia, pero consiguió que senpai entrecerrara los ojos y mirara su boca, sus labios rojos y húmedos, sus labios entreabiertos; y de forma natural porque lo deseaba, y decidida porque él mismo ya estaba resignado a sí mismo, volvió a besarlo, esta vez con una presión más profunda y su boca más entreabierta.
Morinaga esta vez respondió al beso, abriendo un poco más su boca y haciendo movimientos con sus labios, guiando como siempre los de senpai que no luchaban, los movimientos de Morinaga eran lentos, relajados, no necesitaba brusquedad, no necesitaba pelear, senpai lo había besado. Sus manos lo envolvieron, mientras las de senpai apretaron más las carnes de los brazos de Morinaga, este beso fue mucho más largo y no se detuvo hasta que senpai sintió la lengua de Mori lamer sus labios…
- Nn! es…espera… nn…
- Mm? – Morinaga no dejaba su boca, había tomado una de las piernas de senpai levantándola, envolviendo sus propias caderas, mientras que una propia se le metía entre sus piernas.
- Nn… n-no… otra… - senpai volvió a temblar, aún tenía el cuerpo débil y no quería embriagarse más de lo que estaba, perder el control, porque sabía que no sería capaz de detener a Morinaga, era suyo es cierto, pero aún así después de cruzar cierta línea era incontrolable, eso lo sabía bien.
- … - Morinaga suspiró en su boca, no cambió la expresión brillante y sonrojada de su rostro – está bien… no te preocupes, sólo… - y volvió a besarlo y lamerle los labios, suplicándole – quiero besarte hasta dormirme…
- …… - senpai no se movió, aunque ya estaba algo tenso; tras ver a los ojos a Morinaga mientras decía esas palabras, había luego mirado sus labios, dándose cuenta que a su vez también los deseaba, y cerró los ojos, dejándose besar y no luchando contra la posibilidad de que Morinaga perdiera el control, senpai siempre había sido arrastrado, pero ahora se dejaba arrastrar, se dejaba del todo, relajando al menos un poco su cuerpo.
Se besaron varios minutos, y para sorpresa de senpai los besos fueron más lentos que nunca, y las carisias tan suaves y cálidas, en verdad Morinaga se estaba durmiendo en su boca, en su cuerpo, incluso había inclinado al mismo senpai sobre él reposando Morinaga en el colchón pesadamente, adormeciéndose; sus entrepiernas presionándose suavemente, sintiendo un delicado dolor en esa unión, pero sin apartarse, como si ese dolor no fuera dolor en realidad, simplemente ya no era sinónimo de algo malo, de algo dañino, el dolor se había convertido en un estado, un estado natural de ambos cuerpos al unirse.
Y a ratos en esos minutos largos de besos lentos, cuando senpai pensaba que Morinaga estaba dormido pues sus labios ya nos e movían en los suyos, se alejaba un poco por reflejo de extrañeza, entreabriendo los ojos, Morinaga se removía débilmente y hacía extraños ruidos quejosos como un niño pequeño, senpai por primera vez en mucho tiempo hizo algo así como una sonrisa, casi una sonrisa, o tal vez lo era en su máxima sutileza, y besó a Morinaga, con los labios entreabiertos y lentamente, no se movía en su boca, pero al menos hacía ahora movimientos de presión, suave presión, hasta que el abrazo de Morinaga se suavizó del todo, y sus labios estaban pegados a los de senpai sólo por él pues Morinaga ya estaba dormido. Senpai abrió los ojos, sin despegarse de los labios de Motrinaga, era la primera vez que lo miraba mientras lo besaba, y sin darse cuenta, ebrio de sentimientos y sensaciones, acarició su cabellera tan adictiva a sus manos, como electricidad.
Se separó al fin un poco, ya estaba durmiéndose a su vez y tal vez por eso ya no se alarmaba, o simplemente era porque Morinaga ya estaba dormido, lo cual había notado que siempre lo tranquilizaba; con sus narices juntas, luchando por mantener lo ojos abiertos para seguir viendo ese rostro apacible y sonrojado, dormido en él, senpai finalmente no pudo con el peso de sus parpados y se durmió, con sus dedos en los cabellos de Morinaga, y una mano en su espalda, aferrándolo como suyo.
CONTINUARÁ PRONTO! Pronto… para mí pronto, como 2 semanas xD pero a ver si me sale en una xp
Comentarios a face, en el cuadro de chat, aquí abajito, o a mi correo:
shicakane@hotmail.com
14 comentarios:
Hola º(^ ^)º
Genial capitulo, estos dos cada vez progresan mas. Me ha encantado mucho tu fic, llevo desde julio siguiendola, te felicito es un gran trabajo. Espero pronto la actualizacion
Isa
maravilloso!!
es lo menos q puedo decir,
todos los dias revisaba
el fic esperando una
continuación.
grandiosa Mafer,
sigue asi.
Uff , uff, ya quiero ver el final de esta hitoria *.* que emoción ^^-
Waaa~♥ me ha gustado mucho este capítulo! por fin Senpai besa a morinaga con amor y que lindo este que quiere besarle hasta caer dormido ♥♥♥
Espero con ansia el siguiente capi, gracias por continuarlo ^0^/
mira si no continuas con la historia te mato...jaaj broma me encanto la verdad me emocione ;) espero que puedas seguir con esta historia pronto te esperamos Mafer!!!
sugoi!!!
como esperaba la continuacion de este fanfic por favor continuala lo mas pronto posible me encanta tus fanfic sigue asi byeeeee
uff tarde pero vi todo el fanfic en esta semana espero con ansias el siguiente mmm como le dirán a yamaguchi la verdad o sno sed la diran ??? haha te esperamos marfer con paciencia y mucha alegría !!;)
kyaa... ke lindo estuvo este cap.. lo adore, muy tierno ♥.♥ ... amo este fic.. relamente espero con ansias su continuacion... lo ke mas me intriga es como van a seguir las cosas de ahora en adelante... jaja estare esperando.
De nuevo gracias =)
amo tu fic lo acabo de terminar y lo empeze hace 2 dias con mi celular xD espero ansiosa el otro capitulo :)
waaaaaaaa me lei 19 cap en 2 semanas fue mucho tiempo pero entre la escuela y trabajo ufff me dio tiempo jajaja muchas felicidades mafer q bonito fic de esta pareja wiiiiii yo estoy enamorada de moriiiiii yo quiero un hombre asi de maravillosooooo aunq senpai tiene lo suyo simplemente se complementan felicidades esperare el cap 20
me eh leido todos estos capitulos solo en una tarde jdajdsa en verdad que esta bueno, espero qe el final sea bueno (:
exelente!!!! lo unico que he notado es la reiterada palabra tiritar en cada reaccion! pero que bahhh... tiritemos!!!!
Después de tanto sufrir con los capítulos anteriores, puedo terminar con tranquilidad este. Es muy lindo el relato. Se agradece.
otra cosa, me leí los 19 capítulos en la noche, supongo que ese es un alago para ti ya que quiere decir que eres capas de tener la atención :)
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