Fanfic Koi Suru Bou Kun

Proyecto Challengers!

jueves, 20 de febrero de 2014

"La última oportunidad" de Sita Yeah CAP 2

Recuerden que este no es mío xD

Capitulo dos: ¿Cómo llegamos a esto?

Sempai se encontraba sentado en el sillón de la sala, su espalda apoyada en el respaldo y su cabeza tirada hacia atrás mirando el techo. "¿Qué acaba de suceder?". Hace ya unos minutos Morinaga se había dirigido a su habitación después de aquella discusión que había empezado de manera absurda. “Siempre tan ansioso, bastardo…No, fue mi orgullo", se corrigió sempai," mi culpa".
Comienzo del flash back:
-Está bien sempai, lo haré, haré lo que quieres, ¿estás contento?
Su rosto se mantuvo quieto e imperturbable, la mirada fija y dura, los labios tensos y secos. Como si toda la ternura y amabilidad de Morinaga hubiera sido totalmente removida, tragada por una aspiradora, modificada al momento de las palabras de sempai. Segundos después sin previo aviso abrió de lleno la puerta.
-Déjame solo sempai, esta es mi habitación, estás estorbando.
“Estorbando” sempai lo repitió en su cabeza mientras abría sus ojos color miel sorprendido. Avanzó lentamente a la puerta y antes de salir se giró y miró al hombre que se encontraba dándole la espalda.
-¿Morinaga?- Su llamada fue más de forma simbólica que otra cosa. Quería saber si aún dentro de toda esa piedra que se había convertido su ayudante, se encontraba el ansioso ser que siempre lo atacaba y besaba cuando menos se lo esperaba. Que sonreía sin parar cuando pensaba las cosas a su conveniencia, que lo atendía y ayudaba siempre que lo necesitó. Ese hombre no respondió, había desaparecido y un impostor estaba en su lugar.
-Mañana debemos trabajar, si me disculpas debo dormir.
Sempai salió completamente estupefacto. Se sentó en el sillón al momento que un portazo rompió el silencio y toda la calma de aquel pelo largo. “¿qué acaba de suceder?”
Fin del Flash back.
Apretó sus puños y cerró los ojos. En el pasado su cabeza era diestra para bloquear todos los episodios que no eran de su comodidad, también era la misma mente que le permitía tener acciones cariñosas con Morinaga como secar sus lágrimas y que después de hechas le mostraba la realidad, esos retrasos de comprensión lo facilitaba todo. Cuando Sempai lograba pasar esa barrera, recordaba con claridad vergonzosa el hacer el amor con Morinaga, besarlo a voluntad y acariciarlo cuando estaba triste. Era chocante como solo él sabía. En la actualidad Sempai ya no se podía dar el lujo de bloquearse, pues las veces de entrega ya eran innumerables y poco a poco era natural encontrarse en esas situaciones. “Ya no puedo hacer como si no pasara nada”, abrió un poco los labios para soltar tensión, “somos… ¿qué somos?”
Poco a poco se ladeo para recostarse en el sillón, puso su cabeza en el brazo lateral y se esforzó una vez más para seguir reflexionando. Efectivamente Sempai quería saber más de Morinaga, como siempre, él lo había leído como un libro abierto. “Me conoce tanto y yo no sé nada de él”
Desde que Morinaga había sido transferido a la sucursal de Nagoya el trabajo no había cesado, era una época de grandes descubrimientos científicos y la información debía ser ratificada y comprobada en todo el país, sobre todo en las importantes farmacéuticas. Contrario de lo que se pensaba Morinaga se iba muy temprano en la mañana y llegaba muy tarde en la noche, aun así, preparaba la comida para el otro día, lavaba, planchaba las camisas de él y de Sempai día tras día.
Sempai al contrario llegaba más temprano que de costumbre. El trabajo seguía siendo el mismo pero sus ayudantes pasando los meses se habían vuelto más hábiles y podían seguir el ritmo del  tirano, en consecuencia podían terminar a una hora prudente. “tsk!, ya era hora, cómo es posible que dos no pueden hacer lo que hacía Morinaga solo, él era…increíble” un sonrojo se apoderó de su rostro y pensó en esa puerta cerrada, “quizás no es bueno, si tuviera más trabajo no pensaría tantas cosas”
