Historias
de Cronopios y Famas
Julio Cortázar
Es difícil en
la literatura, concretamente en el género narrativo, encontrar ejemplos de
mundo absurdo, no es como en el teatro en que existe toda una corriente
contemporánea que la explota, al contrario en el relato propiamente tal no hay
taaaantos ejemplos.
Es por eso que Historias de Cronopios y Famas fue un grato descubrimiento,
especialmente acompañado de la lectura de Rayuela,
ya leída la “primera versión”, pendiente la segunda.
Pero para muchos imagino que este
libro fue más de un dolor de cabeza, ¿qué se fumó este? Habrán pensado varios,
dado que las cortas historias, microrelatos si se quiere, no tienen ni pies ni
cabeza, entre extraños instructivos para subir escaleras (en serio) hasta
extrañas descripciones cotidianas de personajes que nunca te explican cómo son
o incluso qué son: los cronopios, las famas y las esperanzas; pero imaginamos
que son seres humanos, al menos un poco.
Creo que si te gusta esa sensación en
que te explota la cabeza leyendo, o disfrutas de la sensación de confusión al
leer, disfrutarás estos relatos, eso sí, no lo consideres representante de
Cortázar, en ese caso mejor lee los cuentos, pero si quieres un desafío loco, literalmente
loco y absurdo, lee estos.
Ahora bien (y aprovechando los
microrelatos) la mejor manera de mostrar cómo son estos textos es mostrar
alguno directamente.
INSTRUCCIONES PARA LLORAR
Dejando de
lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por
esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con
su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una
contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y
mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno
se suena enérgicamente. Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y
si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo
exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho
de Magallanes en los que no entra nadie, nunca.
Llegado
el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia
adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de
preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.
HAGA COMO SI ESTUVIERA EN SU CASA
Una esperanza
se hizo una casa y le puso una baldosa que decía: Bienvenidos los que llegan a
este hogar.
Un
fama se hizo una casa y no le puso mayormente baldosas.
Un
cronopio se hizo una casa y siguiendo la costumbre puso en el porche diversas
baldosas que compró o hizo fabricar. Las baldosas estaban colocadas de manera
que se las pudiera leer en orden. La primera decía: Bienvenidos los que llegan
a este hogar. La segunda decía: La casa es chica, pero el corazón es grande. La
tercera decía: La presencia del huésped es suave como el césped. La cuarta
decía: Somos pobres de verdad, pero no de voluntad. La quinta decía: Este
cartel anula todos los anteriores. Rajá, perro.
TELEGRAMAS
Una
esperanza cambió con su hermana los siguientes telegramas, de Ramos Mejia a
Viedma:
OLVIDASTE
SEPIA CANARIO. ESTÚPIDA. INÉS.
ESTÚPIDA
VOS. TENGO REPUESTO. EMMA.
Tres
telegramas de cronopios: INESPERADAMENTE EQUIVOCADO DE TREN EN LUGAR 7.12 TOMÉ
8.24 ESTOY EN SITIO RARO. HOMBRES SINIESTROS CUENTAN ESTAMPILLAS. LUGAR
ALTAMENTE LÚGUBRE. NO CREO APRUEBEN TELEGRAMA. PROBABLEMENTE CAERÉ ENFERMO. TE
DIJE QUE DEBÍA TRAER BOLSA AGUA CALIENTE. MUY DEPRIMIDO SIÉNTOME ESCALÓN
ESPERAR TREN VUELTA.
ARTURO.
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opinan? ¡Comentarios se agradecen!
Nota de la
edición:
Este libro es
de la colección de la bencinera Copec “Vivaleer”, una iniciativa que me ha
gustado mucho dado que vende buenos títulos en buena calidad y excelentes
precios en este país tan caro, especialmente los libros. Muy recomendado! Solo 3
lukas.
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