Ese apellido complicado xD
Es una historia de amor, de lucha, de poder, de locura, y de esperanza.
Se
podría englobar esta obra con los siguiente temas: La caída (decadencia) del
imperio romano en el periodo de gobierno de Nerón como César, el principio del
cristianismo (hasta salen los apóstoles Pedro y Pablo como personajes), el
famoso incendio de Roma, la tortura y asesinato en el circo de los cristianos
(de ahí viene la frase “a los leones” que viene de la frase completa “a los
leones con los cristianos”).
Me
preocupé mucho pensando que la novela sería “evangelizadora” pero no, es cierto
que adorna mucho la naturaleza mártir de los cristianos como admirable pero
calza muy bien con la obra, no es forzada y sigue siendo histórica
(considerando que toda novela histórica es fantástica) aún así cumplió mis expectativas
para aprender más de historia y más aún sobre la cultura romana de ese tiempo:
los banquetes del césar, las torturas en el circo (describen cómo violaban a
mujeres ahí mismo hombres vestidos de sátiros y luego de daban muerte, o cómo
los leones arrancaban a los bebes de las manos de sus madres ahí mismo; hechos
realmente fuertes), entre otras cosas. Confío en este autor para tomar su
novela como un hecho histórico.
Hay
una escena en especial en que Pedro parece ver a Jesús y hasta éste le habla.
Nunca te aclaran si fue real o no, o sólo una alucinación divina del apóstol,
porque quien lo acompañada sospechosamente no vio nada…
(Como 600 páginas los dos juntos.)
Biografía del
autor
Enrique
Sienkiwicz nació en Polonia, en Wola Okrzejska, en 1846. Fue hijo de una
familia que pertenecía a la nobleza campesina y se educó en un ambiente rural
donde se guardaban todas las tradiciones de su patria. Cursó estudios en
Varsovia y se dedicó al periodismo; pero, al mismo tiempo, comenzó a publicar
cuentos y novelas. Sus primeras obras fueron En vano y Humorísticas de la
carpeta de Worszlly. Sin embargo, alcanzó mayor éxito en Polonia con otras
novelas como El viejo servidor y Ana, en las cuales retrata el ambiente
que se vivía en su casa de campo.
Entre
los años 1876 y 1879 viajó a Estados Unidos. Francia e Italia; luego se dirigió a España, Grecia y
Turquía, para volver nuevamente a América. Estos viajes le inspiraron numerosos
relatos, como Cartas de viajes y muchos cuentos, entre los que
destaca El torrero, que ha sido
calificado como uno de los textos más bellos de la literatura polaca.
Más
tarde, cansado de la forma de vida del mundo que lo rodeaba, se inspiró en
figuras históricas del pasado para crear nuevos personajes. Publicó entonces
una trilogía: A sangre y fuego, El diluvio y El señor Wolodyjowaki, y luego, Los cruzados. Después de otras dos obras modernas - Sin dogma y La familia Polaniecki -, escribió su célebre novela Quo Vadis?, que le dio renombre mundial. En 1905 recibió el Premio Nobel de
Literatura. Posteriormente publicó otra novela histórica, Sobre el campo de la gloria, y una de sus obras más bellas, Por desiertos y bosques.
Además
de dedicar su vida a una intensa actividad literaria, Sienkiewicz trabajó
siempre a favor de su patria. Reunió adhesiones en el mundo entero en apoyo de
polonia, contra las expropiaciones prusianas. También propagó la causa polaca
en los inicios de la Primera Guerra Mundial. Se encontraba en Suiza cuando en
1916 lo sorprendió la muerte en medio de sus esfuerzos para organizar ayuda y
socorro para los combatientes polacos.
Aquí mis
fragmentos favoritos
>> Con el poder de la imaginación evocaba la
figura de Ligia y la veía, en su exaltación, con igual fuerza de realidad que
si la tuviera ante los ojos: recordaba, como si las estuviera oyendo, las
palabras que le había dirigido a la joven y las que de los labios de ésta
escuchara; creía tenerla cerca, apoyada en su pecho, entre sus brazos, y
entonces se sentía devorado por llama abrasadora. Decíase que su amor era
correspondido y que Ligia con una sola palabra podía calmar su vehemente
anhelo; cruel angustia oprimíale el corazón y a la vez invadía su pecho
impetuosa oleada deinefable ternura. Mas había también ocasiones en las que
dejándose arrebatar por la cólera, discurría la manera de hacer sufrir a Ligia humillaciones
y tormentos cuando llegara a encontrarla. Entonces se consideraba como su dueño
absoluto, como el amo de una esclava, a la cual podía pisotear cuando le
viniera en ganas; pero la reacción no tardaba en venir, y bajo su influencia se
persuadía el tribuno de que si le dieran a elegir entre ser esclavo de Ligia o
no verla más, escogería sin vacilar lo primero. También pensaba en los rojos
verdugones que el látigo marcaría en las sonrosadas carnes de la doncella, y
experimentaba el ardiente deseo de besar las crueles huellas; otras veces
trataba de darse cuenta de que matarla sería para él una felicidad. <<
>> Todavía pueden ocurrir cosas que durante
siglos hagan estremecerse a las generaciones venideras; pero eso es
precisamente lo interesante, porque tiene el encanto de lo desconocido. Y
aunque a veces me fastidio, como Júpiter Amón en el desierto, creo que sin
César y sus bufonadas me aburriría cien veces más. Pablo, tu amigo judío, es
elocuente; si otros como él proclaman su religión, será menester que nuestros
dioses se defiendan seriamente; de lo contrario, pueden caer prisioneros
andando el tiempo. Verdad es que si Nerón fuera cristiano, como dice tu amigo,
todos estaríamos más seguros; pero ese argumento de tu profeta de Tarso no reza
conmigo, porque precisamente en estas incertidumbres encuentro el encanto de la
vida. Lo mejor de los dados es no jugarlos; mas, sin embargo, la gente juega a
los dados sabiendo que se expone a perder. He conocido a senadores y a hijos de
senadores que se han hecho gladiadores por gusto. Dices que juego con la muerte
y tienes razón: juego porque en ello encuentro placer. Las doctrinas de tu
Apóstol me aburrirían desde el primer día, tanto como los discursos de Séneca;
por eso Pablo en vano derrocha su elocuencia conmigo. Debía comprender que
hombres como yo no aceptarán nunca sus enseñanzas. Tú estás en el caso de
aborrecerlas o de admitirlas ciegamente; a mí me parecen muy razonables, pero
me hacen bostezar. ¿Qué somos insensatos? ¿Qué vamos derecho al precipicio?
¿Qué envuelto en las sombras de lo futuro viene hacia nosotros algo
desconocido? ¿Qué los dioses y que algo se derrumba en torno? Convenido; pero
sabremos morir a tiempo. Entretanto, no
tenemos el menor deseo de amargarnos la vida ni de comer el manjar de la
muerte antes de que ésta venga a ofrecérnoslo. Vivimos para vivir; la vida
existe de por sí y no por la muerte ni para la muerte. <<
>> La sublime mansedumbre de los mártires
irritaba al populacho. Incapaz de comprenderla, la tomaba por cínico endurecimiento
de los criminales y excitaba su ira hasta un grado inconcebible. Tanto era así,
que a menudo arrancaba la plebe a los hombres de manos de los soldados y los
despedazaba, llevaba a las mujeres a la cárcel arrastrándolas de los cabellos y
estrellaba a los niños contra las piedras.” <<
También hay una película, pero aún no la veo aunque
promete, son de esas antiguas con escenografía de veritas que me encantan xD