Nuestro tirano pasaba más horas en soledad que le permitía una calma que no conocía hace meses pero también le cobraba con ansiedad. En una de esas tardes de cena sin Morinaga se dio cuenta que (finalmente) con su ex ayudante las cosas iban más que enserio. Vivian juntos, su kohai lo atendía como un rey y tenían una relación de amantes, “prácticamente estamos casados”. Curiosamente no se sorprendió, sólo le preocupó algo: “debería saber más de él, todo lo que sé es su triste pasado con ese tipo que lo usó y la relación con sus padres pero… es todo”. Sempai había sufrido una transformación extraordinaria a sus ojos, no sólo podía pensar de forma calmada en una relación homosexual, sino que además no le parecía extraño ya. “Seguro no podré sacármelo de encima jamás” se decía pretendiendo una excusa, “tendré que acostumbrarme, por ello debería conocerlo más, ¿qué le gusta? ¿Tendrá alergias? ¡Maldito bastardo! Si se lo pregunto se pondrá como idiota, ¡me niego!” apretó sus puños, “pero entonces ¿cómo?”. Y se le ocurrió, tan claro estaba la respuesta a pasos de ahí detrás de una puerta blanca sin llave. “¡No! Sería descuidado hacer eso, seguro se dará cuenta, pero… dicen que es fácil conocer una persona por su habitación…”. Días más tarde Sempai concretaría este deseo y al mismo tiempo cumpliría su pesadilla, ser pillado por Morinaga exactamente hace escasos minutos.
Sempai volvió al tiempo actual recostado en el sillón, sus pensamientos habían divagado por horas pues ya la oscuridad asomaba por la ventana de la sala. Sin energías después de ver el rudo rostro de su ex ayudante se durmió. A la mañana siguiente despertó en el mismo sillón sin un rastro de una cobija o alguna preocupación. “Ni siquiera me despertó para ir a mi habitación, ¿se habrá dado cuenta?”.
La puerta abierta de la habitación de Morinaga y el silencio sepulcral le dio la respuesta, él no estaba.
-me vio y…y… ¡no hizo nada!- A Sempai le dolió el pecho y con su mano derecha se lo palpó.
-Morinaga… ¡maldito idiota!- se levantó rápido, necesitaba comer algo, tomar un café y dirigirse al laboratorio, seguro lo haría sentirse mejor. Pero no había café preparado ni tampoco algo de comida. El tirano se extrañó, “Morinaga siempre lo deja todo listo”, avergonzado pateó una silla cerca.
-¿Qué tan mimado he sido eh? Piensa que no puedo valerme solo, ese ¡baka! Ahora verá.
Todo fue un caos, quemó el pan tostado, el café no tenía un buen sabor y para rematar no había una taza limpia. Salió con la molestia en el estómago decidido a comprar algo antes de llegar en la universidad.
El día transcurrió rápido para el resto pero Sempai no se daba cuenta, sus pensamientos sólo estaban puestos en el extraño comportamiento de Morinaga. Lo había dejado dormir sin abrigo y ni siquiera se había preocupado de su desayuno. “Él siempre lo hace todo…por mí”. De golpe eso no estaba y además no había visto su rostro en la mañana, siempre se despedía de él para al menos poder verlo y lo dejaba despierto para que no se atrasara en la universidad, por supuesto no había ocurrido esa mañana.
“Seguro sigue enojado, pero se le pasará como siempre, quizás tenga que disculparme… ¡por dios! Sé que esta vez me he pasado pero sólo debo disculparme y quizás esta noche…”- Sonrió sin darse cuenta, sus ayudantes al contrario pudieron notar esa breve expresión mas no tuvieron valor de preguntar debido a su extraño ánimo.
Al llegar a la puerta de su departamento se sintió nervioso y luego recordó que Morinaga una vez más saldría tarde, entró calmado y dejó sus cosas en la habitación.
-achu!, aahh seguro me resfrié ayer en el sillón.
Fue al botiquín del baño a buscar un jarabe para la tos que Morinaga había comprado la última vez que sempai había enfermado, en eso estaba cuando su celular sonó.
-¿sí?
-¿Sempai?- su tono era más duro de lo usual
-¿Morinaga? ¿Pa.…pasa algo?
-Sempai no llegaré a casa hoy así que debes prepararte la cena solo, nos vemos mañana, adiós.
-¡oí! ¡Morinaga!
Pero ya había colgado. “¡¡Ese estúpido!! Ni siquiera me dice a dónde irá o con quien, ¡¡imbécil!!”
Resignado agarró su chaqueta y sus llaves, tendría que comprarse la cena y quizás más cigarrillos. Su rabia lo comía por dentro por esta inesperada actitud y esa frialdad en su voz. “Él nunca me habla así”. El combini más cerca de su casa estaba demasiado lleno, irritado por el pésimo día que estaba pasando decidió ir a beber algo como siempre lo hacía para desahogarse. Muchos jóvenes a esa hora se encontraban disfrutando de la música y de los tragos rebajados.
-Es raro beber sin…- se irritó aún más y buscó dónde podían vender cigarrillos
-¡Tetsuhiro por acá! Este local es genial, he venido antes con mis amigas- una voz femenina exclamó.
Sempai volteó en la dirección de la voz. Morinaga iba en un grupo de hombres y mujeres y era tirado de la mano por una mujer, la que había hablado. Morinaga se veía inseguro pero sonreía.
-¿Morinaga?-Sempai exclamó por lo bajo- ¿Qué hace de la mano de una mujer?
-Tu idea del gokon* es genial Morinaga, el trabajo nos tenía tensos- Exclamo un joven pelinegro a su lado
- ¿gokon?- A sempai le dolió el estómago- ¿Qué está pasando?
CONTINUARÁ
Esperamos sus comentarios! n,n/
Si quieren sigue este y otros fic de Sita Yeah en Fanfiction:

domingo, 16 de febrero de 2014

Varias reseñas literarias (obras y autores)

Durante mi práctica profesional tuve que hacer una serie de reseñas de varios cuentos, libros y autores, para que no queden en el olvido las compartiré, esperando desde luego animar la lectura de estas obras (algunas ya han sido mensionadas aquí, de hecho usé varias entradas del blog para crearlas >:D):
 
 
Barba azul de Perrault
Del mismo autor de numerosos cuentos infantiles como la caperucita roja, el gato con botas, etc. reconocidos como cuentos tiernos y educativos para niños pequeños, este cuento al contrario fue censurado en su época al ser reconocido como “demasiado fuerte” para la infancia, incluso para la adultez. Dicho cuento es hoy catalogado como el lado oscuro del reconocido cuentista para niños, siendo parte más bien, del género GORE. ¿Pero de qué trata el cuento? Basta decir un par de palabras: MISTERIO, ASESINATO, y mucha SANGRE. En verdad, un secreto en los cuentos infantiles.
Antología de cuentos de Marta Brunet
Chilena, una de la primeras escritoras en tomar a la mujer en la literatura (y tuvo que ser mujer, porque sino cómo) y que además recibió el premio nacional de literatura. Comentaré algunos cuentos para que se hagan una idea:
“Doña Santitos”: ¿Quieres conocer el secreto para ser feliz? Una vieja te lo contará en este cuento, y considerando que tiene de novio a un jovencito buenmozo creo que sería buena fuente de información.
“Aguas abajo”: la pesadilla de toda madre, ¿y tú qué escogerías? ¿el amor a tu madre, o el amor a un hombre… aunque sea tu padrastro?
“Piedra callada”: esta historia es muy común en la vida real, porque ¿qué abuela no haría lo que fuera por proteger a sus nietos al morir su hija? Protegerlos de un padre alcohólico, cualquiera lo haría, pero matar… ¿se puede llegar a matar?
Autor de TERROR y MISTERIO Edgar Allan Poe
Destacado autor, reconocido y recordado por sus cuentos de terror y misterio (de hecho él comenzó la literatura policaca), innumerables y demasiado geniales todos para hacer una selección en este reducido espacio, pero al menos comentaré los más conocidos:
El gato negro: un hombre normal y horado de pronto cae en la decadencia, pierde su trabajo, se vuelve alcohólico y finalmente llega al crimen; su esposa sufre la mayor consecuencia de su locura: es asesinada y ocultada en su propia casa. Pero el gato… el gato siempre testigo de su locura descubrirá su secreto… ¿o será parte de su locura también?
El escarabajo de oro: si tu mejor amigo dice ser poseedor de un secreto fantástico lo sigues al principio entusiasmado, pero si después todo parece simple locura ¿qué creer? después de todo ¿acaso la locura no es una inteligencia más allá de la humana?
Los crímenes de la calle Morgue: uno de los primeros cuentos policiales. Un misterioso crimen, un horrible asesinato, y un detective excéntrico capaz de resolverlo de una forma igualmente curiosa. Te mantendrá en suspenso hasta el final, hasta el sorpresivo final.
El cuervo: un conocido poema del autor  (tal vez recuerdes el capítulo de los Simpson donde se interpretó) de completo terror y desesperación. Pasara lo que pasara, ocurra lo que ocurra nunca podrás escapar, en una noche tenebrosa y solitaria, lo escucharás: “nunca jamás”. Pasa siempre, hasta tu propia muerte y después.
Autor Manuel Rojas
Reconocido cuentista nacional, aunque tal vez más reconocido por su novela “Hijo de ladrón”. Uno de los pocos autores capaces de tomar la realidad con sus manos, sin crítica ni crueldad sino la simple realidad presentada: la calle, la delincuencia, la pobreza, o la simpleza del hambre. Tal vez alguna de sus historias puede tocar tu vida.
Algunas reseñas de solo unos cuentos entre muchos que tiene Manuel rojas:
El vaso de leche: todos hemos sentido hambre alguna vez, ¿pero has sentido esa hambre desgarradora, quemante, angustiante que duele como una clavada punzante en todo tu cuerpo, nublando tu mente, haciéndote hacer cosas que nunca harías…?
El delincuente: una cita dice más que mil comentarios:
“Patrón uno procede siempre por estado de ánimo y no por ideas fijas. A veces les tengo rabia a los ladrones; otras lástima. ¿Por qué los ladrones serán ladrones? Veo que siempre andan pobres, perseguidos, miserables: cuando no están presos andan huyendo: los tratan mal, les pegan, nadie puede estar cerca de ellos sin sentirse deshonrado. Cuando le roban a uno, le da rabia con ellos; cuando los ve sufrir, compasión. Lo mismo pasa con los policías: cuando lo amparan y lo defienden a uno, les tiene simpatía y cariño; cuando lo tratan injustamente y con violencia, odio. El ser humano es así, patrón; tiene buenos sentimientos para con el prójimo pero siempre que ese prójimo no le haga nada.”

Compañera de viaje: una historia de amor o… ¿una historia de amor?:

“Pero todo tiene su límite, hasta la castidad, y de pronto nos encontramos -mirándonos y sonriéndonos, callados, mirándonos con esa mirada única que lo dice todo, esa mirada profunda y húmeda, y sonriéndonos con aquella sonrisa que agranda despaciosamente la boca y que subsiste aún después que los ojos han dejado de mirarse.

Me incliné rápidamente y la besé. Se enderezó en la cama y sacando un brazo desnudo lo cruzó sobre su cuerpo, sujetando la ropa de la cama. Yo me había parado y la miraba fijamente.

—Señor —tartamudeó--, yo soy una muchacha honrada, ¿entiende usted?, honrada.

Me incliné de nuevo hacia ella y le hablé, no sé qué cosas, con la boca cerca de su rostro, aspirando el olor y sintiendo la tibieza de su cuerpo. . . Después... No sé. El hombre, por instinto o por costumbre, conoce cuándo una mujer es honrada, es decir, intacta, y cuándo no lo es. La vi tan afligida, tan asustada, que me dio pena. Pretendió jugar, sin saber hasta dónde llegaría el juego, y cuando lo adivinó le dio miedo.”
 
Las mil y una noches
 
Legendario escrito oriental. Un sultán se casa con una virgen cada noche y al día siguiente la decapita. ¿Cómo sobrevivirá la joven Scheherezade? De alguna manera se las ingenia para contarle cada noche al sultán una historia inconclusa, por lo que él la mantiene con vida para poder escuchar el resto de la historia. Así sobrevive al menos mil noches, pero ¿y después? ¡Mil historias con mil temáticas diferentes ter están esperando desde el antiguo oriente!
 
Cuentos de Horacio Quiroga

El Poe latinoamericano. Cuentos de misterio, terror y muerte ambientados en la selva latinoamericana. A continuación algunos cuentos más conocidos del autor:
 
La gallina degollada: cuatro hermanos aislados de su familia por ser retrasados mentales son obligados a permanecer sentados todo el tiempo en una banca del patio. Hasta que un día observan cómo la empleada degolla a una gallina, la visión de la sangre queda en su mente retorcida y revive al ver a su pequeña hermana  “normal” acercarse, y el hacha está cerca.
 
El almohadón de plumas: un joven matrimonio llega a vivir a su nueva casa. Pero de pronto la esposa cae enferma, ningún médico parece saber la razón por la que su anemia crece y crece cada día debilitándola hasta que fallece. El esposo, destrozado y abatido comienza a desarmar la cama en que estuvo su esposa tanto tiempo en agonía, cuando de repente, al recoger su almohada, descubre un hecho monstruoso y macabro.

¿Sabes quién es Marco Polo?
No son las papas fritas

Antes que Cristóbal Colón, 100 años antes, Marco Polo ya se había aventurado en los viajes más lejanos pensados para un occidental: al otro lado del mar, el misterioso oriente. Así este aventurero es el primero en llegar a china, y conocer las extrañas costumbres y seres increíbles que vivían en esas tierras. He aquí un ejemplo:

>>  Entre ellos vivo una clase muy particular. Estos andan completamente desnudos y dicen que nada de malo hay en ello pues así llegó el hombre al mundo. Y si no hay malos pensamientos no hay de qué avergonzarse.
            Estos adoran al buey como una divinidad. Por ello se atan a la frente una pequeña figura de este animal. Cuando uno de estos animales muere, ellos muelen sus huesos y enseguida proceden a frotar su cuerpo con este polvillo.
            No les está permitido quitar la vida a ningún animal, ni siquiera a un insecto. Dicen que todos ellos tienen alma. Sólo se alimentan de frutas y raíces, siempre que estén secos, ya que también los vegetales verdes tienen alma. Pese a que andan y duermen siempre desnudos, alcanzan, a vivir largos años y esto se debe a su estilo de vida. Cuando uno de ellos muere, su cuerpo debe ser quemado para no servir de alimentos a los gusanos, ya que éstos luego morirían por cargar el espíritu del cuerpo con el pecado de la muerte. <<
La dama de las camelias
de Alejando Dumas

Segundo libro más suicida de la época del romanticismo (el primero son “Las desventuras del joven Werther” de Goethe). Amores trágicos, imposibles, pasionales, muerte e injusticia son parte de esta famosísima novela, clásico ya de la literatura universal. Si disfrutas sufrir de amor, este es tu libro.
 
Malinche de Laura Esquivel 

De la autora de “Agua para chocolate” vuelve la visión femenina y pasional del mal llamado “género débil”. Esta vez representando a Malinalli, la famosa traductora maya de Hernán Cortés y supuesta culpable del genocidio y toma de una de las más grandes culturas precolombinas. Explora esta parte de la historia latinoamericana desde la perspectiva de una mujer fuerte, pasional, y con un gran apego a la naturaleza y su cultura pero… ¿capaz de dejarlo todo atrás por el amor a un hombre?

Cumbres borrascosas de Bront Emily

Otra novela suicida. Pasional, desbordante, desgarradora; trata del amor crudo, destructivo, maldito, cruel. ¿El amor puede ser odio? ¿El amor puede matar? ¿Se puede ser malvado y a la vez amar? Un ejemplo del amor enloquecido de los personajes de esta novela es la siguiente escena digna de una mente enferma:

>>Viéndome solo y discurriendo que dos varas de tierra floja eran la única valla que nos separaba, dije para mis adentros: “¡La volveré a tener en mis brazos! Si está fría, pensaré que el cierzo me hiela a mí; si está inmóvil, que duerme”.<<
El extranjero de Albert Camus

¿Qué hombre no cree en Dios en el último minuto antes de morir? pues el protagonista de esta novela de atreve a decir “no”, pero no como convicción, ni por orgullo ni decisión, sino por incapacidad, él no puede creer en Dios, ni tener moral, ni sentimientos o valores, es un ser vacío, un extranjero de su propia vida. Mata un hombre simplemente porque podía hacerlo, ni siquiera por maldad; no sufre la muerte de su madre no por crueldad sino por indiferencia... es condenado a muerte, y no se arrepiente de nada, porque no siente nada. 

Teatro “Grand Guignol” en Suehiro Maruo


El siguiente texto es un epílogo que está en mi edición de “La sonrisa del vampiro” de Suehiro Maruo, una de sus obras más conocidas. Para los que no conozcan al autor, es recomendable siempre y cuando gusten de lo bizarro, del gore, de la denigración humana. Tiene la gracia de servir tanto para el morbo de un infantil deseo de gore, como para la madurez de quién disfruta de la literatura, el arte, y el comic con un fundamento perverso.

 
Epílogo:
APROXIMACIÓN AL TEATRO
“GRAND GUIGNOL” DE MARUO:
LAS ATROCIDADES DE LA BAJA SOCIEDAD.
HIROSHI ARAMATA 
El hecho de toparme con “La Sonrisa del Vampiro”, de Suehiro Maruo, me insufló grandes dosis de valor. Me atrevería a afirmar que su obra ratifica exactamente mi modo de pensar. Si me hacen matizar en qué sentido lo ratifica, puedo explicarlo con las siguientes palabras…
 
Hará cosa de quince años, el señor Suehiro Maruo dibujó unas ilustraciones que se iban a utilizar en mi novela "Teito Monogatari" (historia de la capital imperial). Dichas ilustraciones me sugirieron con gran claridad unas palabras francesas con un profundo significado...
GRAND GUIGNOL
Ésa es exactamente la sensación que tuve: ¿no será Suehiro Maruo un raro dibujante del estilo "grand guignol"? Cuando le conocí, oí algunos episodios de su vida y comprobé cómo vivía. Lo que en principio parecía ser una mera sensación dejó paso a la certeza absoluta.
No puedo ocultar que estoy muy contento de ver que, en "La Sonrisa del Vampiro", la sensación a lo "grand guignol" de Maruo ha pasado a ser algo puro y cristalino, algo que no requiere ya explicación alguna.
 
Aunque la verdad, por mucho que yo diga, no creo que todos los lectores de este epílogo estén de acuerdo con mi punto de vista. Me gustaría penetrar en este asunto más en profundidad para así matizar mis palabras.
El origen de la palabra "grand guignol" está en un espectáculo de marionetas originario de Francia, muy parecido, si se busca un ejemplo, al "punch and judy" inglés. Hace unos doscientos años se podía asistir a grotescos e hilarantes espectáculos de marionetas en cualquier parte de Europa. Dichos espectáculos eran representados con muñecos, puesto que si lo hubieran hecho actores reales habrían resultado demasiado chocantes para el público. Sin embargo, el hecho de que los actores fueran muñecos abría, a su vez, la posibilidad de representar historias todavía más crueles e impactantes.
 
A finales del siglo XIX, nació en París un teatro con el mismo nombre que estos espectáculos de marionetas, el Theatre (no se escribe así, pero no sé cómo transcribir esas tildes raras T_T) du grand guignol. Al principio, las obras, representadas por actores de carne y hueso, eran obras sociales y reivindicativas basadas en la atroz calidad de vida de la gente de las capas bajas de la sociedad. Sin embargo, el propietario tuvo que cambiar la orientación del espectáculo por la escasa respuesta del público y se impuso un cambio total en el que el contenido de las obras representadas pasaría de socio-vanguardista a criminal o terrorífico. Al cabo de poco tiempo, en la época que Max Maurey tomó la batuta del teatro, se vieron duchas de sangre, torturas, cabezas cortadas y todo tipo de escenas extremas sobre el escenario, lo que le valió la etiqueta de "Teatro del terror y la atrocidad".
 
Gracias a Max Maurey, las terroríficas y sangrientas obras escritas por André de Lorde se  convirtieron en el símbolo del grand guignol. Lorde, cuyo padre era médico, pasó su infancia observando lo que ocurría en la consulta de su progenitor, siendo su actividad favorita jugar con los cadáveres. Al parecer, Lorde disfrutaba enormemente viendo las desencajadas facciones de dolor de los pacientes que eran operados. Así pues, conociendo sus propias tendencias asesinas y torturadoras, Lorde se puso a escribir obras para el grand guignol para evitar convertirse él mismo un delincuente, tornándose dicha actividad una especia de terapia para él.
 
 
No obstante, el grand guignol no era únicamente un espectáculo sangriento. Al tema imperante desde la inauguración del teatro, las desgracias a las que eran sometidas las personas de los estratos más bajos de la sociedad, se le sumaron variaciones tomadas del estudio de la conducta animal, como por ejemplo el contraataque de los oprimidos. El grand guignol se convirtió en una ventana de la conducta humana, de las crónicas que se podían leer en las páginas de sociedad de los periódicos de la época. Aunque de temática similar, no tenía nada que ver con el anhelo de placer y literatura del Marqués de Sade, ni mucho menos con el buen gusto que se respiraba en las páginas de cultura y arte de los mismos periódicos.
 
Ranpo Edogawa, quizás el autor japonés más cercano al espíritu del grand guignol, se quedó perplejo al comprobar que su historia corta "Imomushi" (Orugas Verdes), obtenía muy buena respuesta de los socialistas. Sin embargo, a decir verdad, podríamos decir que se trató de una respuesta lógica.
Seguramente llegará el día en el que también Suehiro Maruo, gracias a este "La sonrisa del vampiro", obtenga el reconocimiento que merece por haber revolucionado unos campos tan largamente olvidados como son el mundo de las vanguardias de lo absurdo y de la literatura del proletariado.
Desde este punto de vista, es innegable que Suehiro Maruo es un dibujante de cómic de auténtico estilo grand guignol. Aunque ello sea tal vez un peligro en la actualidad: un peligro en el mismo sentido en el que, en el pasado, fueron consideradas también las novelas de temática socialista.
Hiroshi Aramata
(Novelista)
 
 

miércoles, 12 de febrero de 2014

Fanfic KSB: "La última oportunidad" de Sita Yeah

Este fic no me pertenece, es de mi amiga Sita Yeah, yo le presto este espacio para que comparta con ustedes su fic n,n/ . Lo recomiendo u,n
 
Reseña:
"Fuego de noche, nieve de día" recita una canción. Sempai ha cruzado la línea de su tiranía en sus palabras, un  Morinaga dolido cambia monumentalmente su personalidad cansado de la diferencia entre sempai en sus brazos y lejos de ellos. Se vuelve más tirano que nuestro Souichi, frío, indiferente, lleno de una rabia que oculta todo el amor que le tiene. Sempai choqueado por esta actitud asume la ansiedad de Morinaga y se convierten en el espejo del otro antes de la horrible discusión.  ¿Morinaga perdonará a sempai por sus rudas palabras?, ¿entenderá sempai, ante tan inesperada actitud, que esta es su última oportunidad?. El amor siempre triunfa dicen, ¿o no? , Descúbrelo, disfruta.
>> Esta historia está puesta en el término del entrenamiento de Morinaga en la Farmacia "S" y su posterior traslado a una sucursal en Nagoya (ya sabrán lo feliz que estaba) Como saben los personajes le pertenecen a sensei , espero les guste.<<
 
Capítulo 1: Palabras como cuchillos
Morinaga se encontraba cruzando la puerta del departamento que compartía con su sempai mientras dejaba su bolso de trabajo y daba un breve bostezo. La jornada de hoy había sido dura en la sucursal farmacéutica de Nagoya donde Morinaga al fin había sido transferido después de su entrenamiento en Hamamatsu donde extrañó más que nunca poder decir...
- Estoy en casa!
En respuesta a su animado saludo solo el silencio respondió.
- eh? habrá salido? , pero es tan tarde. - Se rascó la cabeza y se dirigió a la habitación de sempai mientras pensaba "quizás está durmiendo". Sus pasos se volvieron silenciosos y lentos para no despertarlo. Quería ver aunque sea su rostro relajado y recostado, ese rostro que nunca le mostraba a él, siempre estaba a la defensiva o avergonzado, contadas las veces lo vio sonreír y menos veces lo vio llorar. Aunque bastante cansado Morinaga llegaba de sus horas extras sabiendo que era otro día perdido sin él, su rostro lleno de paz envuelto en el sueño le daba un poco de fuerzas para otro día más en esta dura rutina.
-Quizás algún día me mire así, sin miedo, sin vergüenza... je!, aunque me gusta su cara sonrojada...Sempai.
Sin embargo al abrir la puerta silenciosamente, solo encontró una cama completamente vacía. Morinaga se aterró,- ¿a dónde habrá ido a esta hora?- pensó.
Segundos después de su confusión escuchó una risa que no reconoció proveniente de su habitación, muy sutil pero el silencio prolongado permitía que viajara por la casa amplificándose.
Morinaga avanzo lentamente con temor de encontrarse con un ladrón o peor... con sempai acompañado y en su cuarto!
- No no no no! imposible. Jajaja, baka!- se rio de la locura que pasaba por su mente
La puerta se encontraba entreabierta y entonces su cuerpo se congeló al presenciar la escena.
Sempai se encontraba sentado en su cama, a su lado había una caja de zapatos vieja abierta con su interior repleta de recuerdos. Morinaga sabía muy bien que esa caja contenía cartas, fotos, botones de la secundaria, incluso viejos regalos, cosas preciadas llenas de melancolía.
- ¿Sempai de repente irrumpió aquí? ¿por qué? - La pregunta hizo eco en su cabeza mientras miraba con la boca abierta cómo sempai reía de una de las fotos que sostenía con su mano izquierda, sonreía y acariciaba la foto con su mano libre.
- ¿Estoy soñando cierto? seguro que sí - pensó y entró a la habitación convencido que el cansancio le estaba jugando una mala pasada pero esa mala pasada lo miró de vuelta con un horror en sus rostro tan evidente que Morinaga pensó que su aspecto era aterrador.
- Mori...naga?- Sempai soltó la foto que estaba admirando. Morinaga pudo ver que era una vieja foto de él cuando estaba en la escuela elemental, con su uniforme típico y sonriendo a la cámara, se la había sacado Kunihiro el primer día de clases, lo recordaba bien.
De repente Morinaga entendió lo que sucedía, tan claro como siempre leyó aquel acto desde su sempai. "Él quiere saber más de mí, nunca hablamos sobre nuestras vidas antes de conocernos, no en profundidad, él es consciente de mí, quiere saber todo de mí".
Su rostro se iluminó, sus ojos verde esmeralda brillaron y una sonrisa se abrió paso sin prisa por su rostro. Sempai temió lo peor y así fue.
Morinaga se lanzó de forma inesperada a los brazos de su sempai logrando que éste se estirara completamente en la cama de su ayudante, Morinaga puso cada mano en las muñecas de sempai y las llevo encima de la cabeza de su tirano.
- Morinaga! salte de encima, bastardo! no es lo que piensas , estaba buscando una camisa que perdí en tu closet y entonces...mmmm - Interrumpido por un beso salvaje del menor, sempai luchó por recuperar el aire pero sus brazos y piernas no les respondían, como siempre. "Maldición, porque mi cuerpo no me obedece si se trata de él".
- Sempai... sempai te lo contaré todo, lo que quieras pregúntame, todo...de mí, sempai - le susurraba con su mirada enamorada y excitada a la vez.
Souichi vio el peligro y gritó todo lo que pudo - Qué lo estás interpretando mal, baka! nunca escuchas cuando te hablo, suéltame de una vez! - empujó con todas sus fuerzas  y Morinaga cansado por la jornada cedió y retrocedió.
-Sempai eres muy cruel, te veo tan feliz mirando mis fotos en mi cuarto, sabías que podria encontrarte, me permites verte así y luego me lo niegas - su rostro muestra un puchero y luego cambia a una sonrisa- estoy feliz sabes, no importa lo que digas, estás consciente de mi, sempai; ¿me quieres, ne?.
Sempai se horroriza, es cierto que en el último tiempo su cuerpo y su mente (lentamente) aceptaban lo que causaba Morinaga en él, "yo le permití...", no podía negarlo, pero el shock de verse atrapado en esa situación vergonzosa tan impropia de él lo había aterrado, no era una parte que Morinaga debía ver, no debía mostrarle ese sempai que se sentaba en silencio a pensar en él o que sentía celos, no, él se aprovecharía. "Siempre en celo! baka baka! ¿cómo puedo relajarme así...? ¿cómo decirte lo que pienso y siento?...baka!".
Mientras estos pensamientos cruzaban la mente de sempai Morinaga aprovechó de acercarse lentamente aprovechando lo distraído que se encontraba y entonces cuando estaba cerca de sus labios sempai reacciona, "paff" una cachetada, una reacción de la que se arrepintió al momento, reflejo de su nerviosismo extremo por la situación y todo lo que en su mente se armaba.
- Morinaga! Perdóname, no quise...
- Cállate! siempre lo mismo! sempai tantas veces te has entregado a mí y por voluntad propia, no lo niegues. Tantas veces me buscaste, impediste que me fuera, me retuviste a tu lado, ¿por qué sigues pensando que esto está mal? besarnos, tocarnos es una parte natural de esta relación, sea lo que sea.- Morinaga temblaba y su voz también, cansado por el trabajo y por los repentinos cambios de humor de sempai, estaba exhausto.
Sempai sabía que estaba mal reaccionar así después de todos esos meses viviendo juntos y todo el camino recorrido, pero su vergüenza y orgullo podían más. "Él no entiende! no entiende! yo no he sido así por nadie... por nadie me he sentido así... no entiende!"
Quería hacer el esfuerzo de explicarle, Morinaga estaba haciendo ese rostro que sempai odiaba y ansiaba quitarlo lo antes posible. Pero su cabeza y lengua no se pusieron de acuerdo y como dagas las palabras simplemente escaparon.
- Es tu culpa! todo esto es tu culpa! si no fueras un maldito homo yo no estaría así! todos estaríamos mejor sin tu personalidad torcida, baka! Búscate una mujer y vive como un hombre decente, seguro tus padres te amarían y tu hermano querría verte y no tendrías esa ca...- sempai se tapo la boca con ambas manos, había cruzado una línea sensible, lo sabía.
"Dios mío que he dicho, ¿por qué dije algo así?, ¿por qué no pude ser honesto?, debo arreglarlo, debo arreglarlo!!" pensaba con sus manos aún en su boca y sus ojos fuertemente apretados. Con miedo abrió los ojos y entonces vio a un Morinaga distinto, sus ojos perdieron el brillo, su boca no mostraba expresión y había un aura distinta alrededor de él. Sempai incluso años después recordaría claramente la cara que Morinaga puso al pronunciar las siguientes palabras.
- Esta bien sempai, lo hare, haré lo que quieres, ¿estás contento?.

CONTINUARÁ…

Agradecemos sus comentarios!

sábado, 8 de febrero de 2014

Ilustraciones del "El Fantasma de Canterville" de Oscar Wilde

Las siguientes fotosgrafías son de unas ilustraciones del libro "El Fantasma de Canterville" de Oscar Wilde, editorial Zig-Zag, 2° edición: julio de 1994. De forma curiosa e interesante, no se da a conocer la autoria del dibujante. lol!







Que no se pierda

Estas son unas fotografías de un pequeño trabajo visual que tuve que hacer hace unos años para la universidad, y para que no se pierdan lo subo, espero que les guste.